La Tecla Patagonia
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La sucesión de Horacio “Pechi” Quiroga no será una cuestión sencilla por varios motivos. El primero, tiene que ver con su repentina partida que, pese a padecer una dura enfermedad, sorprendió a todos. La noticia cayó como un balde de agua fría y no le dio tiempo a su entorno a preparar el terreno ante su ausencia.
En segundo lugar, la cuestión política. “Pechi” concentraba en su figura la expresión mayoritaria de la oposición neuquina. Y pese a la reciente derrota en la capital contra el Movimiento Popular Neuquino tras 20 años ininterrumpidos en el poder, su caudal política aún era muy grande.
Asimismo, como todo personalismo, su representatividad se volvió intransferible. La última prueba fueron los comicios capitalinos, donde Marcelo Bermúdez no logró continuar con el legado quirogista, pese a pegarse al candidato y prometer una continuidad. Antes, tampoco hubo hombres y mujeres que lograran salir debajo de su paraguas. El fallecido Intendente conducía y ordenaba a la tropa, y su figura igualaba las lógicas tensiones internas del espacio, aún en la derrota. Sumado a ello, en Neuquén, como en la región y a nivel nacional lo que alguna vez fue Cambiemos se encuentra en retirada. En ese retroceso, las posibilidades de un rearmado sin “Pechi” serán aún más complejas.
Por último, lo más obvio: Quiroga no estará para defender su gestión en un escenario de traspaso de mando a su histórica fuerza política rival. Ya en las primeras reuniones de la comisión de transición, el equipo del emepenista electo Mariano Gaido esbozaron cuestionamientos a las decisiones del Ejecutivo Municipal, aún sin conocer a fondo los números de la gestión. Ante ello, quedarán los hombres elegidos por el propio “Pechi” antes de su salida, para defenderse de las acusaciones y dudas del gobierno entrante, aunque ya sin el testimonio clave del principal ejecutor de las políticas en la ciudad.
Los reemplazos y la campaña
Formalmente, al frente del Municipio quien quedará a cargo hasta el 10 de diciembre será Guillermo Monzani, hasta entonces presidente del Concejo Deliberante, tal cual y como lo establece la Carta Orgánica. Monzani es uno de los dirigentes que integraban el círculo más cercano al intendente y ya se encontraba a cargo de la Comuna debido a la licencia política solicitada por Quiroga a fines de septiembre.
En el caso de la boleta de Juntos por el Cambio que llevaba a Quiroga como primer candidato a Senador, el reemplazo será el suplente Pablo Cervi, como lo establece la ley. Se trata de un empresario local, que tendrá la misión de mantener el segundo lugar obtenido por la fuerza en las PASO si quiere ingresar a la Cámara Alta.
Por otra parte, ya no hay tiempo para un giro en la campaña que, tras las dos jornadas de duelo provincial, volvió al ruedo a poco más de quince días de la elección general. Por caso, todas las gráficas desparramadas a lo largo y ancho del territorio neuquino llevan el rostro de Quiroga, principal referencia de Juntos por el Cambio en la provincia. En el mismo sentido, no hay tiempo para la reimpresión de nuevas boletas ya que no darían los plazos legales, pese a la orden de la Junta Electoral Nacional. Es “imposible”, aseguraron desde el espacio, por lo que la figura de “Pechi” permanecerá en las papeletas junto a la de Lucila Crexell en la categoría de Senadores, pese a que será Cervi el candidato que elegirán los votantes y asumirá la banca en caso de ganar.
En tanto, su figura pos mortem representa una contradicción dentro de Juntos por el Cambio. Su permanencia en la campaña para algunos puede ser considerada un “uso político”, que genere rechazo en el elector. Otros, por el contrario, creen que quitarlo sería no hacerle honor a su persona, olvidarlo. Sea como fuere, la sucesión de Quiroga ya está en marcha.