4 de octubre de 2022
RIO NEGRO
Mascardi por dentro: vivir con miedo
La localidad ha sido escenario de violentos incidentes vinculados al conflicto mapuche. Vecinos relatan en primera persona a La Tecla Patagonia cómo es vivir en esta zona
Hasta hace 5 años atrás Villa Mascardi era un rincón paradisiaco de la cordillera patagónica. Ubicada dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi y a unos 35 kilómetros de Bariloche, esta pequeña localidad perdió desde hace tiempo su principal encanto: la tranquilidad.
Pasar la noche en Mascardi se convirtió prácticamente en una misión imposible. Los pocos vecinos que quedan en el lugar conviven a diario con tiros, estruendos, incendios y asaltos comando de grupos de personas encapuchadas. Algo simple como salir a cenar, hacer un mandado, o tomarse unos días de vacaciones, se convirtió en un plan de difícil resolución en el que hay que pensar estratégicamente la logística.
Hartos de la situación, muchos pobladores fueron vendiendo por un valor muy bajo sus propiedades y abandonando el lugar. Los que resisten, son en general personas mayores, nacidas, criadas en la localidad y que han desarrollado toda su actividad allí.
“Estamos totalmente desamparados, con mucho temor y amedrentamiento. Hay gente mayor que ha nacido en Villa Mascardi y que jamás en sus 80 años han pasado por una situación semejante”, cuenta con profunda preocupación uno de los vecinos consultados.
La Tecla Patagonia entrevistó a varios habitantes para conocer en primera persona cómo es vivir en Villa Mascardi.
El conflicto comenzó en 2017 cuando un grupo de personas tomó un predio conformado por dos lotes de Parques Nacionales. Se identificaron como miembros de la comunidad mapuche Lof Lafken Winkul Mapu y se refirieron a una recuperación territorial.
Desde entonces el conflicto en la pequeña villa no paró de crecer: cortes en la ruta 40, incendios, vandalizaciones. En 2018 usurparon “La Escondida”, propiedad de Juan Grehan y Magdalena Tournier. Luego tomaron, saquearon y desmantelaron el emblemático hotel de la localidad, propiedad de Parques Nacionales que se encontraba abandonado.
Más tarde, se sumó la usurpación del predio de Gas del Estado. En 2019 el robo de elementos en las cabañas Hueche Ruca del Obispado de San Isidro y luego despojaron al Obispado del predio. También se incendiaron tres cabañas Ruca Lauquen de la Asociación de Colegios San José.
A principios de agosto de este año incendiaron la cabaña Los Radales perteneciente a Luis Dates. Y el domingo 25 de septiembre atacaron e incendiaron una casilla de Gendarmería que se encontraba vigilando el predio, que más tarde fue tomado.
Por su cercanía con la zona en conflicto, desde Bariloche han manifestado su preocupación por los recientes hechos d violencia. “Lo vemos con mucha preocupación, con mucha angustia, estamos charlando con los vecinos de Bariloche y muchos están afectados por esta problemática. Hay un sector que tuvo la misma problemática, que ha perdido la casa y que tiene mucho temor, que ha comprado en la zona de El Pilar, por ejemplo, la familia Buenuleo y vive con mucha preocupación. Y hay mucha gente en esos barrios que ha comprado que son descendientes de mapuches”, explicó en diálogo con La Tecla Patagonia el concejal de Podemos Bariloche, Pablo Chamatropulos.
Y agregó: “No hay que plantearlo como una problemática mapuche sino como una problemática de algunos grupos que amparados en esa cuestión desarrollan hechos de violencia. La ciudad tiene muchísimos vecinos que tienen ese origen y conviven. Tienen en muchos casos reclamos o necesidades para plantear, pero lo hacen en el marco de la ley, del diálogo desde otra perspectiva”.
En tanto, el edil de JSRN de la localidad turística, Gerardo Ávila, señaló: “Con Mascardi tenemos cercanía con el ejido de Bariloche y es una situación que nos atraviesa en términos sociales porque hay una movilización que está ligada en algunos puntos con hechos de violencia y ha dividido a muchos sectores de nuestra comunidad”.
“Lo último que ha pasado es algo repudiable y pasa a un nivel mucho más preocupante por lo que se ha informado del uso de armas de fuego. Hay un interés de generar una situación de zozobra en la zona, que tiene algunos condimentos similares a lo que está pasando en Chile. Creo que hay actores que de un lado y del otro están tensionando la situación”, manifestó el edil y añadió: “El camino es centrarnos en las normas, respetar las instituciones, a los vecinos y a las comunidades históricas de la zona. Y no seguir promoviendo hechos de violencia”.
“La Provincia colabora en todo lo que puede colaborar dentro de su jurisdicción, pero acá hay una jurisdicción que es federal y la intervención debe ser federal, y lo último que se ha visto es que incluso la gendarmería es víctima de estos hechos de violencia”, indicó.
Mientras los gobiernos nacional y provincial se debaten responsabilidades, los vecinos cansados de la violencia, se movilizaron reclamando soluciones para un conflicto que no para de crecer.
Diego Frutos (Presidente de la Junta Vecinal)
“Las noches son interminables por los disparos y los apedreos”
“Vivir en Villa Mascardi es muy difícil, cada vez se nos complica más dado que este grupo de encapuchados terroristas sigue avanzando en su cometido de querer ocupar todo el Parque Nacional y hoy ya tienen 40 hectáreas tomadas, básicamente de propiedades privadas que primero han saqueado y luego incendiado. No tienen freno, siguen convocando más terroristas y este grupo de encapuchados está liderado por Facundo Jones Huala”, contó a La Tecla Patagonia el presidente de la Junta Vecinal de Villa Mascardi, Diego Frutos.
Sobre la posibilidad de la conformación del Comando de Fuerzas Federales, manifestó: “Siempre el anuncio es muy grandilocuente, pero a la hora de los hechos nunca vemos que se haga efectivo lo que anuncian”.
“Seguimos totalmente desamparados, con mucho temor y amedrentamiento. Hay gente mayor que ha nacido en Villa Mascardi y que jamás en sus 80 años han pasado por una situación semejante”, señaló Frutos y agregó: “Esto es un invento total lo de este grupo que se autopercibe mapuche. Nosotros convivimos con una verdadera comunidad mapuche que es la comunidad Wiritray, que está asentada hace más de 120 años y tiene su registración correspondiente conforme a la Constitución. También desprecian a estos encapuchados, fueron atacados y les han saqueado parte de sus tierras”.
“El día a día es muy complicado, cada vez quedamos menos vecinos y las noches son interminables por los disparos, las bombas de estruendo, los apedreos a nuestros techos. La mayoría de nuestras casas ya han sido incendiadas”, expresó.
Luis Dates (Dueño de “Los Radales”)
“La gente a la noche no duerme, hace turnos para poder descansar”
La Tecla Patagonia dialogó con el propietario de Los Radales, Luis Dates, sobre cómo es vivir en Villa Mascardi desde que comenzó este conflicto. “Se ha transformado en una pesadilla, no solamente por el hecho de temer por las propiedades de uno sino también por la integridad física porque esta gente no tiene límites y actúa con total impunidad”, señaló.
“La gente a la noche no duerme, hace turnos para poder descansar por el temor a perder en un incendio el trabajo de toda la vida, y encontrarse con la muerte. Hay hechos que demuestran este accionar, hace dos o tres meses la familia que fue incendiada en Los Repollos en El Bolsón”, detalló.
“Los cortes de ruta son continuos y uno no puede caminar tranquilo por la banquina porque desde los frentes de todas estas propiedades usurpadas (casi 5 kilómetros) uno es recibido por una lluvia de piedras”, contó Dates.
“Mi propiedad quedó totalmente destruida, yo no puedo regresar más a Mascardi, no tengo casa. Después la propiedad fue usurpada así que ya ni siquiera puedo entrar, han bloqueado la tranquera y el frente con chapas, han talado árboles y han hecho barricadas para evitar el ingreso de los legítimos propietarios o de las distintas fuerzas de seguridad que se disponga para recuperar mediante procedimiento judicial la propiedad”, explicó Dates sobre su situación tras el incendio y la usurpación de su cabaña.
“Estoy en permanente contacto con los vecinos que todavía resisten allí y la situación es trágica. Hay zozobra, angustia, terror. Fuimos dejados a nuestra propia suerte, Mascardi es zona liberada”, manifestó y añadió: “Hay gente que vivió toda la vida en Mascardi. En mi caso hace 20 años que estoy, pero hay gente que está desde la creación de la Villa, que tiene cerca de 80 años y están solos, sin que nadie los escuche ni les dé una solución a sus reclamos”.
Juan Grehan (Dueño de “La Escondida”)
” Me sacó de mi terreno un grupo de encapuchados con palos”
“A mí me incendiaron la casa en mayo de 2015 y la toma fue en noviembre de 2017. La nuestra era una casa de vacaciones, la compró mi abuelo hace 75 años y fuimos todos los veranos”, contó en diálogo con La Tecla Patagonia, Juan Grehan, propietario del primer terreno privado usurpado tras la toma del predio de Parques Nacionales.
“Yo fui en enero del 2018 cuando me avisaron que habían ocupado mi terreno. Había toda una situación muy violenta. Recorrí un poco, es un bosque así que uno podía entrar hasta que lo veían. En abril volví y pude estar un rato hasta que un grupo de encapuchados armados con palos vinieron en mi búsqueda”, señaló Grehan.
“El terreno pasó a mi familia, a mí y a mis hijos, recién en el año 98. Hasta entonces era de mis padres. Nosotros tuvimos esa educación de convivir con la naturaleza, de apreciar el bosque, el lago y de tener una vida diferente a las vacaciones que la mayoría de la gente hacía de playa y masas. Yo llegué a compartir eso con mis hijos 17 años”, relató y agregó: “Todo eso es parte de nuestra identidad, así que es muy duro, uno sigue adelante con su vida, pero nos falta. El año pasado pudimos volver por primera vez con mis hijos, no a ahí obviamente, sino que fuimos para el lado del lago Gutiérrez. Es algo que habíamos tenido que dejar de hacer y con mucho dolor. A Mascardi no fuimos, me cuesta mucho dejar de lado esos sentimientos y disfrutar de la belleza del lugar, del lago”.