La provincia de Río Negro avanza con la exploración del suelo con la ilusión de convertirse en productora de litio, un mineral codiciado a nivel mundial por su rol clave en el proceso de transición energética. Organizaciones indígenas y ambientalistas advierten sobre el impacto socioambiental de esta actividad extractivista

El litio se ha vuelto un mineral codiciado a nivel mundial por su rol estratégico en el proceso de transición energética y la provincia de Río Negro, que cuenta con un reservorio de ese mineral, no quiere quedarse afuera del negocio. El gobierno provincial viene impulsando trabajos de exploración y se ilusiona con poder, dentro de unos años, extraer el “oro blanco” contenido en la roca, mientras sortea los reclamos de ambientalistas y comunidades indígenas preocupadas por el impacto socio ambiental de esta actividad.

El primer indicio de la presencia de litio en suelo rionegrino data de 1968. El Estado Nacional, a través del entonces Instituto Nacional de Geología y Minería, identificó la presencia de micas litíferas como la lepidolita en la Sierra de Mamuel Choique, en el departamento de Ñorquinco, en el límite con Chubut. En ese momento no existía la capacidad tecnológica para avanzar con trabajos de exploración ni la demanda del mercado por este mineral, hoy clave para la composición de baterías de autos, celulares y demás dispositivos electrónicos.

En los últimos años, varias empresas mostraron interés en el suelo rionegrino. Según indicaron a La Tecla Patagonia fuentes del Gobierno, actualmente hay siete proyectos de prospección que están activos.

Una de las pioneras en explorar el suelo en busca de litio fue la empresa canadiense Green Shift Commodities, en 2022. A través de dos empresas argentinas, la mendocina Electric Metals S.A. y Formentera S.A, comenzó a hacer trabajos de cateo en la zona de Mamuel Choique. Esta empresa también realizó estudios en Piedra del Águila, Neuquén, con resultados negativos. En junio de 2024, vendió sus activos a la australiana Lion Critical Element Corps.

La semana pasada, el secretario de Minería de Río Negro, Joaquín Aberastain Oro, firmó un acuerdo para que el Servicio Geológico Minero (Segemar) –organismo nacional que produce, coordina y administra la información geológico minera del país- realice estudios de exploración en otras dos áreas del territorio provincial.

El estudio será gestionado a través de la Fundación EMPREMIN, que actuará como Unidad de Vinculación Tecnológica, y tendrá una duración de 15 meses. Las áreas específicas a analizar son el “Área Centro”, ubicada entre el sudeste de Ramos Mexía y el suroeste de Valcheta; y en el “Área Occidental”, localizada al sur del río Limay, en la Región Sur.

El acuerdo se rubricó en la feria Arminera 2025, que se realizó en Buenos Aires, donde el gobernador, Alberto Weretilneck, expuso el “Plan minero rionegrino”, un proyecto en sintonía con la promesa que formuló al dar inicio a su tercer mandato en la provincia: “Río Negro será una provincia minera”.

A diferencia del litio presente en salares, como ocurre en el norte argentino, en Río Negro el mineral se encuentra en pegmatitas, es decir, está impregnado en roca dura. El método de extracción es similar al que se utiliza en una cantera de áridos. Luego, se exporta a países, como China, donde lo someten a un proceso de refinado y lo transforma en carbonato de litio o hidróxido de litio.

Obstáculos en el ámbito legislativo y ambiental

Para poder convertirse en “una provincia minera” como augura el Gobernador, fue necesario reformar tres leyes provinciales, que fueron aprobadas en la Legislatura, entre gallos y medianoche, en diciembre de 2023. El bloque de legisladores de Juntos Somos Río Negro se movió rápido y logró sortear la negativa de la oposición y las críticas de organizaciones ambientalistas así como del Parlamento Mapuche.

Según el oficialismo, el objetivo era “adecuar las prácticas mineras a los nuevos estándares internacionales y compromisos asumidos por el país”. En tanto, los cambios en la Ley de Procedimientos buscaban “otorgar mecanismos administrativos modernos acordes a los tiempos que corren”. Finalmente, la adaptación a la CoPEAM (Consejo Provincial de Evaluación Ambiental Minera), pretendía una “mayor equidad en la toma de decisiones al involucrar a todos los actores del radio e influencia de los proyectos”.

Además de las leyes que modifican cuestiones ambientales, se modificó el esquema de reparto de las regalías mineras. Se fijó una regalía única del 3% de lo extraído y amplió la distribución entre los municipios del área de influencia del yacimiento, incorporando a las Comisiones de Fomento. También se fijó que un 50% de los ingresos por regalías vaya a Rentas Generales y lo que resta se divide así: un 25% para infraestructura y obras en la zona del proyecto; un 15% para los municipios y un 10% de reserva para Minería.

Secretario de Minería de Río Negro, Joaquín Aberastain Oro:

“Hoy tenemos 7 proyectos en etapa de prospección”

–¿Por qué surge ahora el interés en este mineral? ¿Es la primera vez que hay iniciativas en este sentido en la Provincia?

–Los primeros estudios sobre litio en Río Negro se remontan a 1968. En ese momento no existía una demanda significativa ni el contexto tecnológico para avanzar en ese tipo de explotación. Hoy el panorama cambió radicalmente: el litio se convirtió en un insumo clave para la transición energética y la industria tecnológica, y eso ha generado una verdadera carrera global por nuevos yacimientos. Río Negro no tiene salares, pero sí pegmatitas con potencial litífero, un tipo de depósito similar al que explota Australia, que es el principal productor de litio del mundo.

Además, la fuerte suba del precio del litio en los últimos años también despertó un gran interés exploratorio, algo que se ve reflejado en la cantidad de proyectos que empezaron a aparecer en la provincia. Hoy tenemos 7 proyectos en etapa de prospección, y firmamos un acuerdo estratégico con SEGEMAR para relevar dos zonas con alto potencial: una en la región de Valcheta y otra al sur del río Limay.

–La provincia está en una etapa exploratoria, ¿hay proyecciones de cuándo podría comenzar la extracción?

–La provincia está todavía en una fase inicial, con proyectos en prospección y exploración temprana. No hay fechas definidas para el inicio de la producción, ya que eso dependerá del avance técnico, geológico y económico de cada iniciativa. Sin embargo, los primeros resultados geoquímicos son muy alentadores, especialmente en el caso de Mamuel Choique, donde ya se llevó adelante una primera campaña de exploración exitosa y se realizó la Consulta Previa, Libre e Informada conforme al marco legal vigente. La comunidad originaria participa activamente del proyecto y forma parte del equipo de trabajo, en una experiencia que muestra cómo es posible avanzar con responsabilidad social y ambiental desde el primer momento.

Es importante entender que el desarrollo de un proyecto minero lleva tiempo. Este proceso puede extenderse durante más de 10 o incluso 15 años, desde las primeras prospecciones hasta el inicio de una operación minera.

–¿Cuál es el impacto económico que la minería va a generar en la provincia?

En Río Negro contamos con 54 proyectos metalíferos activos, en distintos grados de avance, y un proyecto ya en etapa de construcción: Calcatreu, que representa un hito importante para la provincia. En el caso del litio, estamos en una etapa preliminar, pero con bases sólidas. Si bien el impacto económico puede ser significativo, los tiempos del desarrollo minero son progresivos y se ajustan al grado de avance técnico, ambiental y social de cada proyecto. Tenemos todo el potencial para que el desarrollo minero genere un impacto real en el empleo, la formación, los proveedores locales y el crecimiento regional, pero es importante ser claros: no es algo que va a suceder de la noche a la mañana. Lo que sí estamos haciendo es construir las condiciones para que ese impacto llegue de manera sólida, transparente y sostenible.

Werken Orlando Carriqueo, integrante de la Mesa Política Zona Valle de la Coordinadora Mapuche Tehuelche:

“Es una violación a los derechos humanos y a los derechos indígenas”

–¿Cómo afectan estos proyectos a las comunidades?
–Nosotros veníamos reclamando desde 2020, cuando estaba el proyecto de hidrógeno verde, una convocatoria para la construcción de un protocolo de consulta previa, libre e informada. Las consultas indígenas son vinculantes, no como quiere hacer creer el Gobierno. Si las comunidades no están de acuerdo, los proyectos no se pueden realizar. Pero no se aplica, porque los intereses extractivistas hacen que las violaciones a los derechos humanos se lleven adelante para habilitar estos procesos. La Legislatura aprobó una ley donde el Estado, unilateralmente, se arroga el derecho a redactar un protocolo de consulta como a ellos les parece. Ellos deciden cuál es la afectación, según los parámetros occidentales, jurídicos. Desde la cosmovisión de los pueblos indígenas hay otro tipo de afectación, como la espiritual. Nosotros vamos a presentar una acción de inconstitucionalidad de esa ley que sancionó la Legislatura de Río Negro con lo cual ese protocolo no va a tener vigencia.

–Hay comunidades viviendo en las zonas donde se pretende llevar adelante esta actividad?
–La comunidad de Mamuel Choique se llama Gnepun Curra (quiere decir “piedra pintada”) y también está cerca de Calcatreu (N. de la R. otro proyecto minero para la extracción de oro y plata). Nosotros como organización y como Codeci (Consejo de Desarrollo de las Comunidades Indígenas) presentamos un amparo para no permitir el ingreso de las mineras al territorio, porque una de las obligaciones del Estado es decir realmente qué es lo que pretende hacer y esa información no existe, no la dan, no sabemos cuál es el área que pretenden explotar.

–Además de la falta de consulta previa, ¿qué afectación al ambiente conllevan estos proyectos?
–El daño que va a producir es un desequilibrio en el territorio. El cerro cumple una función cuando llueve, cuando nieva, crecen plantas, viven animales. Una vez que empiecen a dinamitar los cerros, la vida cambia para todos, sobre todo para las familias que van a quedar ahí. Todo esto es una violación a los derechos humanos y a los derechos indígenas.

Alejandro Yanniello, integrante de la organización ecologista Piuké:

“Río Negro va a estar agujereada como un queso”

-¿Qué piensan de las iniciativas que impulsa la provincia para explotar el litio?
-El litio conforma un modelo de desarrollo que es insostenible y hay un contexto para eso. Está dentro de lo que llamamos extractivismo. No es lo mismo la planificación de un país o una región relacionada con la producción, que relacionada con la extracción, que no tiene diferentes efectos, y diferentes niveles de contaminación y de impactos, no solo ambientales. La extracción de litio no es una necesidad que responda a un emergente de la decisión política, entendiendo a la política como la manera en que los pueblos dialogan para tomar sus decisiones de manera colectiva. Estas decisiones las toma el mercado y tiene acá su delegado territorial. El litio responde a una necesidad de la descarbonización de Europa. En realidad, nosotros en Río Negro, en nuestros territorios no estamos decidiendo qué es lo quehay que hacer.

–El gobernador dijo que quiere convertir a Río Negro en una provincia minera, ¿hay consenso social?
–Río Negro tenía una actividad que estaba relacionada con al agricultura y la ganadería. Esas son producciones tradicionales y culturales. Que venga alguien y diga, de un día para el otro, “nos transformamos en extractivistas” impacta. La crítica es que se empieza a defender las necesidades de los mercados sin tener en cuenta cuál es la opinión de la gente. Nosotros habíamos hecho de manera informal algunas encuestas en Río Negro y siempre hay un 80 por ciento que se opone al extractivismo y un 20 que está de acuerdo.

–¿Es posible hablar de minería sustentable?
–El carácter de sustentable no lo entendemos porque cuando es un proceso extractivo se extrae, se saca. La economía gira alrededor de la extracción, después se va el enclave y lo que queda, en general, son contaminación y prostíbulos. La crítica va en la misma línea que con el hidrógeno verde. Si vemos la baja en la demanda de petróleo de Europa nosotros vamos a saber qué es lo que van a venir a buscar. Si hacemos la cuenta y superponemos los mapas de lo que quieren extraer, Río Negro va a estar agujereada como un queso. No es un futuro deseable ni tampoco es desarrollo.

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