31 de enero de 2021
NEUQUEN
El gobierno de Gutiérrez sin diálogo y a la deriva
La provincia es un abismo de endeudamiento, desocupación y pobreza, sin opciones ni oportunidades. Más allá de los nombres propios necesitamos ideas superadoras para avanzar y dejar atrás éste presente que duele.
*Por Sergio Fernández Novoa (Diputado provincial Frente de Todos de Neuquén)
La pandemia reveló, como en una película, distintos aspectos de la vida personal, social y política de los argentinos. En Neuquén quedó al descubierto una de las falencias más importantes de la forma de gestionar de Omar Gutiérrez: la falta de diálogo y vocación democrática.
La oposición política en la provincia representa al 60% de los votos, lo que implica que un gobierno democrático, que incluya a todxs los ciudadanxs, debe escuchar, dialogar, aceptar críticas y gobernar para todxs. Omar Gutiérrez no es un ejemplo de esto.
Ya avanzada la pandemia desde el gobierno provincial crearon un Comité de Emergencia, integrado por miembros del Poder Ejecutivo, intendentes, legisladores e integrantes del Poder Judicial para trabajar entre todos en la búsqueda de soluciones, pero que en definitiva solo fue una pantalla para la prensa.
Este Comité se reunió muy pocas veces, lo que demuestra que no hubo una intención de que sea una instancia de participación. No funcionó, no fue ni es una herramienta política de discusión real. Tampoco una fuente de soluciones a los múltiples problemas que atravesamos en la provincia.
Por el contrario, la emergencia quiso ser utilizada hacia fines del año pasado por el gobernador Gutiérrez para blanquear su necesidad de seguir tomando deuda. Así, propuso en sesiones extraordinarias de la Legislatura que se extendiera la emergencia sanitaria, que tiene vigencia hasta el 22 de marzo y que se podía tratar cuando empiece el período ordinario.
¿El objetivo? Adecuarse al pacto fiscal que firmó con el gobierno nacional y que no permite el endeudamiento en moneda extranjera. Como Gutiérrez tenía autorizado tomar deuda por 140 millones de dólares, incluyó un artículo para convertir ese monto a pesos que le permita endeudarse por 12.796 millones de pesos.
La voracidad del gobernador Gutiérrez para endeudarse y su incapacidad para construir consensos tuvo otro capítulo en la discusión parlamentaria del presupuesto 2021.
Por el lado de la deuda, la ley de leyes fue aprobada con artículos que le dan al Ejecutivo vía libre para continuar endeudándose sin dar cuenta de las condiciones, ni del destino real de esos fondos; y algo que es moneda corriente para este gobierno: sin que tenga un control estricto por parte de la Legislatura, que es donde están representados todos los neuquinos y las neuquinas.
La deuda no es buena, ni mala. Pero si no se utiliza con criterio, si no contempla herramientas económicas expansivas, si no busca reconvertir la matriz productiva de la provincia, brindar incentivos a las pequeñas y medianas empresas, o la recomposición de salarios que impulsen el mercado interno; se transforma en un bumerang que hipoteca el futuro.
La inversión en Salud tampoco se contempló. Esto lo vimos expresado en los últimos meses no solo en la protesta de los intensivistas del Hospital Castro Rendón sino de todos los médicos y trabajadores de la salud, tanto activos como jubilados, que dejaron expuesta la precaria situación del sistema sanitario neuquino, ejemplo en el país y en el mundo hace ya varios años.
Está claro que Gutiérrez, desde que comenzó a gobernar en 2015, lo único que hizo con la deuda es cubrir gastos corrientes, tapar baches, poner curitas. No hubo ni hay una política de fondo que le dé herramientas a la provincia para mejorar su economía.
De todas las propuestas que hicimos desde el Frente de Todos para el Presupuesto 2021, como la asignación de mayores recursos a la producción industrial, al turismo, a la educación, a las economías regionales, ninguna fue escuchada.
El gobierno no dialoga, no discute, no acepta críticas. Gutiérrez conduce a la provincia a un abismo de endeudamiento, de desocupación, de pobreza; sin justicia social, sin infraestructura, sin opciones, sin oportunidades.
La política desarrollada por el gobierno provincial destruye la identidad neuquina, nuestra
tierra, que siempre se caracterizó por ser una fuente de oportunidades.
Es muy importante que como oposición logremos que la Legislatura deje de ser una escribanía del Poder Ejecutivo.
Es posible vivir mejor. Para eso, más allá de los nombres propios, tenemos que elaborar y exponer las ideas superadoras. Convocar a un conjunto plural de hombres y mujeres dispuestos a construir una provincia donde vivir con plenitud y dignidad.