A pocos pareció haberle sorprendido la renuncia del ministro de Economía de la Nación, Alberto Fernández, quien tenía, para muchos, los días contados.
Aunque sí causó sorpresa la oportunidad elegida para decir adiós por parte del funcionario: en medio del discurso de Cristina Fernández en Ensenada.
Finalizado el encuentro para homenajear al general Juan Domingo Perón, el veterano intendente de Berazategui, Juan José Mussi, confesó: “nosotros estuvimos anoche con el presidente, después del acto de la CGT, y no nos dijo nada, no hablamos de esto. Yo sí, por razones de edad me lo permití, le dije que tenía que armar un equipo dedicado exclusivamente al tema inflacionario”.
“Yo creo que algunas cosas mejoraron pero lo fundamental es que a la gente no le alcanza la plata, en estos momentos tenemos gente que trabaja y es pobre, cosa que nunca sucedió en Argentina, los pobres siempre fueron los desocupados”, evaluó el alcalde del Conurbano.
Desde el gremialismo, el dirigente de Suteba, Roberto Baradel, aseguró que “hay cuestiones que hay que transformar en la Argentina, como que hoy hay muchos compatriotas que trabajan y están por debajo de la línea de la pobreza, eso es lo que hay que transformar.
En cuanto a los desafíos futuros, sostuvo que “hay que transformar el endeudamiento que nos dejó el neoliberalismo y la matriz económica para poder distribuir la riqueza de otra manera y ayudar a las pequeñas y medianas empresas, a los pequeños y medianos productores, que eso genere trabajo y que eso mejore la calidad de vida de todos los ciudadanos”.
A su turno, el exministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Alberto Fernández, Felipe Solá, consideró que “la economía tiene que tomar un rumbo realista”.
“Esperemos que se recomponga desde lo político primero, porque Guzmán no es el culpable. Él es un técnico, y a un técnico no le podés pedir solidez política porque eso tiene que venir de otro lado”, dijo. |