La Tecla Patagonia
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Por Alejandro De Angelis
No es novedad que en los últimos meses, el Gobierno de Alicia Kirchner y el de Mauricio Macri han encontrado más puntos en común que diferencias. Ambas gestiones dejaron atrás la beligerancia discursiva y se centraron en no perjudicarse entre sí, abandonando la ya clásica disputa política entre el kirchnerismo y el macrismo. Esta vez, lo que los encuentra unidos es el Proyecto de ampliación del Parque Patagonia, que consiste en la cesión de miles de hectáreas por parte de la provincia y venta de privados a la fundación ecologista Flora & Fauna —intermediaria de capitales extranjeros—, que luego la donaría a Parques Nacionales para ampliar su posesión. Leída sobre la superficie, se trata de una operación sin fisuras, que dejaría beneficios para ambos Ejecutivos.
Sin embargo, no son pocos los cuestionamientos y los puntos oscuros de este posible acuerdo. Tal es así, que la propia Legislatura debió dar marcha atrás al proyecto, que ya había logrado el despacho de comisiones firmado por ambos Presidentes de Bloque —Matías Mazú por el Frente para la Victoria y Daniel Gardonio por Unión Para Vivir Mejor— y llegaba a la Cámara para ser aprobado sin mayores miramientos, a fines del año pasado. Ahora, ningún diputado quiere arriesgar su voto a favor de una iniciativa que, a medida que pasa el tiempo, genera más dudas que certezas.
En las últimas semanas, el proyecto salió del freezer producto de la presión que habrían ejercido los inversores —y sus intermediarios— sobre el Gobierno Nacional para que se sancione, caso contrario retirarían la propuesta que ya tenía una fecha límite de concreción el 31 de diciembre del año pasado, y fue extendida por pedido de la Rosada. Ni Macri ni Alicia están dispuestos a perder una inversión de 80 millones de dólares en tierras, y las posibilidades económicas que implicaría la instalación de un Parque, no solo por el sitio en sí, sino por el armado alrededor de ello, un territorio virgen de comercialización en torno al turismo y sus derivados, negocio por el cual se relamen lugareños y foráneos.
Tal es así, que a fines de marzo de este año se reunieron los ministros de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, y de Ambiente, Sergio Bergman, representantes de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), de la FIAS, de Parques Nacionales, y otros referentes de Cambiemos en la Patagonia para intentar encontrar una solución al conflicto y destrabar la operación, ante la posibilidad de que los inversores desistan de la posibilidad de realizarla, pero aún no hay acuerdo y el calendario sigue corriendo.
La ubicación elegida por los donantes de las tierras no es nada casual. Se trata de la región comprendida entre las localidades de Los Antiguos, Perito Moreno, Bajo Caracoles y Lago Posadas, una de las reservas de agua dulce más importante del mundo, y con un potencial a futuro incalculable.
Como antecedente, Kristine McDavitt, viuda del magnate ambientalista Douglas Tompkins, ya logró la adquirición extensiones similares de territorio en Chile y en Esteros del Iberá, en Corrientes, otro preciado reservorio de agua.
Las sospechas
“El proyecto original fue modificado varias veces”, confesó a La Tecla Patagonia la Diputada Nacional Roxana Reyes impulsora del proyecto, quién además informó que el encargado de llevarlo adelante en la Legislatura provincial ahora es Daniel Gardonio, Presidente del bloque UPVM-Cambiemos. Esos cambios, surgieron de la presión social que exigió echar luz sobre la maniobra. Una de las mayores resistencias la llevó a cabo la Federación de Instituciones Agropecuarias Santacruceñas (FIAS) y la Federación Económica de Santa Cruz (FESC), que cuestionaron las consecuencias económicas que implicaría a los productores rurales la cesión de tierras a manos de un emprendimiento que no concibe la explotación de ningún tipo, y apuesta a su absoluta conservación. A partir de allí, se abrieron un sinfín de especulaciones en torno al proyecto, impulsado por Mauricio Macri tras un compromiso con la viuda del filántropo estadounidense Douglas Tompkins y madrina de Flora & Fauna, y refrendado por Alicia Kirchner, a quién la subordinación económica al Gobierno Nacional la habría llevado a dar el sí, sin demasiadas posibilidades.
Uno de los perjuicios, es la pérdida de soberanía para la provincia que implicaría la sesión de tal extensión de territorio. Son
Otro de los puntos en conflicto es la intención de un cambio en la matriz productiva, que desplazaría la actividad agropecuaria —con dificultades, pero consolidada en la provincia— por la del turismo, de inciertas posibilidades económicas para la región. Santa Cruz ya cuenta con 7 Parques Nacionales y 33 reservas provinciales y, salvo excepciones como el caso de El Calafate y el Parque Nacional Los Glaciares, no es el turismo su principal motor económico, ni mucho menos. Justamente, su economía sienta sus bases en la extracción y explotación de los recursos, muy lejos del conservacionismo en el que se escuda este proyecto.
Por otra parte, la triangulación comercial, que se inicia con el dinero del magnate suizo Hansjörg Wyss, quién hace la donación a Flora & Fauna para que esta efectúe la compra de tierras a la provincia —y así evitar la ley que limita la extranjerización—, y continúa con el aval de la Legislatura santacruceña para la cesión, culminando con la donación de la ONG a Parques Nacionales, tiene puntos aún por aclarar. En principio, los condicionantes y cumplimientos exigidos por los donantes. Según un documento preliminar al que accedió este medio, existen puntos que se prestan a una libre interpretación de los contratos, peligrosa para el futuro de las tierras. En la parte CUARTA del documento donde se regula la cesión, ante un posible incumplimiento de la donataria, expresa: “en caso de que la Donataria no cumpliera con cualesquiera de los cargos mencionados en la cláusula segunda precedente, la donación quedará resuelta de pleno derecho para todos los efectos legales y la donación deberá tenerse por no realizada. La ADMINISTRACIÓN DE PARQUES NACIONALES deberá transmitir el inmueble donado al donante, o a quién este designe sin cargo ni condición alguna, asumiendo la ADMINISTRACIÓN DE PARQUES NACIONALES todos los costos, cargos, tasas, impuestos y honorarios que se generen”. Es decir, sino se cumple con lo que Flora & Fauna —y detrás suyo la viuda de Tompkins y el suizo Wyss— quieren, las tierras volverían a sus manos.
Las sospechas sobre una maniobra que enmascara otros intereses crece en la provincia, y no es desmentida por el accionar de los principales referentes políticos. El interés de Cambiemos es manifiesto, y la pasividad del oficialismo santacruceño no da lugar a dudas. Asimismo, la celeridad inicial y la falta de precisiones respecto de los detalles de la operación, no hacen más que incrementar esos fantasmas.
Sofía Heinonen (Presidenta de la Fundación Flora & Fauna) -
Sofía Heinonen, es bióloga y mano derecha de Kristine McDavitt, además de presidir la Fundación que hará las veces de intermediaria en la operación. “Somos los dueños de la tierra y la ofrecemos en donación para que se cree un Parque vinculado al Parque Patagonia y también donamos
En tal sentido, Heinonen explicó: “la Fundación tiene más de un proyecto en Argentina, y siempre se ha manejado con donación de terceros pero que no fijan la agenda. Los donantes lo que hacen es sumarse a la visión de crear parques nacionales, colaborar en las economías locales y ayudar en la restauración. En este caso uno de los donantes que es el que más se está hablando — Hansjörg Wyss—es el que quiere dejar un legado en la creación de un Parque Nacional y es el que nos ha donado los fondos para la compra de tierras”.
“Hoy las fundaciones están trabajando en una visión de presevar la biodiversidad del planeta, y se desarrollan muchas acciones en donde esté la urgencia. En el caso de Parque Patagonia la urgencia está en proteger especies que son únicas. La meseta del Lago Buenos Aires, ha permitido el desarrollo de especies endémicas que son únicas en el planeta. Por eso hay un interés ahí”, explicó la bióloga.
Respecto de la premura con la que se está manejando el Gobierno Nacional, Heinonen aclaró: “no es que hay una fecha límite. El punto es que hay un tiempo político y una agenda política y hay un interés de la Nación de duplicar los Parques Nacionales, y hay una oportunidad que ayuda a eso, en este caso en particular la Fundación Wyss, que ofreció colaborar en el plazo de dos años en tratar de comprar las tierras que se determinen como prioritarios. La urgencia está en poder aprovechar la oportunidad de tener un donante que está dispuesto a comprar y donar al Estado”, y aclaró: “los tiempos políticos son muy complejos porque siempre se necesitan al menos dos leyes. La de cesión de jurisdicción y la declaración de Parque nacional. No existe un proceso para crear un parque que haya sido más rápido que dos años, y si uno hace los cálculos los tiempos políticos apremian porque si no salía la ley el año pasado las posibilidades que pase al Congreso Nacional se van acortando. Le resta oportunidad al país”.
Por último, en respuesta a las acusaciones y sospechas sobre los fines de la operación —negocios inmobiliarios o extranjerización de tierras—, la también Presidenta de The Conservation Land Trust expresó: “creemos que son miedos infundados y falta de información. Nosotros venimos trabajando en esto durante muchos años y no hay ningún hecho en concreto que pueda demostrar que sea en ese sentido. Son pocas las ONG que tengan la trayectoria que tenemos nosotros”, y sentenció: “que la Sociedad Rural ponga en duda nuestro trabajo habla más de su desconocimiento y habla desde un lugar de no conocimiento de cómo es el trabajo público, sino desde una visión privada”.
Miguel O´ Byrne (Presidente de la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz -FIAS-)
Miguel O´Byrne en dialogó con este medio aseguró que “a partir de marzo Jefatura de Gabinete volvió a la carga con este proyecto. Primero habló con los productores y luego con la provincia, para intentar impulsarlo nuevamente, ahora de menor tamaño, pero con la intención de aprovechar esta donación suizo-norteamericana, y tratar de concebir el Parque binacional con Chile”.
En tal sentido, el Presidente de la Federación de Instituciones Agropecuarias de Santa Cruz (FIAS), contó: “nosotros en una asamblea la semana pasada en Perito Moreno recibimos al Alcalde Ricardo Ibarra de la ciudad de Chile Chico, donde nos expresó que es el mismo modus operandi de la fundación —CLT en Chile y Flora & y Fauna en Argentina—, la ciudadanía no fue consultada para la ampliación del parque y están haciendo lo posible para paralizar el proyecto”, y agregó que “desde nuestra asamblea la posición tomada hasta que no haya absoluta claridad, es que nosotros nos oponemos a la ampliación del parque. Lo primero que pedimos es que las condiciones entre el suizo-americano, su intermediario que es la fundación, y el receptor que es Parques Nacionales, que den a conocer públicamente las condiciones de ida y vuelta en caso de que algunas condiciones no se cumplan, es decir, la condiciones de entrega y retrocesión en el caso de que las hubiese”.
Consultado sobre las denuncias de aprietes por parte de algunos productores rurales a manos de los interesados en la compra de tierras, O´Byrne dijo: “tenemos la versión una a una de todas las personas que han sido abordadas por los interesados en comprar las tierras mediante aprietes. Ellos fueron convenciendo uno a uno, pero las familias de arraigo, las pioneras que son muchas en la zona, se manifiestan férreamente que no tienen ninguna intención de vender y no quieren más hostigamiento”, y sentenció: “mientras ellos no han mostrado ningún proyecto y solo palabras, nosotros sí podemos demostrar que el potencial que tenemos ahora, produciendo de vuelta luego de la emergencia agropecuaria, significaría una pérdida de alrededor de 600 millones anuales, y de más de 100 puestos de trabajo directo e indirecto, conjuntamente con el vuelco que se hace de la economía a los poblados, la cadena es grande”.
Por último, el titular de la FIAS aseguró que “no está nada claro cómo son las condiciones y porque no explican a la ciudadanía qué es lo que pasa. Uno de los ejemplos más marcados es el caso de la donación de Estancia El Rincón. El señor Tompkins le ha pretendido donar a Parques Nacionales desde hace 6 o 7 años atrás, y el organismo no se lo aceptaba por las leoninas condiciones que le había impuesto, y que en caso de no cumplirse, las tierras volverían a Tompkins o a quién él indicara. Si las condiciones no se pueden cumplir y se retrotrae puede terminar en un área chileno-argentina que quedaría en un limbo jurídico. En estas condiciones nosotros no lo vamos a apoyar nunca”.