La Tecla Patagonia
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En el día de ayer se determinó, por parte del gremio de los judiciales (SEJuN) el cese de actividades en forma de reclamo a la falta de recomposición salarial y al descontento por volver a trabajar de forma presencial.
La resolución se tomó por medio de asambleas virtuales, en la que los trabajadores analizaron la propuesta del Tribunal Superior de Justicia y determinaron que fue insuficiente. El combo de aumentos se establecía en tres cuotas, una de 2,5% correspondiente al mes de mayo y dos de 10% en septiembre y noviembre.
Si bien el último aumento por un 25% había sucedido en marzo de este año, los judiciales aseguran que arrastran una pérdida salarial que se remonta a un 43% desde el congelamiento de salarios en 2020.
Desde el gremio aseguran que el TSJ tiene los recursos como para mejorar la oferta, por lo que decidieron rechazarla y tomar medidas más drásticas. En este contexto, no solo se trata de una queja salarial, también están en desacuerdo por la vuelta a la presencialidad en sus oficinas.
La falta de vacunas y la congestión del sistema sanitario son dos de los principales fundamentos de SEJuN para plantarse ante las autoridades del Tribunal. No solo por la cantidad de contagios por Covid dentro de las instalaciones, sino por la incapacidad de atenderse en los hospitales colapsados ante cualquier eventualidad.
De momento, los judiciales se plantarán ante las autoridades y harán un cese de las actividades virtuales que venían desarrollando con vistas de lograr un nuevo aumento y poder continuar trabajando desde sus hogares y no desde las oficinas del TSJ.