La Tecla Patagonia
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El fiscal de Villa la Angostura Adrián De Lillo dio positivo al test de alcoholemia al que fue sometido el pasado jueves a minutos de las 23 horas. Allí le labraron el acta y debió abandonar su vehículo que quedó secuestrado por haber violado las normas vigentes en la ciudad.
La sorpresa se la llevaron los efectivos policiales, que el pasado jueves, a pocos minutos de la prohibición vigente para circular, se encontraron con el fiscal alcoholizado.
De Lillo provenía de una cena en un reconocido restaurante céntrico cuando se encontró con el operativo policial de frente. Allí, como lo explica la rutina, solicitaron los papeles del auto y lo sometieron al control de alcoholemia.
Si bien no se encontraba en pésimas condiciones, el hombre tenía un miligramo más de lo permitido y tuvieron que secuestrarle el auto por presentar 0,6 gr en sangre, cuando el máximo perdonado por las autoridades se trata de 0,5 gr.
Por lo pronto su auto fue secuestrado y deberá abonar la suma correspondiente a la multa por alcoholemia. La parte más compleja empezará el lunes, cuando los fiscales generales de la ciudad analicen si es necesario realizar un sumario administrativo por tratarse de una autoridad de la ciudad.