En el marco del crecimiento de las sociedades y estructuras urbanas, las ciudades de Neuquén, Chocón y Plottier han ampliado su ejido urbano. Y en ese camino apunta el municipio de San Martín de los Andes, que hoy día cuenta con 14.000 hectáreas y ahora busca añadir 22.000 más, lo cual daría un total de 36.000 hectáreas que estarían bajo normativa municipal.
En ese marco y luego de ser debatida en el 2022, la ordenanza finalmente fue aprobada en el Concejo Deliberante y pasó a la Legislatura de la provincia de Neuquén, donde aún no fue tratada.
Es por eso que recientemente, los concejales de San Martín de los Andes solicitaron a la Legislatura neuquina un informe para conocer el estado del proyecto de Ampliación de la Jurisdicción Municipal. Donde se busca darle respuesta a la demanda habitacional a través de la ampliación de 22.338 hectáreas que permitiría casi duplicar el territorio, según la intendencia. La superficie que se pretende incorporar va desde la ciudad de San Martín hasta el Aeropuerto Chapelco, en dirección a la ciudad de Junín de los Andes.
En diálogo con La Tecla Patagonia, la Concejal del MPN, Eliana Rivera, señaló que “lo que sacamos en la última sesión fue una Comunicación a la Legislatura para que le de celeridad y tratamiento al tema. El proyecto ya fue presentado dada la emergencia habitacional que tenemos por lo que es importante que sea tratado”.
Tal como había informado La Tecla Patagonia, se trata de un conflicto de intereses. El proyecto fue promovido desde el Frente de Todos y el Movimiento Popular Neuquino (MPN), elaborado por el Ejecutivo municipal con la colaboración de asesores de distintos bloques del Concejo Deliberante, el cual requirió diferentes estudios y relevamientos, además de la realización de una audiencia pública con participación de diferentes actores de la sociedad.
En junio del 2022, el intendente de San Martín de los Andes, Carlos Saloniti, por pedido del bloque de Juntos por el Cambio, prorrogó el tratamiento del proyecto de la ampliación del ejido urbano, pese a que se tenía previsto trabajarlo con aceptación de todos los espacios. Esta dilatación provocó que aquella sesión del Concejo Deliberante tuviera álgidos momentos.
En ese marco, el bloque de concejales de Juntos por el Cambio argumentaba que no es buen momento para que esta propuesta trascienda públicamente, dado el mal estado de los servicios de la Comuna y la dificultad de acceso a los cerros y barrios, entre otras críticas a la gestión actual; señalando además que no serviría este tipo de debates, sumado a la gran cantidad de turistas que visitan la ciudad en las vacaciones de invierno.
Al respecto, Eliana Rivera, concejala del (MPN), indicó que le sorprendió que se justifique de esa manera la suspensión del debate, y afirmó que “la propuesta pretende incorporar al ejido actual 22.338 hectáreas; muchas de ellas han pasado de ser áreas rurales a una interfase periurbana, dado el crecimiento que va teniendo la ciudad”.
La edil considera que “estas expansiones son parte del sistema urbano ambiental de la ciudad, requiriendo servicios de saneamiento y agua, recolección y disposición de residuos, conectividad vial, entre otros; haciendo necesaria la integración ambiental y social para que San Martín de los Andes siga creciendo pero que preserve su identidad y resguarde sus recursos naturales, y el entorno, que es sin duda lo que nos diferencia de otras ciudades”.
La posibilidad de ampliar la injerencia del Municipio de San Martín de los Andes sobre un área muy superior a la actual, tiene entre sus objetivos obtener tierras para desarrollo de viviendas. La dificultad del tratamiento se debe a que dentro del territorio que se incorporaría al Municipio hay una serie de emprendimientos de lujo y de gran escala ubicados a las laderas del Cerro Chapelco, además de varios barrios privados que hoy no tributan a ningún gobierno local.
Algunos de los dueños de estas iniciativas se oponen aludiendo que se responsabilizaron del loteo de dichos terrenos, como así también de la provisión de servicios, acceso a luz y agua y trazado de calles, y que, con la aprobación de la ampliación del ejido, estas gestiones pasarían a la Municipalidad. Esto provocó un clima tenso en la ciudad patagónica, donde se vislumbraron conflictos de intereses, o diferencias sobre el sentido que tendría dicha ampliación.
Si bien todos los espacios políticos coinciden en que es algo común del crecimiento de la ciudad, desde Juntos por el Cambio temen que se trate de una intención para que la Comuna reciba más ingresos de impuestos y tasas y que la contraprestación por dicho cobro no sea la ideal, pudiéndole generar deudas al Estado municipal. Al respecto, el bloque del MPN consideró que al tratarse de un tema tan “estructural” es necesario que salga con el mayor consenso posible.
La ordenanza finalmente fue aprobada en el Concejo Deliberante y pasó a la Legislatura de la provincia de Neuquén, donde aún no fue tratada.
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