23 de enero de 2024
LA PATAGONIA RENOVADA
Los gobernadores sureños ponen primera
A más de un mes del inicio de las nuevas gestiones, los mandatarios de la región empiezan a dar signos concretos del manejo de las provincias y de cómo se plantan ante el avance de Nación
El 10 de diciembre de 2023 las provincias de la Patagonia dieron uno de los giros políticos más importantes en décadas. A la par de la llegada del libertarismo a la presidencia de la Nación con Javier Milei, en Santa Cruz arribó Claudio Vidal a la Gobernación, para terminar con más de tres décadas de mandatos kirchneristas; en Chubut, Ignacio “Nacho” Torres puso fin a veinte años de peronismo, y Rolando Figueroa desbancó en Neuquén al MPN, partido que mantuvo los rumbos de la Provincia desde 1961. La única excepción en la región de un cambio radical fue Río Negro, ya que se le dio continuidad al proyecto de JSRN, con Alberto Weretilneck asumiendo en su tercer mandato, que no es consecutivo, porque antes gobernó entre 2012 y 2019.
Con el escenario ya establecido para los próximos cuatro años, ninguno de los gobernadores se tomó con calma su entrada en funciones, al contrario, desde el primer día arrancó un trabajo arduo y pesado, como un mensaje concreto de cambio ante la sociedad y, también, anticipando la imposición de las políticas del Gobierno nacional.
Es que bien podría definirse el inicio de las gestiones en cuatro términos: austeridad, acercamiento con la gente, cooperación interprovincial y referencia a una suerte de “pesada herencia” de la administración anterior.
En Río Negro, el propio Ejecutivo, a cargo de Weretilneck, se encargó de hacer un repaso de lo sucedido en el primer mes al frente de la Provincia, destacando que el mandatario redujo su estructura de gobierno de 16 ministerios y secretarías a solamente 10 dependencias. Otro logro que consideraron relevante fue que tanto la planta política como una gran porción de los diputados no cobren el aguinaldo, con el fin de redireccionar los fondos hacia los trabajadores de la administración central.
Con relación a la dinámica entre los sectores políticos, Río Negro es la provincia que tiene más armonía en este momento, ya que, vale recordar, Weretilneck consolidó su victoria en las elecciones de abril del año pasado con lo que se denominó el “gran acuerdo”, que unió a una parte de los radicales, el peronismo y vecinalistas en pro del desarrollo de la jurisdicción, una promesa que hasta el momento se mantiene.
Desde el Gobierno también remarcaron el constante movimiento y diálogo entre el mandatario e intendentes y referentes gremiales de diversas partes del territorio. Un ejemplo de esto se puede evidenciar con el lazo que se formó con Bariloche, donde la Provincia, con recursos propios, se comprometió a garantizar el funcionamiento del sistema de transporte público de pasajeros del destino turístico predilecto en la Patagonia.
En esa misma línea, pero con un tono más confrontativo hacia el kirchnerismo, la gestión de Claudio Vidal se ha caracterizado por gestos de conciliación con el arco político santacruceño, ya que, además de la fuerte impronta gremial petrolera en los cargos de jerarquía dentro de la estructura del Ejecutivo provincial, el Gobernador dispuso de varios lugares dentro de su gabinete para miembros de otras facciones y exfuncionarios que estuvieron en administraciones pasadas.
Desde el inicio de su gestión, Vidal priorizó también la tarea de sanear las irregularidades del último gobierno de Alicia Kirchner, con múltiples denuncias relacionadas al estado de la infraestructura en escuelas y centros de salud, así como un inapropiado uso de los fondos públicos de la jurisdicción.
En Neuquén, Rolando Figueroa también se ha visto abocado a los recorridos extensos por la Provincia a fin de seguir identificando lo que se tiene que resolver a futuro. Durante su primer mes de gestión, el ex-MPN ha mantenido la idea de regionalizar el Gobierno para descentralizar el manejo desde la capital, con el nombramiento en cada zona de delegados que tengan contacto permanente con los titulares de los ejecutivos locales, para que la administración en general se pueda adaptar a las necesidades de cada territorio. Una muestra de esto fue la decisión del mandatario de trabajar durante el primer mes del año desde la residencia oficial El Messidor, en Villa La Angostura.
Probablemente, el Gobernador con la proyección nacional más marcada en su primer mes es Nacho Torres. El chubutense se perfila como uno de los popes para un PRO que se encuentra en proceso de rearmado, ya que, si bien el pacto de gobernabilidad entre los libertarios y el partido amarillo permitió a Milei ser presidente, dentro de la fuerza el consenso general es el de no acompañar a ciegas.
El sureño ya se presenta como uno de los protagonistas dentro de tres espacios que conciernen a su jurisdicción: una liga de gobernadores del PRO, otra liga de seis mandatarios patagónicos, y la OFEPHI, que se compone de las diez provincias petroleras.
Con el Gobierno nacional vaticinando un futuro difícil, los sureños tendrán que sacar a relucir toda su astucia para seguir dándole estabilidad a la región.
Legislaturas, donde toman efecto las negociaciones
Dentro de las labores parlamentarias a nivel provincial, los mandatarios lograron la aprobación de los presupuestos y las emergencias económicas en sesiones extraordinarias para cada jurisdicción. En este ámbito, las cámaras de diputados, en su mayoría, han estado de acuerdo en votar positivamente las medidas enviadas desde los ejecutivos. Santa Cruz es la única provincia con mayores dificultades, ya que, a diferencia del resto, el oficialismo no es mayoría, por lo que los acuerdos se tienen que iniciar desde el quorum.
Carlos Germano – Analista político
“Los gobernadores están sabiendo marcar agenda ante lo nacional”
En declaraciones a La Tecla Patagonia, el politólogo Carlos Germano destacó el impacto positivo de las gestiones de los gobernadores del sur argentino en los primeros días de mandato, resaltando su habilidad para marcar agenda y lograr cambios de opinión en cuestiones claves. En ese sentido expresó que “el hecho de marcar agenda e importancia, especialmente en el tema de la pesca y los hidrocarburos, posicionó a los gobernadores del sur en un lugar destacado”.
Asimismo, ponderó que lograron cambiar la postura del Gobierno nacional, otorgándoles un grado de visibilidad importante en el panorama político.
Según el analista, la capacidad de los gobernadores para mantener una política en común los coloca como figuras relevantes en un contexto donde la política argentina enfrenta una falta de liderazgos nacionales consolidados.
En esa línea dijo: “El gobernador de Chubut, Ignacio Torres, destaca como la cara más visible de plantar banderas de la Patagonia en la política nacional”. Añadió que el sureño, junto con algunos otros, logró aprovechar al máximo esta oportunidad.
Por último, Germano resaltó el papel estratégico de la región al tener ya un bloque en el Senado nacional que acompañe los reclamos de los mandatarios. “El trabajo en conjunto y los pequeños logros obtenidos son elementos claves que están marcando la agenda a nivel nacional”, puntualizó, y enfatizó que en cuanto al trabajo provincial “es pronto para evaluar”, pero sí están demostrando que pueden dar un mensaje claro a la sociedad.
Rafael Flores – Economista
“Las provincias, todavía se tienen que acomodar a la incertidumbre”
Rafael Flores ofreció a La Tecla Patagonia una visión general sobre los desafíos económicos que enfrentan las provincias de la región: “En Neuquén, en Santa Cruz y en Chubut hay un cambio de signo político después de varios años de gobierno de otra fuerza. Eso hace que haya muchos funcionarios nuevos, mucha gente que no tiene experiencia en el manejo del Estado”.
Este fenómeno, según el economista, contribuye a la dificultad que enfrentan los nuevos gobernantes para comprender y adaptarse al funcionamiento de la administración pública.
El experto en administración financiera también subrayó la situación a nivel nacional, describiendo al gobierno como “muy disruptivo, que plantea un cambio en las reglas de juego de la economía”.
Flores destacó dos aspectos cruciales para las provincias: “El gobierno está buscando frenar al mínimo posible las transferencias discrecionales y la inversión pública, que son centrales para los ingresos provinciales”.
Sobre el panorama económico general expresó: “Este escenario de tanta incertidumbre, donde no se sabe de qué manera se va a organizar el funcionamiento de la economía, hace que sea muy difícil una planificación y una organización de la administración provincial en el mediano plazo”.
Asimismo, hizo hincapié en la importancia de sectores clave para la región: “Hablamos de hidrocarburos, hablamos de la pesca, hablamos del turismo que se va a ver afectado seguramente por la recesión que se está viviendo, y que se va a profundizar en los próximos meses”.
Por último, resaltó que todavía no se ha terminado de establecer la política económica a corto plazo, refiriéndose a aspectos como el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego y la situación de YCRT.
Manejo con los gremios: una relación que se tensa con el avance de la crisis financiera
A pesar de la incertidumbre por la llegada del nuevo Gobierno nacional y el lapidario “no hay plata” del presidente Javier Milei, apenas asumieron sus mandatos, los gobernadores sureños supieron afrontar el primer desafío frente a los trabajadores estatales con relativa normalidad y sabiendo manejar los recursos: el pago del aguinaldo. Chubut, Santa Cruz y Neuquén abonaron en tiempo y forma el medio Sueldo Anual Complementario sobre el final de diciembre del año pasado; solamente Río Negro dividió el desembolso en dos cuotas, ya que el Gobierno provincial argumentó que era lo que estaba dentro de sus posibilidades.
Actualmente, el siguiente paso son las negociaciones paritarias para los primeros meses del año, que las administraciones sureñas también están afrontando con resultados positivos y acordando aumentos que superan, en promedio, el 30 por ciento, al que generalmente se le viene adicionando un bono.
No obstante, en términos generales, el arco gremial coincide en que la devaluación y la escalada acelerada de la inflación están pulverizando los sueldos y degradando la calidad de vida de los empleados que dependen de las administraciones centrales, por lo que no sería extraño que discusiones por un mejor salario tengan una mayor constancia y sean moneda corriente, no solo de la agenda pública de la región, sino a nivel nacional.