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Argentina
18 de marzo de 2021
INFORME

Juan Peláez: "Tenemos que darle identidad al partido"

El flamante presidente de la Unión Cívica Radical en la provincia de Neuquén se prestó al diálogo con La Tecla Patagonia a través de una entrevista por Zoom. Sus orígenes en la política. Objetivos en el corto, mediano y largo plazo al frente del partido centenario. La referencia de Raúl Alfonsín y de su padre, Victor.

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Por Sebastián Simonetti

El domingo pasado se llevaron a cabo las elecciones internas en el radicalismo neuquino, donde se determinó que sea Juan Peláez quien lleve las riendas del partido centenario. Se trata de un abogado de 45 años, casado con Laura hace 17 y padre de María José de 13. La familia, la religión y el partido radical son los pilares de su vida.

La victoria que lo posicionó al frente de la Unión Cívica Radical en la provincia fue contundente, por más del 70% de los sufragios. Tras meses de tensiones y ásperos enfrentamientos con la otra lista (Roja, encabezada por Yenny Fonfach) ahora tiene un gran desafío por delante, la reconstrucción del partido.

Ante este escenario, el flamante presidente de la UCR provincial se prestó al diálogo con La Tecla Patagonia, en un repaso por su historia personal y sus orígenes en la militancia partidaria, pero también con vistas a lo que viene. El futuro del radicalismo, la situación política de Neuquén, objetivos personales y colectivos, son algunas de las temáticas que se desprenden de la extensa y distendida conversación con este medio.


-¿Cómo fueron tus orígenes en la política? ¿Por qué elegiste militar en el radicalismo?

-Empecé a militar a los 17 años, porque mi padre era dirigente radical y en el año 92/93 estaba de candidato a diputado nacional. Empecé dándole una mano, colaborando. Me gustaba la política y a los 18 me afilié al radicalismo.

Estudié abogacía en Córdoba, me recibí y me fui a Morón, en Buenos Aires donde me recibí de Escribano, aunque nunca ejercí. En 2001 volví a Neuquén y empecé a militar activamente en política. Fui presidente de la juventud radical y participé en la primera gestión de (Horacio) Pechi Quiroga. Después me alejé y volví en 2007, donde integré la gestión de (Martín) Farizano, hasta 2011, donde me dediqué de lleno a la actividad empresarial. Desde ese momento dirijo la clínica Pasteur. 

Desde el 2001 al 2011 me dediqué paralelamente a mi profesión de abogado, tenía mi estudio jurídico. En 2018 y 2019 hice una maestría en Negocios en la Universidad Austral. En 2019 quise participar de las PASO como candidato a diputado nacional pero no pude hacerlo por razones que ya no son de trascendencia. Desde ese año estoy militando otra vez activamente en el radicalismo.



-Más allá de las idas y vueltas, evidentemente siempre tuviste presente la militancia...

-Siempre tuve la intención de volver a la política, pero trataba de ponerme el freno de mano con la actividad empresarial, porque sabía que cuando me picara el bichito otra vez me iba a meter de lleno, como estoy ahora.

A partir del 2020 empezamos a vivir un proceso interno bastante tenso dentro  del partido que nos llevó a la interna del domingo pasado donde se dirimió claramente qué partido queremos los radicales.

El sector que nos enfrentaba tenía y tiene vínculos muy fuertes con el MPN. El partido provincial se dedica a cooptar todas las entidades que se dedican a la actividad política: bibliotecas, clubes de barrio, sindicatos, colegios profesionales y obviamente partidos políticos

Dentro del partido tenemos dirigentes que están comprados por el MPN, que trabajan en entidades del MPN o son funcionarios del gobierno y pretenden o pretendían conducir el partido. Siempre sostuvimos que quienes conduzcan el partido no deben tener ningún vínculo ni interés con el gobierno provincial. Nosotros sostenemos que tenemos que enfrentarnos, oponernos, a un partido que confunde desde hace muchos años partido gobierno y estado y utiliza todos los recursos  medios que tiene al alcance para mantenerse en el poder. ;más allá de que gobierne bien o mal, a ellos no les interesa eso. Solo quieren ganar elecciones.

-¿Con qué partido te encontraste cuando volviste? 

-Hubo una decadencia paulatina del radicalismo en los últimos años. Fue perdiendo los espacios de debates de ideas. Los dirigentes más pensantes, más formados y con visión más clara del partido se fueron alejando, algunos por cuestiones nacionales y otros más locales.

Nos encontramos con un partido que estaba conducido o integrado por gente que no se guiaba por los principios del radicalismo, sino que tomaba decisiones en función de si le daban o no una categoría más en el municipio de Neuquén. Ahora ganamos la elección partidaria y el partido va a estar integrado por otra gente.

-¿Cómo se dio tu vuelta? ¿Te convocaron?

-Siempre tuvimos muy buena relación con César Gass. Reconozco que hizo cosas muy buenas en su gestión del partido. Levantó mucho el comité de la ciudad que estaba bastante deteriorado, lo mismo con el de Chos Malal. En cuanto él podía abría el partido para la participación de los afiliados, pero también se encontraba con órdenes que le imponían. Cuando en 2019 me acerqué con intenciones de ser candidato a diputado nacional me manifestó su apoyo, más allá de que yo no le pedí permiso a nadie. Y sostengo que cualquier radical debe hacerlo. Nadie me convocó, fue una decisión mía porque eran las PASO y no iba a depender del partido ni de una convención que me proclame, o de trampas que se viven en las internas. 

En cuanto a la elección partidaria del domingo, yo empecé a insistir a partir del 10 de diciembre del 2019, cuando vi quiénes asumían en el gobierno municipal y otros organismos vinculados al MPN, donde había gente del partido, dije basta, esto no puede ser. Se lo transmití al entonces presidente del partido, César Gass, que no lo podía permitir.

Ver que un candidato funcional al MPN para que perdiera Bermúdez la intendencia pasaba a ser presidente del cordineu, o ver que en el gabinete de Gaido estaba el presidente de la juventud radical; la misma Fonfach que estaba en la secretaría de desarrollo social aparecía mágicamente como vicepresidenta de CALF. ¿Desde cuándo tanta simpatía del MPN con el radicalismo? Lo que está sucediendo es que nos están vendiendo, estaban regalando el partido al MPN. Ahí fue cuando hablamos con Gass y entendimos que teníamos defender el partido para los radicales. Empezamos a recorrer la provincia y hablar con todos los afiliados. Fue un proceso muy largo, de diez meses, con enfrentamientos y tensiones. Y terminó con una victoria muy abultada. Superamos el 71% de los votos en la ciudad de Neuquén y ganamos en todos lados. Quedó todo sobre la mesa. En la última semana, los empleados del MPN iban casa por casa pidiendo a los afiliados que vayan a votar. Camionetas y víveres de CALF. El domingo le ganamos no solo a la otra lista, sino también al MPN, que quería quedarse con el partido.



-¿Cómo encarás esta función de presidente y líder de la UCR?

-Lo tomo con mucha responsabilidad, sé también que hay muchas expectativas. Pero le digo a todos los radicales que nosotros tenemos que tener las expectativas puestas en el partido y el funcionamiento institucional. No hay líder mesiánicos ni nadie que pueda llevar al partido a otro lugar. Tiene que funcionar todo como corresponde, darle mayor protagonismo a los jóvenes. Que se empiecen a formar dentro de la doctrina radical, tanto desde la juventud radical como desde Franja Morada. Ahí tendremos un semillero para las próximas elecciones. el objetivo es llegar al 2023 con candidatos a intendentes y concejales en toda la provincia. Y ese es un trabajo colectivo, no es de nadie en particular.

También el radicalismo debe reconocerle el espacio que le corresponde a la mujer. Este es un partido muy tradicional con claras tendencias machistas. Ya hemos aportado un granito de arena con 6 mujeres que van a presidir los comités locales, pero falta. Queremos un partido aggiornado a las nuevas demandas sociales pero con las raíces históricas del radicalismo. Queremos un partido que se ocupe de la Educación, como siempre se ocupó, de la reforma universitaria del 18 para acá; que se ocupe de los más desposeídos, como con Alem e Hirigoyen, que el radicalismo empiece a poner otra vez la problemática de la honestidad administrativa como hizo con Illia. Hoy no conocemos una sola causa de corrupción acá en la provincia a pesar de que hay un mismo partido hace tantos años. Y no porque la corrupción no exista si no porque lo que existe es la decisión política de no investigarla. Queremos que el radicalismo vuelva a ser el partido de la defensa de las libertades. Acá tenemos debido al sistema feudal del MPN un partido que aprieta gente para que voten de determinada manera. Hay gente que se tiene que afiliar al partido provincial. La prensa se autocensura por la dependencia de la pauta. Hay ciberpatrullaje en las redes sociales para ver si los empleados públicos publican noticias favorables al gobierno. Frente a todas esas cosas el radicalismo tiene algo que decir.

-Sabiendo que la interna fue tensa...¿tenés intenciones de buscar un acercamiento con la otra lista?

-La unidad que siempre es tan proclamada y deseada se da cuando hay una comunión de valores y principios. En este caso, con algunos dirigentes, fundamentalmente con Fonfach existen diferencias irreconciliables. Es muy difícil que podamos encontrar unidad. No obstante, reconozco que la gran mayoría de la lista Roja acompañó de buena fe la candidatura sin saber las intenciones detrás. Esas personas seguramente se van a sumar y las vamos a convocar. Estamos convencidos de que tenemos que tener un radicalismo fuerte y amplio. Tenemos que promover la unidad, pero no con cualquiera ni a cualquier precio. No vamos a entregar nuestro pensamiento ni lo que estuvimos diciendo todos estos meses en toda la provincia. Mientras sigan trabajando algunos en CALF o en el municipio de Neuquén y sigan teniendo vínculo e intereses con el MPN, no vamos a poder compartir un mismo proyecto.



-Este es un año electoral…¿cómo encaran la elección nacional y la capitalina?

-Con respecto a la elección nacional, el radicalismo de Neuquén forma parte de la Unión Cívica Radical a nivel nacional. En ese marco, el radicalismo desde la convención de Gualeguaychú para acá ha confirmado la conformación de la alianza Cambiemos y Juntos por el cambio. En ese sentido no va a haber grandes cambios. Nosotros confiamos en que tenemos buenos hombres y mujeres para proponer nuestros candidatos para las PASO.

En cuanto a la alianza local, eso está por verse todavía, está medio verde. El domingo elegimos nuestros candidatos a concejales, lo hicimos de manera democrática, de cara a los afiliados, donde se impuso nuestra lista, que encabezo yo, seguido por Rocío Casamayor, que es actual concejala.

Seguro iniciaremos conversaciones políticas con otras fuerzas políticas para ver si es posible ir en algún frente que nos haga más fuertes para disputarle el poder al MPN, que siempre se encarga de dividir a la oposición. A través de cooptación de dirigentes, o armar partidos municipales y ponerlos a disposición de algún candidato herido por una interna. Tenemos que ver cómo nos fortalecemos y construir una alternativa real de poder al MPN.

La verdad que el domingo después de las elecciones recibí 250 mensajes de felicitación y había una alegría general compartida por dirigentes de todas las fuerzas políticas, en especial de las opositoras al MPN. Y eso es debido a que de alguna forma todos vieron que el radicalismo se había sacado de encima ese escolio para poder hablar y construir seriamente una alternativa electoral. La verdad es que Fonfach trabajaba y trabaja para el MPN. su función era romper o impedir cualquier tipo de construcción política que pudiera disputar el poder al MPN. Y por esa función ella recibía los beneficios como apoyo para la campaña, lugares en CALF, publicidad callejera...etc.


-¿Cuáles son tus aspiraciones electorales?

-Cualquier aspiración nacional hoy la descarto totalmente. Hoy fui elegido como candidato a concejal por el radicalismo y tengo que asumir esa responsabilidad y lo voy a hacer con todo gusto. Si en algún proyecto colectivo tengo que dar un paso al costado lo haría con todo gusto. Creo en los proyectos colectivos y no en los caprichos personales. 

Mi función principal y la que más tiempo me va a llevar es la de liderar el partido radical. El gran objetivo es llegar al 2023 con candidatos radicales posicionados en toda la provincia, con posibilidades reales de ganar. Con dirigentes formados desde la juventud radical y franja morada, con conocimiento de los problemas de cada localidad. Es una tarea muy grande la que tenemos por delante. Tenemos que darle identidad al partido. Es un problema central del radicalismo, En estos años se ha desdibujado la identidad y por eso la pérdida de cargos y espacios de poder. Si la recuperamos, naturalmente vamos a recuperar esos espacios y vamos a volver a ser el radicalismo que siempre fuimos y nunca debimos haber dejado de ser. Hoy el radicalismo se tiene que oponer al régimen feudal que tenemos en la provincia. Uno donde el poder judicial no tiene independencia, donde existe el blindaje mediático. Donde cada vez gobiernan peor y ganan más elecciones, el MPN confunde partido gobierno y estado. Han destruido el sistema electoral con un montón de colectoras que juegan a su favor. Todos los partidos orbitan alrededor del MPN.



Sus referentes: Alfonsín y su padre, Víctor



"Como dirigente nacional, el que más me llega es Raúl Alfonsín. Las razones sobran, pero destacar la valentía que tuvo en los años previos a ser electo presidente. El tipo se la jugaba como abogado para presentar hábeas corpus por aquellas personas detenidas desaparecidas. Rescato eso, la valentía cuando se paró frente a la Sociedad Rural y lo chiflaban, ese hombre democrático que se mantenía firme en sus convicciones en todo momento. Que mantenía la humildad cuando hablaba con el gordito de Chos Malal pero también cuando se le plantaba a Reagan en la Casa Blanca. Un ejemplo por donde se lo mire", expresó Peláez.

"A nivel provincial, va a ser un poco personalista, pero rescato la figura de mi padre. Quizás porque lo conozco más que a cualquier otro, pero un tipo muy leal y fiel a los principios, un tipo muy coherente. Que también siempre se la jugaba. Correcto, humilde. Si hoy soy presidente del partido es en gran parte gracias a él. Me allanó muchísimo el camino, en cada lugar que iba me hablaban bien de él. Me da un ejemplo y una obligación de cómo conducir el partido. Y también que el día de mañana mi hija pueda tener el orgullo de llevar este apellido", agregó emocionado.

Respecto de dirigentes de otros partidos, Juan apuntó que "siempre me gustó el perfil de Schiaretti de Córdoba, Urtubey de Salta. Los peronistas moderados, que no se quieren llevar las instituciones por delante. Son esos dirigentes con los que se puede construir y crear políticas públicas de largo alcance. Los veo como portadores de una política sana. En la provincia me cuesta más. Veo la actividad política muy contaminada en Neuquén".


El recuerdo de Pechi Quiroga

"Tuve buena relación con Pechi hasta el el 2010. Después, ni él ni yo supimos mucho qué pasó ni por qué nos alejamos. Pero en 2019 nos acercamos y hablamos y fue muy reconfortante. Nos encontramos en su despacho y en dos oportunidades más hablamos. cuando falleció lamenté muchísimo su muerte y el no haberme acercado antes a hablar con él. Porque era un gran tipo y es algo de lo que me arrepiento", confesó Juan, visiblemente conmovido.

"Su figura había crecido mucho y estaba por encima del radicalismo y de Juntos por el Cambio. Una figura muy fuerte, un animal político. Toda su vida dedicada a la política. Fue 4 veces intendente con muy buenas gestiones. Nosotros reivindicamos sus gestiones como así también la de Martín Farizano. Son 20 años del radicalismo al frente del municipio. Eso nos dio al partido un montón de hombres y mujeres con mucho conocimiento sobre el municipio, la ciudad, la gestión pública y también de política. Por lo cual, entendemos que no podemos conformarnos con menos que volver a la intendencia. Somos el partido más preparado para volver a la intendencia, tenemos la experiencia de gobierno", agregó. 

Por último, Peláez disparó contra la lista Roja, competidora en la interna que llevaba la imagen del exintendente:"no nos escondemos detrás de Quiroga ni Farizano. No usamos a nuestros muertos tampoco. Reivindicamos a todos , pero no los usamos".


El lado B del político



"A mi me gusta correr. Es algo que hago bastante hace muchos años. Salgo a correr por la barda...es algo que me hace muy bien y me ayuda a controlar el peso y el estrés. Uno cuando termina de correr tiene otro ánimo y enfoca los problemas de otra manera. Corro media maratón de 21 o 10 K. Correr por el río es muy lindo. Cuando viajo al interior siempre aprovecho para correr también", subrayó el dirigente radical.

En cuanto a la lectura, el presidente de la UCR recomendó: “Los siete hábitos de la gente altamente eficaz”, de Stephen Covey. "Es un libro que si uno lo lee con detenimiento y lo aplica en la vida diaria, impacta positivamente en la vida de cualquier persona. te ordena la vida, la agenda, disminuye el estrés. Es un libro super recomendable, que ha vendido más de 20 millones de copias", subrayó.

Respecto del séptimo arte, Peláez confió ser un aficionado a las series: "Me gustaron mucho Borgen y The Crown. Esas series vinculadas a la política son muy interesantes". Al momento de elegir una película, se quedó con el drama bélico "13 días" que "trata sobre la crisis de los misiles y la disputa que se da entre EEUU y Rusia. Muy interesante".

Al momento de señalar fortalezas y debilidades, el abogado neuquino manifestó: "defectos tengo muchos, pero soy medio malhumorado, así que puede ser el principal. Y virtudes, no sé, que hable otro, si es que me encuentra alguna (risas).
 

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