26 de diciembre de 2015
MARIO PILATTI
Los caminos del profesor, Sr Presidente
Licenciado en Economía, el jefe del Bloque de Diputados del MPN fue docente universitario, y tuvo como alumnos al ministro Lara y al vicegobernador Rolando Figueroa
Apenas habían transcurrido unos pocos meses desde el alumbramiento del MPN cuando, en la ciudad de Santa Fe, los Pilatti le daban la bienvenida a Mario ¡1961! Eso decía el calendario, cuyo transcurrir hizo que los destinos se cruzaran... Apenas tenía 9 cuando sus padres se vinieron a Cipolletti, y fue de adolescente cuando comenzó a cruzar el puente; no sólo para estudiar, sino también para practicar deportes y darle a la guitarra, placentera actividad que hasta el día de hoy le sigue aportando el relax necesario (ahora al ritmo del gotán).
Licenciado en Economía, Mario Alberto Pilatti fue secretario de Educación (época en la que tuvo como mano derecha a la hoy ministra del área, Cristina Storioni); también fue concejal en NQN City; y por sobre todas las cosas, docente universitario, apasionante actividad que le permitió tener a dos de los actuales funcionarios como alumnos...
Funcionarios de fuste: el ministro de Seguridad, Jorge Lara -“estudió de grande”, aclara- y el vicegobernador, Rolando Figueroa, con quien trabaja en la Legislatura neuquina.
Pilatti es el nuevo presidente del bloque del partido provincial; y la búsqueda de consensos, un camino indispensable. Sobre todo a la luz de que no hay mayorías en el recinto ¿no?
MP -¡Seguro! Estamos entusiasmados y con ganas de hacer, y creo que esto nos obliga a ser particularmente claros, a fijar ideas y a buscar la manera de transmitirlas de forma muy transparente para tratar de persuadir buscando construir mayorías.
LTP -¿Qué temas hay en agenda?
MP -Bueno, la reforma política es un camino que hay que transitar. Y la ley de Educación también está en agenda; se sancionó en el período pasado después de una experiencia que fue el foro educativo, y quedó pendiente la sanción de leyes complementarias, entre ellas, la creación de un observatorio educativo. A su vez, la reforma del Código Civil y Comercial nacional precipita una serie de reformas en el proceso civil local, y hay una comisión interpoderes que avanzó bastante. Además, tenemos un Código Procesal Penal que funciona desde hace dos años, y existe un proyecto concreto que generó el Ejecutivo y propone algunas modificaciones vinculadas a la prisión preventiva. Eso está en análisis y no es un tema sencillo.
LTP -En la primera sesión se vio que diputados de la oposición hicieron propuestas a las se puede tildar de simpáticas pero de dificultosa concreción, acaso la que buscaba prohibir los despidos. ¿Cómo lo afrontan desde el bloque oficialista?
MP -La prohibición de despidos, prácticamente incluía en un artículo la expropiación sin pago de las empresas que cerraran en ese período. Yo creo que son planteos testimoniales (…) pero la trascendencia se limita a las sesiones. Hay que tener cuidado, porque en estos mundos tan particulares parece que las cosas tienen una dimensión mayor a la que por ahí tienen en la calle, y la verdad está en la calle.
LTP -En la sesión (última del período, pero inaugural para la nueva camada de diputados), el MPN se limitó a ensayar respuestas puntuales. ¿Fue estrategia?
MP -Eso es parte de nuestra personalidad. Nosotros no vinimos a hacer un jueguito para lucimientos personales.
LTP -¿Cómo eligieron a las autoridades? ¿Cómo resolvieron los cargos? En especial el de Alma “Chani” Sapag (vicepresidenta primera de la Legislatura) y el suyo.
MP -En el caso nuestro lo resolvimos en una reunión del conjunto del bloque, a la que se sumaron los (entonces) gobernador y vicegobernador electos, (Omar Gutiérrez y Rolando Figueroa). Ellos plantearon los perfiles y se dio una discusión de la que surgieron las autoridades. Después hay otras autoridades en el bloque como la vicepresidencia, la secretaría y la tesorería, que las manejamos en una discusión interna del bloque.
… Nacieron en el ‘61, pero el romance floreció en los ‘90. Pilatti y familia acababan de regresar de Montevideo, donde habían residido durante algo más de dos años gracias a una beca universitaria que le permitió nutrirse de nuevos conocimientos. Fue ahí cuando lo convocaron para que colaborara en la construcción de una norma que perduría hasta estos días; nada menos que la de la coparticipación con los municipios.
MP -¡Tuve una suerte espectacular!, porque pude hacer un trabajo técnico que políticamente funcionó de manera asombrosa (y le permitió estar en lo que se dice, la cocina). Para mí esa experiencia fue muy fuerte, porque vi a la política en funcionamiento.
“Trabajé con absoluta libertad” y desde ahí la pasión fue en aumento, a tal punto que el ‘95 lo encontró metido en las internas.
EL EQUIPO DEL MPN: Los bloques son “una construcción entre pares”, destacó
LTP -¿Cómo fueron los primeros días en la presidencia de un bloque que no se supone sencillo?
Mario Pilatti -Los bloques grandes no son sencillos porque hay muchas personalidades y es una construcción entre pares; además no hay una jerarquía porque el presidente tiene una función de coordinación, pero en definitiva todos somos parte.
LTP -Dada su profesión, su perfil parecía más técnico…
MP -Creo que cualquiera con un poco de trabajo le puede entrar a los números. Mire, los proyectos de presupuesto no son tan complejos, asustan un poco cuando uno ve la pila de papeles, pero en realidad uno tiene que mirar 5 o 6 hojas clave. Si uno hace el esfuerzo de entender cómo funciona la lógica y cuáles son las cuestiones clave, va con rapidez y lo resuelve. Yo personalmente tengo una vocación académica; a mí me gusta estudiar, escribir y debatir… El trabajo técnico me llevó al borde de discusiones políticas, donde uno ve que si no se compromete un poco más, la capacidad que tiene de modificar algo es muy limitada.
He estado y salido de la política porque la docencia es algo que me hace bien y que he hecho toda la vida. Y lo que me pasó ahora es que me gustó mucho el rumbo que tomó la discusión interna del MPN; me gustó el planteo de recambio generacional.
Un dirigente con varios kilómetros en la hoja de ruta
Mario Pilatti hizo la secundaria en Neuquén y cuando llegó el momento de encarar los estudios superiores puso proa a la ciudad de Córdoba, de la que regresó no sólo con el título de Licenciado en Economía bajo el brazo, sino también en familia: casado y con María Gabriela en la dulce espera.
Fue en aquella provincia donde hizo sus primeras experiencias laborales y regresó en el ´87 para trabajar en la Universidad local y se instaló en Alta Barda. Pero para cuando se quiso acordar ya estaba viajando a Montevideo, donde vivió durante algo más de dos años y donde se agradó la familia, aunque para el parto volvieron a viajar a Córdoba. Recién a su segundo regreso, incursionó en el sector público donde, entre otras cosas, fue subsecretario provincial de Gobierno.
El jefe de Gabinete era el actual ministro de Producción, José Brillo, y llevaba adelante buena parte de la agenda política. “Tenía la relación con los municipios y me invitó a acompañarlo; la verdad que esa experiencia duró un año y fue linda”, dijo Pilatti y agregó: “Si me faltaba conocer algo de la provincia, lo terminé de conocer ahí”.
Precisamente la sintonía con Brillo lo llevó a integrar la lista de candidatos a concejales, cuando éste pugnó por la Intendencia de la ciudad capital.
CUESTION DE GUSTOS: Los libros, las biografías y la guitarra alimentan la pasión
Padre de un varón de 28 que vive en Alemania y que siguió sus pasos -ya que también es licenciado en Economía-; y de dos damas (un abogada, de 25 y una estudiante, de 16), el presidente del Bloque de Diputados provinciales del MPN, Mario Pilatti, es hincha de River, pero muy distante está de cualquier atisbo de fanatismo.
Al punto que, lejos de ir a la cancha (entre otras cosas porque le queda literalmente lejos) reaviva su llama gallina para chicanearse con su hijo, fana bostero. Lo suyo son más bien los números y, por supuesto, la política... Y en esto tiene el firme respaldo de su esposa, María Gabriela Miozzo, quien lo acompaña. “Me acompaña y en verdad es un alivio”, refuerza.
“Usted me preguntaba por el fútbol, mire cuando estaba en Montevideo (residió allá dos años) vivía a a tres cuadras del Centenario y me hice hincha de Peñarol”, contó.
Su pasión son los libros... De historia, política y biografías. “A mí me gusta mucho la historia y me gusta entrarle por los laterales, y unos laterales formidables son las biografías”, sostuvo y agregó: “Me gustó una de Homero Manzi”, y la historia desde la vida de un tanguero “emociona”.
“Me gusta el cine argentino y trato de verlo en una sala, más que en casa”, dice este dirigente que canta y toca la guitarra. Empezó con Sui Géneris, en la secundaria, luego se dio “un baño de folclore”, y ahora lo suyo es el tango. “Debe ser una cuestión de edad”, estima.
La guitarra -“¡Una linda criolla!”- está en el living, siempre a mano y dispuesta a transportarlo al reparador relax. Por lo demás el gusto es amplio, de hecho ha ido a recitales de Divididos y le gusta Pedro Aznar.
Nota completa en edición Nº 273 de revista La Tecla Patagonia