28 de octubre de 2014
VILLA EL CHOCóN
Vecinos invasores ¿padronazo?
Crece el escándalo. Tras el conteo trucho, apareció el padrón electoral y arrojó curiosidades varias. Entre ellas, una desconocida con domicilio en casa de un matrimonio
Lejos de agotarse, el escándalo por el conteo poblacional aparentemente trucho que encaró el Ejecutivo de Villa El Chocón, va en aumento. No sólo porque habría incluido a personas que residirían en otras localidades para inflar los guarismos y respaldar el pedido de cambio de categoría, sino también porque el cambio abriría la posibilidad de que el intendente, Nicolás di Fonzo, se postule a un tercer mandato consecutivo (en contra del espíritu constitucional, que prohíbe la re-re).
Ahora bien, aunque el Censo 2010 arrojó que a Di Fonzo no le alcanzaban los números, y muy a pesar de que su conteo (hecho en 2013) fue públicamente cuestionado, la Legislatura neuquina aprobó la recategorización… Y lo hizo a las apuradas como para que el Intendente tenga tiempo de anotarse en las internas a las que su partido (el MPN) convocó para el 30 de noviembre próximo.
Mientras tanto, vecinos y opositores murmuran que a la jugarreta se le ven los hilos y que esto de los vecinos invasores es fácilmente constatable. Sin ir más lejos, está el caso de Gilberto Cerda y Delia Sanhueza, un matrimonio en cuyo domicilio (casa D300) también figura Lidia Coronel (300D), quien está en el padrón y a la que ni siquiera conocen.
Ellos viven ahí desde el ‘95 y se da por acreditado que hasta los últimos comicios también figuraba una tal Felicidad Curinao, a la que tampoco conocen y que en el nuevo padrón aparece como residente del pabellón 2 habitación 6.
El pabellón consta de pequeñas unidades con dormitorio y baño, en las que se alojaban los operarios de Hidronor. Lo curioso es que un grupo de vecinos afirma que la habitación 6 está desocupada, y aún así no sólo figura la nombrada, sino también un tal Bernamé Carus.
Las curiosidades no se agotan ahí. Hay más, e incluyen a gente domiciliada en la “costa del río” o a la vera de la ruta, en kilómetros en los que a simple vista no se advierte presencia humana.
En la Villa es vox pópuli que la administración Di Fonzo tendría contratados que no residen en ella y que servirían a sus fines electorales. Pero de ninguna manera se puede aseverar que los mencionados lo sean, entre otras cosas, porque no es sencillo acceder a los contratos municipales.
Por lo pronto, Gilberto se despacha: “Yo sé muy bien que hay gente que no es de acá y está cobrando un sueldo. Hay una persona que estuvo cobrando y que como no vino a votar le sacaron el contrato… Está en Neuquén”.
Respecto de la desconocida que tiene domicilio en su casa, entiende que “puede haber complicidad política”; punto sobre el que su esposa, Delia, es más directa: “Es el Intendente el que hace todo este trabajo”.
Lo del censo supuestamente trucho también era un secreto a voces, pero no hubo legislador que se diera una vueltita por El Chocón. Es cierto que algunos lo cuestionaron y hasta votaron en contra, pero se aprobó y ahora “el Nico” -como le dicen- podría ir a la interna, y con un padrón que como mínimo merecería ser revisado. No es casualidad, entonces, que corran rumores acerca de posibles denuncias, tanto en la Justicia ordinaria como el fuero electoral.
Los Cerda cuentan que, hace cerca de un año, cuando fueron a renovar sus documentos, pusieron el ojo sobre una persona que estaba haciendo el cambio de domicilio a El Chocón. Gilberto asegura que “nunca” volvió a verla, y Delia arriesga que “es de Senillosa”, una localidad cercana.
¿Habrá habitantes fantasmas?, quién sabe. El hecho es que cualquiera que se dé una vuelta por la Villa constatará que el movimiento en las calles sigue siendo exiguo… Y si habla con los vecinos se sorprenderá al escuchar que hasta en la Gendarmería Nacional habrían sembrado espectros. Por lo menos, es llamativo; y se comenta que ya hay quienes están buscando abogado.
Llamativo: Uniformes y curiosidades varias
En la Villa cuentan que el día del conteo poblacional que hizo el intendente, Nicolás di Fonzo, hubo dos empleados municipales (a los que un testigo señala como Jorge Parra y Fabián Salas), que se acodaron en la barra de “La Posada” y llenaron varias planillas, sin que nadie hablara con ellos en ese hospedaje y restaurante.
¿Las estaban pasando en limpio o…? Quién sabe, el hecho es que en el padrón que se usará en la interna del MPN hay algunos casos curiosos. Entre ellos, el de Aurora Salas, cuyo domicilio es costa del río Limay, el mismo que acredita Emilio Carrizo.
Los vecinos que aseguran que ahí “no hay nadie” son legión; y la verdad es que en una recorrida por la Villa, La Tecla Patagonia no pudo dar con ellos.
Otro caso que hicieron notar aquellos que fueron consultados por este medio es el de Guido Chávez Cid, cuyo domicilio es Ruta 237 Km 1.320, cuando el departamento de Confluencia, al que pertenece El Chocón, se extiende hasta el Km 1.308.
Y más curioso aún es el caso de Gendarmería, uno de cuyos oficiales le aseguró a un vecino que Cintia Garay e Iván Segundo no pertenecen a la fuerza y que jamás supo de su existencia. Así y todo están en el padrón como miembros del Escuadrón, por lo que se supone que alguien debería dar alguna explicación al respecto.
Más aún, los mismos vecinos deslizan que también hay fantasmas en un edificio que perteneció a Prefectura y que hoy es el hogar de residentes civiles.
Un diputado intentó frenar la maniobra
Uno de los diputados que cuestionaron el conteo poblacional hecho por el intendente Nicolás di Fonzo (en 2013), fue Manuel Fuertes (NCN) quien propuso la incorporación de una cláusula que le impidiera a éste ir por la re-re, pero no tuvo éxito.
El legislador -que alertó sobre el espíritu constitucional- también se quejó por la existencia de “un trato dispar con relación a los proyectos de recategorización de otros municipios”, que siguen cajoneados, aunque el Censo 2010 arrojó que tenían la cantidad de habitantes necesarios.
Raro: No la conocen pero ahí está
Más allá de la indignación que les provoca saber que una mujer a la que no conocen está domiciliada en la vivienda que habitan desde 1995, los Cerda también están “preocupados” y quieren una explicación.
Por lo pronto, la dama de la casa, Delia Sanhueza, dice que el 30 de noviembre, fecha de las internas del MPN -a las que irá a votar- va a exponer “esta situación a la Policía”.
“Lo único que le digo es que cuando vaya a votar hago la denuncia ahí no más, llamo a un policía y le digo esta gente no vive en mi casa, y yo quiero saber quién es”, subrayó Delia.
“Me han puesto (en el padrón) dos personas que no corresponden a esta casa”, dijo por su parte Gilberto; y agregó que “a Curinao Felicidad (quien ahora figura con otro domicilio) no la conozco, y a Lidia Coronel tampoco”.
Delia y su esposo contaron que “hace alrededor de un año” -fecha que coincide con el conteo poblacional que mandó a realizar el intendente, Nicolás di Fonzo- pasó un policía a preguntar quién vivía en la casa.
“Le pregunté y me dijo que era para saber cuánta gente hay en El Chocón (…) Yo sospeché”, porque en la localidad “hay mucha gente que cambió el domicilio; les dan sueldo y viven en otro lado y la gente de acá se está muriendo de hambre”, dijo Delia.
Tanto Delia como Gilberto son afiliados al MPN y lo mismo Coronel, en cambio, Curinao no figura como tal aunque está empadronada porque son elecciones abiertas en las que pueden votar los independientes.
Nota completa en edición Nº 213 de revista La Tecla Patagonia