30 de mayo de 2021
NEUQUEN
La Educación en alerta: un daño irreparable y sin propuestas a futuro
El diputado provincial de la Unión Cívica Radical, César Gass, escribió en exclusiva para La Tecla Patagonia sobre la problemática educativa en plena pandemia del coronavirus, pero va más allá en sus reflexiones y propone una revisión general del sistema
Por César Gass (Diputado provincial UCR-Neuquén)
No hago especulación política, menos aún en materia de salud y por supuesto tampoco en Educación. No ignoro el colapso sanitario que estamos soportando, donde un gobierno provincial sin rumbo dejó escalar una crisis durante 60 días. Por eso en este tema estoy apostando para que pronto podamos tener, entre otras cosas, una ley de carrera sanitaria.
Con respecto a la presencialidad, perdimos todo el año pasado. El sistema virtual acrecienta la grieta entre los que tienen posibilidades económicas para equiparse y aquellos que no pueden hacerlo. Y la escuela pública está concebida desde su génesis como elemento insustituible de igualación social. El daño de la no presencialidad, por no vincularse los chicos entre sí y con los docentes, hizo que en muchos casos, cuando en la casa no lo pueden tutelar en materia educativa, no hayan aprendido a leer y escribir. Otro tema importante es el daño psicológico, que es tremendo.
Pero además está comprobado que el contagio dentro de la escuela es bajísimo y aumenta cuando están circulando los chicos fuera de ella, en reuniones familiares y sociales. Por eso creo que se quiere esconder en la provincia la carencia de infraestructura correspondiente y la reconstrucción de las escuelas a las que le falta mantenimiento.
El viernes se reunieron ATE y el gobierno provincial y llegaron a un acuerdo salarial. No hablan de las vacunas para los docentes, no hablan de la recuperación de las clases ni la presencialidad. Simplemente fue una mesa salarial y dejaron en manos de la nada el resto de las cosas que le faltan a la educación.
El analfabetismo a que nos lleva la política educativa provincial nos genera un atraso que nunca se va a poder recuperar, en un mundo que transita básicamente por el conocimiento más que por los recursos naturales.