1 de julio de 2020
ANALISIS CHUBUT
Por una cabeza…
La supuesta salida de Cecilia Torres Otarola, dejó en evidencia una fuerte disputa de poder dentro del Gabinete, que excede a la figura de la Ministra. Blanqueó el enfrentamiento de dos círculos influyentes del gobernador, Mariano Arcioni, que ayer pusieron en evidencia sus poderíos. Hubo un claro ganador
Por Mariela Branda
“Por una cabeza, de un noble potrillo que justo en la raya, afloja al llegar; y que al regresar, parece decir no olvides, hermano; vos sabes, no hay que jugar”. Casi como en el tango, con ribetes ornamentales y de novela, se vivió ayer una intensa jornada política en la provincia de Chubut. La “cabeza” en cuestión era la de la ministra de Familia, Cecilia Torres Otarola. Tenían listo a otro potrillo preparado para largar, pero en un giro inesperado, Otarola, llegó a la meta y se quedó en el cargo.
Tal como informó, La Tecla Patagonia en exclusiva en la jornada de ayer, cuando todos daban como despedida a Torres Otarola, una alta fuente de Fontana 50 y allegada al Gobernador, confirmó a este medio que la “Chechu” no se iba, al menos por el momento. ¿Qué pasó en medio?
Un encuentro entre la Ministra y el Gobernador a solas fue uno de los puntos que determinó la continuidad, pero no el único. El conflicto por la salida de la Ministra de Familia blanqueó una fuerte disputa de poder dentro del Gabinete, que venía gestándose desde hace algunas semanas.
Otarola, tiene la "banca" dentro del Gabinete, de la vieja mesa chica de Arcioni. Esa que conforman básicamente el ministro de Seguridad, Federico Massoni y el asesor estrella, “Rafa” Cambareri. Este entorno, que era el que ejercía influencia en el primer mandatario casi de manera exclusiva hace algunos meses atrás, se vio opacado con la llegada de Andrés Meiszner a la secretaría general de la Gobernación.
A partir del desembarco del quilmeño en el terreno político del Gabinete, comenzaron a sentirse desplazados los viejos asesores y esto generó una interna silenciosa, hasta ayer, dentro del equipo político chubutense.
Fuentes del Gobierno, revelaron a este medio, detalles de la operación salida de Otarola. En rigor, el pedido de renuncia existió, se lo hizo el propio Meiszner a la Ministra. Ella se negó y movió sus influencias con la “vieja” mesa chica para conseguir un encuentro a solas con Arcioni. Lo logró. Charlaron durante casi una hora. Previamente, el mandatario había conversado del asunto con Cambareri y Massoni, que mediaron a favor de la “Chechu”.
Lo que sucedió después es conocido. Otarola sigue en el cargo pero más allá de esto, lo que quedó en evidencia es el poder que todavía ostenta esa “vieja” mesa chica que ayer resultó claramente ganadora de la primera batalla, que por lo que se advierte, no será la única.