Los nueve movimientos que multiplican el placer

Una persona que se preocupa por el placer de ambos debe abordar la técnica de los 9 movimientos, para así lograr orgasmos múltiples y que los hombres lleguen al clímax con una gran intensidad.

El origen de esta forma de amar está en el taoísmo, que afirma que la energía sexual masculina, el yang, se proyecta hacia afuera a través de los genitales. Y la energía femenina, el ying, está oculta, para estimularla y hacerla brotar hay que preparar su cuerpo llamando a tres puertas, que son el clítoris, el punto G y el fornix, situado en la parte más profunda de la pared vaginal.

Dentro del fórnix hay dos zonas erógenas distintas que se pueden alcanzar con esta técnica: la anterior, que puede llevar a la chica a una rápida lubricación incluso sin otra forma de excitación implicada y que, tras un contacto continuo, desencadena el orgasmo, y el punto K, también llamado "pasaje misterioso" y que sólo puede estimularse en ciertas mujeres y en ciertos momentos de forma placentera, porque puede resultar demasiado intenso.

La experiencia sucumbe en un verdadero mapa del tesoro. Y el hombre debe tomar la posta. Hay que tratar de contar durante el coito siete penetraciones superficiales (sólo el glande) y después dos profundas, de tal manera que comiences un ciclo en el que van aumentando las penetraciones profundas y disminuyendo las superficiales.

Podrás hacerlo de la siguiente manera: 7 penetraciones superficiales y 2 profundas; 6 penetraciones superficiales y 3 profundas; 5 penetraciones superficiales y 4 profundas... Así hasta completar las nueve penetraciones profundas.

El secreto no seguir el instinto y continuar con las penetraciones profundas, sino que hay que resistir. Detenerse y seguir con otros contactos como caricias, juegos con la lengua, miradas. Y es que retrasar la penetración total va a volver todo mucho más excitante.