12 de marzo de 2018
RíO NEGRO
Malestar por la derogación de una ordenanza que reaviva el proyecto nuclear
Luego de que el Intendente de Sierra Grande lograra a través de la mayoría automática que posee en el Concejo Municipal la derogación de las ordenanzas Nº 93/91 y 14\96 que prohibían el tránsito, circulación, procesamiento, almacenamiento o depósito de cualquier mineral radioactivo o nuclear y declaraban además al ejido municipal zona no nuclear, la Legisladora Graciela Holtz (FpV), dijo que “Iribarren abrió la puerta al infierno”
Luego de que el Intendente de Sierra Grande lograra a través de la mayoría automática que posee en el Concejo Municipal la derogación de las ordenanzas Nº 93/91 y 1496 que prohibían el tránsito, circulación, procesamiento, almacenamiento o depósito de cualquier mineral radioactivo o nuclear y declaraban además al ejido municipal zona no nuclear, la Legisladora Graciela Holtz (FpV), dijo que “Iribarren abrió la puerta al infierno”
En este sentido sostuvo que “esta derogación expone a la localidad de Sierra Grande a nuevos conflictos no ya relacionados directamente con la posibilidad de instalación de la planta nuclear, sino con la problemática de los residuos radioactivos, ya que habilitaría convertir a la localidad en un basurero nuclear o depósito de residuos peligrosos de diversa naturaleza”.
“La ciudadanía en su conjunto tiene serios motivos para estar preocupada, porque confluyen en la localidad una serie de circunstancias que hacen prever que estos temores se conviertan en realidad. En primer lugar, la existencia de toda una estructura ya montada. Como son un puerto, una ruta directa, el socavón de la mina y una empresa china ya instalada en la zona. En segundo término la gran cantidad de países en el mundo en la búsqueda de un lugar que dé acogida a sus residuos peligrosos. Y por último la existencia de funcionarios dispuestos a esto, ya sea por desconocimiento, desinformación u obediencia ciega unos, ya sea por ambición propia y ganas de hacer negocios, los otros” alertó Holtz.
“De la manera que sea, es inaceptable lo que ha sucedido en Sierra Grande. La falta de respeto para con la ciudadanía con la que se ha manejado el actual Intendente, ya que no había, ni hay licencia social para la derogación de tales ordenanzas. Por otro lado, al hablar de residuos nucleares, nos ubicamos en áreas de afectación que exceden el ejido municipal y se ven afectadas zonas a cientos de kilómetros del mismo, poniendo en peligro áreas naturales protegidas por ley. Y hasta competencias propias de otras provincias y municipios”.
Para concluir Graciela Holtz, indicó “ya está dicho, el Intendente Iribarren se hizo de las llaves que pueden desatar el infierno en toda la zona. Vamos a ver qué hace con ellas, si actúa con compromiso para con la sociedad y generaciones futuras o se desentiende de todo como lo ha hecho hasta ahora y le sigue faltando el respeto a toda una sociedad que dijo no”.