18 de abril de 2023
ANALISIS - CHUBUT
¿Para dónde disparar? El gran dilema del PJ tras el resultado de las elecciones en Trelew
El triunfo de Gerardo Merino en la localidad del Valle dejó mucho para analizar dentro de las huestes peronistas. En este escenario donde se fortaleció la figura de Nacho Torres, ¿conviene adelantar las elecciones? ¿Podrá lograrse la necesaria unidad? Qué se dice puertas adentro
Pasaron las tan esperadas elecciones en la localidad de Trelew y el triunfo de Gerardo Merino dejó mucho para analizar dentro del peronismo que ya no es un partido homogéneo con una conducción que aglutina, sino que se trata de una especie de coalición donde confluyen varias tribus con sus respectivos caciques.
Lo primero que emerge tras el resultado es el castigo que la sociedad de Trelew le hizo a la gestión de Adrián Maderna. En diciembre cumplirá ocho años frente al Municipio y más allá de los avatares externos como fueron la crisis provincial y la pandemia, los números fríos muestran que la ciudad decreció en relación a otras que también sufrieron estas circunstancias. Cualquiera que recorre hoy las calles de Trelew nota desidia y abandono.
El Municipio se convirtió en “paga sueldos”, cumpliendo con esta obligación, pero sin generar desarrollo, empleo y nuevas inversiones. Los vecinos enviaron un fuerte mensaje en las urnas. La candidata del oficialismo, Leila Lloyd Jones, quedó en un relegado cuarto lugar con poco más de 14%, no la votó ni siquiera todo el propio núcleo del espacio madernista.
Pero los resultados del peronismo no son únicamente responsabilidad de Adrián Maderna. La conducción partidaria no fue capaz de mantener unida a toda la tropa del Valle con aspiraciones algo que, aunque con fuertes diferencias y cruces internos, pudo hacer Juntos por el Cambio.
Se presentaron cinco listas con candidatos de extracción peronista que sumaron un total de 55.13% de los votos. Suponiendo que el PLICH, el partido que llevó a Mac Karthy se lleve una porción del 15.05% que sacó, aún así, en unidad el peronismo hubiera estado por encima de Merino o al menos hubiera sido mucho más competitivo.
El mensaje entonces es claro, el Partido Justicialista y los aliados que conformen el Frente de Todos tienen prácticamente la obligación de lograr un proyecto de unidad. Pero además de “militarlo” y que no sea un mero rejunte donde los “heridos” no jueguen.
Esta semana volverán a juntarse el gobernador, Mariano Arcioni; el intendente de Comodoro y precandidato, Juan Pablo Luque; y el vicegobernador y precandidato, Ricardo Sastre para continuar la charla comenzada la semana pasada donde se esbozó la posibilidad de adelantar las elecciones y se puso sobre la mesa la fecha del 30 de julio.
El resultado de Trelew abre nuevos interrogantes y análisis dentro de la mesa chica. Por un lado, la derrota de la candidata del oficialismo deja casi de inmediato fuera de juego en un escenario provincial al actual intendente, Adrián Maderna. Más allá de su aspiración personal, lo deja debilitado a la hora de negociar espacios. Al haber un jugador menos hay más para repartir entre los que siguen en carrera.
Pero, por otro lado, quedó mucho mejor posicionado al candidato de Juntos por el Cambio, Ignacio Torres. De hecho, internamente, el intendente Damián Biss, ya esbozó la posibilidad de bajar su candidatura y apostar a la candidatura de Torres, siempre y cuando se abran espacios fuertes de negociación para el radicalismo. El triunfo de Merino, primero en la interna y luego en las generales, ordenó puertas adentro a Juntos por el Cambio y esto es sin dudas un punto de gran fortaleza.
¿Conviene adelantar?
Las miradas puertas adentro son disímiles. Un gran sector sigue creyendo que desdoblar las elecciones es la mejor opción. Primero porque a nivel nacional todo es caos. El Frente de Todos no logra ordenar sus diferencias internas y atravesar una elección en este contexto sería casi como entregarle en manos las llaves de la provincia a la oposición. En segundo lugar, lo que se analiza es que el 30 de julio podría ser una fecha clave ya que sería a dos semanas de las PASO nacional donde el aparato de Buenos Aires no le daría tanta importancia a la elección local porque estaría abocado al armado mayor.
Sin embargo, otro sector considera que para convocar a elecciones adelantadas ya es tarde. La fecha a dos semanas de las PASO puede ser un arma de doble filo porque Juntos por el Cambio podría volcar todo su aparato a Chubut, una provincia con chances reales de ser ganada, y utilizar ese triunfo como carta de presentación para las PASO.
También analizan que ir en soledad, sin estar pegado directamente al proyecto nacional de Juntos por el Cambio, podría favorecer a Torres porque la grieta nacional quedaría afuera de la contienda.
La línea es muy fina y la decisión difícil para el peronismo que tendrá que pensar bien cuáles serán los pasos a seguir para aplicar la mejor estrategia en el escenario actual.
La última palabra la tiene el gobernador, Mariano Arcioni, que tal como viene adelantado este medio no está del todo convencido con la idea de desdoblar. Tras la reunión esta semana, habrá un encuentro en los próximos días con Sergio Massa para ver cuál es la bajada de línea nacional y terminar de definir los pasos a seguir.