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Argentina
17 de julio de 2019
GASODUCTO VACA MUERTA

Negocio millonario: los mismos de siempre

Por DNU, Mauricio Macri llamó a licitación para la construcción de esta obra troncal en la formación neuquina. Fuertes críticas por la metodología, desconfianza sobre el financiamiento y sospechas de direccionamiento

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Por Mariela Branda 

La gestión de Mauricio Macri posó su mirada en Vaca Muerta, la formación rocosa cuyo corazón está en la provincia de Neuquén, que da origen a petróleo y gas no convencionales. La amplia extensión de más de 30.000 kilómetros cuadrados representa el segundo reservorio de gas no convencional más grande del mundo y el cuarto de petróleo. 

Para todo 2019, la Rosada tiene previstas inversiones por 5.343 millones de dólares. Vaca Muerta será una de las principales armas electorales del oficialismo, que busca continuar hasta 2023. En este contexto, mediante el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 465/2019, el Presidente hizo un llamado a licitación para la construcción del Gasoducto del Centro y el posterior transporte de gas, una megaobra de casi 2.000 millones de dólares que, según entiende el Ejecutivo, será crucial para el abastecimiento de gas interno y para equilibrar la balanza comercial energética en los años venideros.



Sin embargo, desde diferentes sectores de la industria expusieron sus críticas y alertaron sobre algunas cuestiones, en principio, irregulares. Las observaciones de los especialistas consultados se basan en cinco cuestiones claves. 

En primer lugar, la convocatoria de una obra de esta envergadura mediante un DNU, que saltea los pasos legislativos ordinarios. Advirtieron que la construcción de este gasoducto debiera ser planificada y que no existe sustento legal para utilizar este método. 

Por otra parte señalaron que no hay un relevamiento sobre la capacidad actual de transporte de gas, y que podrían ampliarse los ductos actuales para generar un mayor caudal de traslado y, de esta manera, achicar considerablemente los costos. 

La tercera crítica tiene que ver con la falta de estudios de factibilidad previos a la convocatoria. En este punto sostuvieron que lo primordial es saber cuál será la fuente de financiamiento de la obra, algo que no está establecido en el decreto firmado por Mauricio Macri. Los especialistas advierten en este sentido que parte de la obra podría ser financiada con fondos provenientes de ANSES. 

Otra de las cuestiones controversiales del decreto es la creación de un régimen especial tarifario mediante el cual se libera a las transportistas para establecer el precio del gas durante 17 años. Si bien aclara el documento que no podrá trasladarse a los usuarios, desde la industria señalan que esto será prácticamente imposible con un mercado sin intervención estatal. 

Por último, el cuestionamiento es hacia la concentración del mercado en dos empresas, TGS y TGN, propiedad de Marcelo Mindlin y de Paolo Rocca (ver infografía). Entienden que la obra quedará en manos de estas empresas. Además del transporte de gas, estos dos holdings manejan otros negocios relacionados. En el caso del primero, a través de Pampa Energía, gran parte del negocio energético en el país. 



En el caso del segundo, la provisión de los materiales para la construcción del gasoducto, a través de Techint, y la explotación hidrocarburífica, mediante Tecpetrol, una de las principales operadoras en Vaca Muerta.

Jorge Lapeña (Pte. Instituto Mosconi – Ex Secretario de Energía nacional) 

“Antes de adjudicar la obra hay que hacer los estudios de factibilidad” 

El presidente del Instituto Mosconi, Jorge Lapeña, dialogó con La Tecla Patagonia y expresó sus dudas respecto a la obra licitada por Nación. “Una obra de infraestructura de las características de esta, que es un gran gasoducto con un costo estimado en los 2.000 millones de dólares, no puede lanzarse sin tener los estudios de factibilidad necesarios; ya sea los estudios técnicos, económicos, financieros y ambientales que aseguren que la obra es viable. En este sentido, los estudios no están hechos. Entiendo que el Gobierno los va a hacer a partir de la recepción de las ofertas”, expresó el exsecretario de Energía de la Nación. En tal sentido agregó: “Antes de adjudicar la obra, los estudios tienen que estar realizados, y es necesario que sean transparentados para saber cómo se va a pagar la obra y cómo va a afectar a las prestaciones del gas, porque hasta ahora no hemos visto absolutamente nada”. 

Sobre la convocatoria a la licitación mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia, Lapeña, opinó: “No es habitual. Por eso mismo pedimos que antes de adjudicar la obra se hagan los estudios y se transparenten los resultados, para despejar todas las dudas que puede llegar a haber, porque, caso contrario, vamos a tener un dolor de cabeza. Si no sabemos cómo va a afectar esto a las tarifas que pagan los usuarios; si no sabemos cómo se va a financiar, si se hará con fondos de Anses, por ejemplo; y no sabemos cómo se va a reparar esa plata a los jubilados, todo esto debe surgir de un estudio previo, que todavía no se hizo”.

Agustín Gerez (OETEC – Abogado especialista en el rubro energético) 

“No existen argumentos para la necesidad y la urgencia” 

El ducto que se pretende construir es un ducto que si el Estado hubiera tenido una planificación respecto a los volúmenes que ya se venían estimando y que se iban a producir en Vaca Muerta se ten-dría que haber hecho con anterioridad”, expresó el abogado especialista en materia energética y consultor Agustín Gerez, en diálogo con La Tecla Patagonia. En este marco añadió: “La crítica que hago en primer lugar es que el Enargas, nunca intimó a la transportista TGS a realizar las ampliaciones de los ductos que hacen la evacuación de la producción de gas desde Neuquén hasta Bahía Blanca. En segundo lugar, el llamado a través de un DNU, cuando no existe en este caso necesidad y urgencia, cuando la demanda de gas interna en el mercado está caída por la crisis industrial y la crisis en el consumo residencial. Además, todavía los ductos que evacáan el gas desde Vaca Muerta tienen capacidad de transporte”. 

En otro orden, Gerez afirmó que no existe planificación en cuanto al mercado de gas argentino. “El gran problema que tenemos es que contamos con una gran demanda en el período invernal y una caída precipitada en el verano. Lo que siempre se planteó es la necesidad de realizar una planificación a largo plazo respecto a cuál va a ser el destino del gas de Vaca Muerta, porque se trata de un gas no convencional cuyo precio está por encima del gas que importamos de Bolivia”. 

El abogado se mostró desconfiado ante el llamado a licitación mediante un DNU: “El dato que debemos agregar es que grupo Techint es quien tiene el dominio en venta de los caños para esa obra. El grupo Techint viene de una batalla muy dura con el Ejecutivo, luego de la baja de la resolución 46 para el área Fortín de Piedra. Esto abrió una batalla legal. Lo que se rumorea en la industria es que esta obra se utilizaría como ‘compensación’ para el grupo Techint, que es la compañía que va a proveer los caños”.

Agustín Di Pelino (Economista especialista en energía) 

“Genera ruido la posibilidad del financiamiento con fondos de ANSES” 

“La Argentina, más allá de la cartera de Energía, antes de encarar un proyecto de esta envergadura, de esta magnitud, tiene que normalizar su economía; es decir, más allá de los detalles, las desprolijidades o los requisitos, el hecho que no tenga un estudio de factibilidad es grave”, señaló a La Tecla Patagonia el economista especializado en energía y docente Andrés Di Pelino. 
En este marco agregó: “El Gobierno ha tropezado en más de una vez con que después no hay quién financie estos proyectos. El sector público está quebrado y la política eco-nómica no se dicta en los ministerios sino en Washington, la dicta el FMI”. 

Sobre la posibilidad de que parte del financiamiento provenga de los fondos de Anses, Di Pelino consideró: “Eso genera mucho ruido y es un aspecto controvertido, porque esos fondos no tienen la finalidad de financiar proyectos de esas características”. 

En cuanto a la posición de ampliar los ductos existentes y revisar la capacidad de transporte de gas actual, el especialista opinó: “Comparto esa visión de completar todo lo que está, que son obras menores, pero cuantiosas. La comparación más cercana en materia de infraestructura en Argentina es la del sistema ferroviario. La administración anterior quería hacer un tren bala cuando teníamos los ferrocarriles destruidos. En Argentina no se puede resolver cómo arreglar una vereda y se quiere construir una torre de 40 pisos”. 

Por último Di Pelino expresó: “Este Gobierno no planifica. De Vaca Muerta, si todo sale bien, deberíamos esperar que sea un jugador importante regional. No debemos creer que vamos a pegar un doble salto en el aire y mañana vamos a ser los Emiratos Arabes”.

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