26 de enero de 2024
GABINETE DE MILEI
Primera crisis interna: la salida de Ferraro, los rumores de una lista negra y la furia de los gobernadores
Se viven horas de tensión en el equipo del presidente Javier Milei luego de que trascendiera el pedido de renuncia al ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro. Habría enojos con otros funcionarios de primera línea. En tanto, los mandatarios provinciales descargaron su bronca en redes
Horas de extrema tensión se viven en el Gabinete nacional del libertario Javier Milei que atraviesa su primera gran crisis interna luego de que trascendiera el pedido de renuncia al ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, acusado de “filtrar” información de las reuniones de trabajo.
“Los voy a dejar sin plata, los voy a fundir a todos”, fue la polémica frase que el Presidente habría dicho puertas adentro de la reunión de gabinete del jueves a la mañana y que se filtró a los medios de comunicación horas más tarde. El contexto de la frase tiene que ver con la demora en el tratamiento de la Ley Omnibus en el Congreso.
Durante el mediodía de ayer, allegados al libertario filtraron a la prensa que rodaría una cabeza importante del Gabinete y horas más tarde le pusieron nombre y apellido: Guillermo Ferraro. Si bien todavía no hay comunicación oficial, se espera que la confirmación se produzca durante la mañana de hoy en la conferencia de prensa que encabeza el vocero presidencial, Manuel Adorni.
El ministerio de Infraestructura tenía a su cargo las áreas de transporte, obras públicas, minería y comunicaciones y ahora pasaría a ser una secretaría dentro del mega ministerio de Hacienda que encabeza, Luis Caputo, hombre de extrema confianza de Milei.
Pero la salida de Ferraro no sería el único problema dentro del equipo de gobierno nacional. Ferraro venía teniendo chispazos con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse y al parecer no sería el único. También Guillermo Francos, el ministro del Interior y el contacto directo con los gobernadores, habría tenido en los últimos días disidencias. Lo mismo ocurre con el secretario de Medios, Eduardo Serenellini, también apuntado por supuestas filtraciones.
Lo cierto es que más allá de la crisis interna, el Ejecutivo nacional y específicamente Milei recibió una embestida de críticas por parte de los gobernadores debido a la desafortunada frase filtrada. La relación con los mandatarios venía tirante, pero dentro de un rango dialoguista – y en este punto el ministro Francos es una pieza clave-, pero ayer varios mandatarios descargaron su bronca en las redes tras hacerse públicos los dichos del Presidente.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, uno de los dialoguistas cuyos diputados facilitaron la firma del dictamen de mayoría de la Ley Omnibus, expresó: "Dejen de amenazar y convoquen al diálogo. Dejen de apretar y busquen acuerdos grandes para avanzar como sociedad. Dejen de lado la confrontación y busquen consensos”, tuiteó el rionegrino junto a un extenso texto que habla de los dones de la región que produce el 90% del petróleo y gas del país.
En la misma línea se expresó el chubutense, Ignacio Torres, quien también venía manteniendo buen diálogo con funcionarios nacionales y consensuando puntos de la Ley Omnibus. El chubutense es de la línea del PRO que ya expresó que acompañará, pero la filtración de esta declaración podría rebelar a la tropa amarilla de mandatarios.
“Este gobernador no va a ser uno más de los sumisos ante los gobiernos nacionales. No nos va a amedrentar ninguna amenaza, ninguna picardía parlamentaria y si nos quiere sacar el Fondo Compensador Docente, no me van a encontrar a mi nos van a encontrar a todos nosotros yendo a Casa Rosada a reclamar lo que nos corresponde”, dijo Torres.
El bonaerense Axel Kicillof, también se refirió a la polémica frase y sostuvo: “No vamos a aceptar ningún tipo de presión para acompañar medidas que perjudiquen al conjunto”.
La relación con los gobernadores atraviesa su punto más álgido. En el medio las negociaciones para que la semana que viene finalmente se trate la Ley Omnibus siguen en pie en un clima hostil y de enojo que complica el diálogo y los acuerdos.