Entretiempo político: el impacto del Mundial

A lo largo de la historia, los mundiales de fútbol han sido utilizados por la clase política gobernante como distractor. Un sentimiento de euforia, de hermandad y de unidad se apodera durante casi un mes de los argentinos. Al parecer, esta vez no será suficiente. Diversos analistas políticos consultados por La Tecla Patagonia coinciden en que, en esta ocasión, la situación se dará de una manera algo diferente a las anteriores. Incluso en las gestiones provinciales, y puntualmente en las del sur, no evidenciará tampoco una capitalización del Mundial como en ocasiones anteriores. 

Sí señalan que, a nivel nacional, la gestión de Mauricio Macri, cuya imagen viene desgastándose durante los últimos meses, podría ganar algo de tiempo para ordenarse, sobre todo desde el punto de vista comunicacional. Una especie de entretiempo político, para revisar las estrategias y las tácticas. 

Lo que viene, tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, será duro y tendrá incidencia directa, más aun que la actual, sobre el bolsillo de los argentinos. Es justamente esto lo que los analistas han señalado como un “problema de inmersión”, del cual difícilmente el argentino pueda olvidarse o distraerse durante el desarrollo de la Copa del Mundo, porque lo toca directamente. 

Ganar tiempo, no soluciones 

Los analistas advierten que, si bien algunos conflictos de cuerpo presente en las provincias patagónicas podrían disminuir durante este mes del Mundial, de ninguna manera desaparecerán. Las administraciones más complicadas en este sentido son las de Chubut y Santa Cruz. En la primera, los sueldos estatales se pagan de manera escalonada, no hubo todavía paritarias y se mantienen tomados edificios públicos con un nivel de conflictividad permanente. Una situación similar a la que atravesó el año pasado Santa Cruz, que, con ayuda del Gobierno nacional, pudo sortear su peor momento. El Mundial y su desarrollo, sobre todo si Argentina sigue avanzando, traerá, al igual que a nivel nacional, un poco de tiempo. Algo que, in-dudablemente, la gestión de Mariano Arcioni necesita. 

En Santa Cruz, la situación es más tranquila, aunque también hay conflictos de tipo gremial y, durante los últimos meses, con los trabajadores de Yacimientos Carboníferos Río Turbio. 
Neuquén vive una permanente tensión con los docentes, aunque por el momento se encontró solución. A su vez, el partido de gobierno, el MPN, esperará al mes de agosto para llevar adelante sus elecciones internas. 

Por último, en Río Negro, la situación no se presenta conflictiva a nivel gremial, pero la gran toma de deuda en dólares la convierte en una provincia dependiente de Nación. 
Los analistas remarcan que, en las provincias donde se desarrollan conflictos gremiales en las calles, se ganará algo de tiempo; pero al igual que a nivel nacional, más tarde o más temprano, los problemas volverán a florecer con fuerza.


 

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