15 de noviembre de 2020
ESPACIOS DE PODER
Chubut, un patriarcado
La otrora legisladora provincial y dirigente del peronismo, Gabriela Dufour, expresó sus sensaciones respecto del rol de la mujer en la política dentro de la provincia. Realiza un análisis histórico y lo compara con la bajada de línea del Frente de Todos a nivel nacional. La mirada crítica de alguien que supo ser parte y hoy participa desde la militancia
*Por Gabriela Dufour
(Docente investigadora de la facultad de Ciencias Económicas. De la universidad de la Patagonia y diputada provincial mandato cumplido. Militante del Frente de Todos)
Para quienes militamos el feminismo desde hace mucho tiempo y participamos activamente de un modelo enmarcado en el campo nacional, popular y democrático, el día 9 de agosto del 2018 fue un día bisagra. Ese día, la senadora Cristina Fernández, conductora de este movimiento, en el discurso de cierre de su bloque y antes de votar la ley de interrupción voluntaria del embarazo, dijo “ … vamos a tener que agregarle feminismo a lo nacional y popular”.
Pero no quedo ahí, sino que reconoció que las que le hicieron tomar conciencia de la situación “… fueron las miles de chicas que se volcaron a la calle a reclamar…” Y continuó “… verlas criticar y describir una sociedad patriarcal nos debe colocar en un lugar diferente.”Pero también dijo algo muy fuerte y que no tuvo tanta trascendencia, que es muy importante y es un concepto contra los que luchamos las feministas, “…siempre se vota con convicciones, pero lo terrible es cuando pretendemos que se legisle para que los demás vivan de acuerdo a mis convicciones.” Esto es, que en la esencialidad democrática, los intereses prevalentes, son los del conjunto y no los personales o individuales.
El Frente de Todos hace mas de un año ganó las elecciones en nuestro país y en Chubut el gobierno provincial se alineo en ese espacio. Desde ese momento dos sectores que se denominan oficialismo y oposición se disputan el liderazgo del Frente de Todos en Chubut. Aunque tristemente, y en términos feministas, coinciden en lo que respecta a que ninguno tiene una acción activa y consistente, para que el poder se ejerza en forma igualitaria, y se visibilizan importantes diferencias con las políticas nacionales.
Desde la asunción de la fórmula Fernández – Fernández, fueron innumerables las acciones tendientes a transitar un camino difícil, arduo pero firme y claro en la transversalización de la perspectiva y las políticas de género en el gobierno, y no solo se circunscribió al Poder Ejecutivo, sino que el Frente profundiza y consolida acciones en el Poder Legislativo Nacional, y lo intenta pero fracasa su acción en el Poder Judicial, ante un poder patriarcal infranqueable, pero persiste con claridad en sus objetivos.
También los partidos políticos que conforman el Frente de Todos a nivel nacional, ratifican la paridad cumpliendo con el principio de autonomía en la toma de decisiones. Es decir, no sólo otorga cargos a las mujeres para que “salga bien la foto” y no los critiquen, sino que empoderan a las mujeres con acciones concretas. Pero además, las funcionarias con poder de decisión en el gobierno nacional, institucionalizaron un espacio de trabajo y militancia feminista, destinado a potenciar y dar mayor fortaleza a las acciones tendientes a lograr la igualdad de género. Otro tanto se impulsa en las cámaras empresarias y sindicatos, aunque es necesario reconocer que en estos ámbitos, los avances son menores aún.
En cambio en Chubut, tenemos leyes pioneras, como la “Ley de protección integral e igualdad de oportunidades y equidad de género”-Ley XV Nº 26-, que tiene más de dos años de vigencia y nunca se aplicó efectivamente. En nuestra provincia, existe desde hace muchos años el aborto legal, seguro y gratuito en los hospitales públicos, y tuvimos médicas perseguidas por cumplir su función, necesidad de exigir ante la justicia el cumplimiento y la objeción de conciencia como barreras para ejercer el derecho que se utiliza como excusa para cercenar la libertad de las mujeres. Y ni qué hablar si analizamos la cobertura de cargos en el Poder Ejecutivo; siguen ocupando las mujeres los cargos “asignados” a nuestro género, ministras de Educación, o de las áreas sociales, pero ninguno donde se dirime buena parte del poder real de la política o las decisiones que tocan intereses económicos. Las autoridades máximas del Poder Judicial en la Provincia son el Superior Tribunal de Justicia, el Ministerio Público Fiscal y el Ministerio de la Defensa Pública. Un total de ocho cargos, que en este momento, tiene cuatro vacantes para cubrir; obviamente los cubiertos son por varones, y nunca una mujer en los 62 años de vida de Chubut, integró esos espacios.
Resulta obvia la necesidad de garantizar la paridad también en este ámbito, fuertemente desprestigiado en las encuestas de opinión y en las conversaciones diarias. Pero por el contrario, las respuestas que se han escuchado, son“no hay mujeres”, “no entienden de política”, y cosas peores como “deben priorizar el hogar”, como dijo un ex integrante del Superior Tribunal Justicia, al que se le pidió Juicio Político, por esos y otros dichos misóginos y discriminadores, pero el patriarcado reinante en el Poder Legislativo, nunca avanzó en acciones positivas para eliminar, o por lo menos minimizar un poder judicial patriarcal. Resulta claro que la indecisión del Ejecutivo y del Legislativo de avanzar, son clara muestra de compartir ese patriarcado que a vastos y mayoritarios sectores de la ciudadanía chubutense, resultan frustrantes.
Como exponía en los primeros párrafos, Chubut está lejos de las líneas del Frente de Todos a nivel nacional, y estará mas lejos aún si no entiende el cambio de época, los nuevos ideales que movilizan e identifican a las nuevas generaciones y a quienes a partir de la información ven que el mundo se encuentra revisando sus paradigmas. Esto que se ve en el gobierno, se puede trasladar a los partidos políticos también. Entonces, conviene destacar que no sólo es un problema de igualdad de derechos, de acceso a cargos, sino que lo más importante es incorporar las formas y ejercicios del poder del feminismo, que es la verdadera transformación, lograr métodos basados en claridad, persuasión y consenso en la toma de decisiones.