La Tecla Patagonia
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Ayer por la noche, el intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, adhirió por medio de un decreto a las restricciones dispuestas por la gobernadora Alicia Kirchner de cara a la pandemia de coronavirus. Sin embargo, a excepción del resto de la provincia, los casi cuatro mil empleados municipales deberán ocupar sus puestos laborales.
Así lo aviso por medio del decreto 2084/2021, que en un único artículo adhiere al provincial-82/2021-. Claro, con la excepción del artículo 11 que establece que en el municipio no pararán la administración pública.
En ese artículo, Kirchner expresó que, a partir del día 26 al 20 de mayo “los trabajadores estatales que presten funciones en todo el territorio provincial de los distintos regímenes legales vigentes de la Administración Pública Provincial, Entes Autárquicos y/o Descentralizados, Empresas y Sociedades del Estado, y Personal comprendido en la Ley Ex 591 del Consejo Provincial de Educación” quedan eximidos “del deber de asistencia a su lugar de trabajo".
Allí mismo invitó a los "Municipios y Comisiones de Fomento a adoptar similar temperamento para el personal que revista bajo su órbita". Sin embargo, como ya ha ocurrido en otras oportunidades, el intendente Pablo Grasso no replicará la norma.