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Jueves, 26 diciembre 2024
Argentina
15 de octubre de 2024
PARTIDO JUSTICIALISTA

La centralidad de Cristina: ¿solución o problema?

La expresidenta decidió no soltar el bastón de mariscal y provocó un nuevo sismo en el peronismo. La Cámpora se reposiciona, la polarización con Javier Milei y cómo queda parado Axel Kicillof

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Por Andrés Sosa y Hernán Sánchez

La reconstrucción del peronismo encuentra obstáculos constantemente que generan un proceso lento, con idas y vueltas, en un laberinto de difícil salida. Mientras Axel Kicillof emerge con sus nuevas melodías, la arremetida de Cristina Fernández para hacerse con la presidencia del Partido Justicialista (PJ) nacional generó un fuerte golpe de efecto. La expresidenta busca ordenar al justicialismo y convertirse en la principal opositora a Javier Milei, pero tal iniciativa no deja a gusto a varios dirigentes de peso.

“Quiero decirles que estoy dispuesta, una vez más, a aceptar el desafío de debatir en unidad porque si algo tengo claro también es que acá no sobra nadie. Sin embargo, la unidad necesita dirección y proyecto para construir el mejor peronismo posible en una Argentina que se ha vuelto imposible para la mayoría de sus habitantes”, fue la respuesta de CFK al operativo clamor lanzado por La Cámpora a través de las redes sociales. La carta publicada por las mismas plataformas provocó reacciones esperadas y otras no tanto.

La jugada de Cristina genera una serie de consecuencias, que en su mayoría se producen hacia el interior del peronismo. Hacia afuera cumple con el objetivo de plantarse como la principal opositora al gobierno del presidente Javier Milei. Del mismo modo, ante la confirmación del fallo de Casación en la causa Vialidad que saldrá próximamente, ser la titular del PJ nacional le dará otra espalda política ante el inminente revés judicial. 

“La dirigente con mayor visibilidad como opositora es Cristina Kirchner. Estoy hablando a nivel nacional y si eso lo bajás a nivel Conurbano específicamente es mucho más. El 24% de la sociedad argentina visualiza a Cristina como la principal dirigente opositora a Javier Milei”, aseguró el consultor político Carlos Germano. También dijo que la Boleta Única de Papel puede arrastrar a que la candidata pueda ser ella, “porque ahí tendrán que poner una persona con mucha visibilidad, sobre todo porque no es descabellado pensar que Karina Milei pueda ser la candidata del oficialismo en la provincia de Buenos Aires”.

Desde el cristinismo defendieron la postulación a presidir el PJ nacional y la senadora provincial Teresa García aseguró que “no es un pedido caprichoso”. Además, dijo: “Creo que no tiene otra salida el peronismo nacional porque está todo muy desordenado”. Luego retomó las propias palabras de la expresidenta y afirmó que el partido “está desviado y desordenado”. 

Sobre la intención de convertirse en alternativa a Milei, la legisladora sostuvo “para enfrentar este modelo, para enfrentar esta situación por la que la gente la está pasando muy mal, hay que tener un peronismo fuerte. Me parece que la única que puede ordenar esto es ella. No hay otro dirigente en el peronismo que concite lo que genera Cristina”.

“Después, hay miles de especulaciones, seguramente habrá muchos compañeros con alta valía para ocupar ese lugar, pero tampoco es el lugar de la definición. El Partido Justicialista es un instrumento electoral y como tal el año que viene va a accionar. Pero, además, tiene que ordenarse este proceso político. No es solamente con fines electorales, tiene que haber una discusión de fondo”, añadió.

Desde una posición no alineada a ninguno de los sectores enfrentados en la interna, expresaron que “muchos dirigentes están viendo que estamos yendo a un embudo en donde el peronismo no se va a resignificar”. Entonces, indicaron que Kicillof “en algún momento debe tomar una decisión de autoridad y depende de él. Tiene que mostrar que tiene la capacidad de conducir a todo el peronismo y sumarnos a todos, pero hasta ahora no veo que tenga una actitud”.

“Axel tiene un dilema griego que es las brasas o el agua hirviendo, pero algo tiene que agarrar”, indicó el dirigente que cuestiona el momento que vive el justicialismo. A su vez, analizó: “Si acepta lo que dice el kirchnerismo, se pone la nariz de payaso. Hubo mucho destrato con el Gobernador y es nuestro potencial candidato”. 

Si bien sostiene que el mandatario “tiene que liderar esta etapa, debe dar ese paso y no lo ha dado todavía”, le tiró flores a Cristina cuando remarcó que a Kicillof “le falta la capacidad de análisis y del liderazgo que tiene ella”. Sin embargo, después aclaró que “a Cristina le falta la legitimidad que tiene Axel para poder gobernar. Ella carece de la legitimidad para encarar ese proceso de sumar fuerzas y nosotros tenemos que sumar a todos”.

Las voces encuadradas en el kicillofismo van a fondo con la disputa interna y no quieren saber nada con volver al esquema que tanto daño -según consideran- les hizo en el 2023. “Si hay una posible la unidad se tiene que dar en el marco de una negociación, no con la imposición. Por ahora la unidad es sometimiento. Hoy el método es enterarte por Twitter de las decisiones y eso es lo que nosotros decimos que no va más”, comentó un dirigente del Conurbano. En ese sentido, disparó: “El kirchnerismo es una dinastía”. 

“Muchos intendentes que se sacan la foto con Cristina pagan sueldos por debajo de la línea de indigencia, eso es lo que nosotros no podemos ofrecer más como espacio político, tenemos que decir que somos otra cosa, pero fundamentalmente tenemos que hacerlo”, es una frase que suelen repetir hombres y mujeres que hasta hace poco idolatraban a Cristina y hoy la colocan en la repisa de los buenos recuerdos, pero no la quieren en el living nuevo. 

Dicen dirigentes encuadrados en el armado de Kicillof que el año pasado quisieron bajar al Gobernador de la carrera por la reelección para ponerlo en la competencia nacional, con la sospecha que luego también podrían correrlo de esa contienda, para que el candidato sea Martín Insaurralde, y que después quisieron bajarla a Verónica Magario. Aseguran que ese segundo antecedente -el primero fue la intervención el gabinete post Paso 2021- resquebrajó definitivamente la relación de Kicillof con Cristina. También aseveran que con Máximo Kirchner nunca estuvo bien la relación y empeoró tras esos sucesos.

En el tablero de las especulaciones aparece una incómoda incógnita para el Gobernador. Un armador de estrategias electorales le dijo a La Tecla que Kicillof debería pensar en jugar electoralmente el año que viene, presentarse como candidato a diputado nacional en primer término para, desde esa base, catapultar su deseo de competir por la presidencia en 2027. “Esa maniobra es la única que puede desacomodar el poder de Cristina y evitar el monopolio kirchnerista en la Provincia. Es el único dirigente que está en condiciones de hacerlo sin romper”, sentenció. 

“Es una locura que el gobernador de la provincia de Buenos Aires se entere por los diarios, viniendo desde México, que Cristina quiere ser presidenta del PJ Nacional”, se escuchó decir en esferas del peronismo. En tanto, manifestaron que “en todo el país, excepto en el Conurbano, Cristina Kirchner es presente y pasado, no es presente y futuro. El futuro es Kicillof”.

La centralidad que ha recobrado Cristina tiene la particularidad que ahora busca tenerla desde la cabeza del Partido Justicialista nacional, una herramienta de la que ha prescindido hasta el momento. La decisión impacta de lleno en la figura del gobernador Axel Kicillof y atenta con sus intenciones de ser el principal opositor al Gobierno nacional. Por el contrario, Milei comienza a cambiar su punto de atención y lo centra en la expresidenta. Con poco para mostrar en términos de gestión, tener como máxima rival a una figura que fue dos veces presidenta y una vez vicepresidenta es una bocanada de oxígeno que no le viene nada mal.





CRISTINISMO ATR
El operativo clamor y la decisión de tomar las riendas del PJ nacional

Cristina Fernández salió a jugar fuerte por la presidencia del Partido Justicialista nacional y comenzó a realizar movimientos para juntar las voluntades necesarias. Los primeros en mostrar el acompañamiento fueron camporistas junto a intendentes y legisladores de la provincia de Buenos Aires. Luego, las respuestas llegaron a cuentagotas con el llamativo silencio del puñado de gobernadores peronistas.

De todos modos, en el Instituto Patria remarcaron el apoyo los PJ de la provincia de Buenos Aires, CABA, Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Chaco, Corrientes, Santiago del Estero, Catamarca y San Juan. “Eso demuestra que hay una voluntad mayoritaria y casi unánime en el PJ a nivel nacional de que Cristina sea la presidenta”, indicaron a La Tecla.

Más allá de las intenciones expresadas por Cristina de contener a todos los sectores y lograr la unidad, no descartan un escenario en el que finalmente exista una elección interna. La temperatura subió luego de que Ricardo Quintela, el gobernador de La Rioja, no le atendiera el llamado a la expresidenta. Lo comprendieron como una carta de intención de no llegar a consensos. De hecho, lo tildaron de “mentiroso” e “irrespetuoso”. De todos modos, tras una comunicación entre sus secretarios se llegó a un acuerdo para mantener una reunión.

Las tensiones internas con Axel Kicillof no aflojan, pero desde el entorno de Cristina dejaron trascender que el distanciamiento corre por cuenta del gobernador bonaerense. Asimismo, confirmaron que no tuvieron diálogo directo en el marco del proceso electoral del justicialismo. Del lado de la Gobernación señalan que abogan por la unidad en todos los planos y sostienen que deben respetar a los gobernadores.

Máximo Kirchner, el presidente del PJ bonaerense y líder de La Cámpora, el viernes pasado protagonizó un acto en Lanús, pocos días después de reunir a parte del PJ del interior bonaerense en Monte Hermoso. Junto al intendente Julián Álvarez, se mostró con el  dirigente de la CTA, Edgardo Depetri, y militancia camporista.

“Creo que Cristina hace lo que tiene que hacer”, dijo el diputado nacional en relación al planteo de su madre de liderar el PJ nacional. Asimismo, lanzó: “Algunos vivos quieren sembrar cizaña. En todo caso no le gustarán los nombres, pero los que están en diputados han votado sin desteñirse. Alguno querrá cambiar algún nombre, pero esa es otra discusión”. Más adelante, Kirchner manifestó que “lo que se viene va a ser durísimo, pero si encima nos alejamos y nos peleamos va a ser mucho más difícil todavía”.



POR GUSTAVO MARANGONI - CONSULTOR POLITICO
El peronismo pasaría de una fuerza doctrinaria a una fuerza ideológica

Cristina conserva la centralidad que ha tenido en los últimos años dentro del peronismo kirchnerista, pero ahora, con la eventualidad de la presidencia del PJ a su cargo, lo que se terminaría de consagrar es una suerte de cambio identitario importante en el peronismo, de una fuerza doctrinaria a una fuerza ideológica. 

El peronismo es una fuerza que a lo largo de los años iba adaptándose a las distintas coyunturas, en los ‘80 con la renovación peronista, después con Menem en los ‘90, después Duhalde, después el propio kirchnerismo. Pero la asunción de Cristina en la presidencia del PJ consolidaría la versión kirchnerista del peronismo como “la” versión exclusiva. De hecho, el escrito que ella publicó hace unos días en la red X rescata los 12 años y el resto son casi accidentes de la historia del peronismo. El menemismo, por ejemplo, fue votado durante 10 años por el peronismo; sin embargo, en la versión de Cristina, tanto el menemismo o la propia presidencia de Alberto Fernández quedan afuera de eso. 

Entonces, estaría como consagrando una identidad más progresista y de esa manera delimita cualquier tipo de renovación, más allá que establece la necesidad de incorporar nuevos temas, como el mundo laboral o todo lo que tiene que ver con el Estado. Pero los enuncia, como viene haciendo hace mucho tiempo, después vuelve a la praxis de lo que fueron los tres gobiernos, el de Néstor y los dos de ella. Entonces es muy difícil romper ese corset que ella impone. Me parece que eso también es lo que explica que la proclamación de su candidatura haya sido por los referentes más cercanos, por sus adláteres, por integrantes de La Cámpora o por los más cercanos dentro del bloque del Senado o de Diputados, pero que no se haya generado una suerte de operativo clamor. 

Es difícil disociar esta candidatura con la correspondencia que va a tener en el tiempo de la probable confirmación de la condena en Casación. Así que, quizás, también sea utilizado como una forma de planteo en el sentido de que la justicia proscribe a la presidenta del principal partido opositor. 

Por supuesto que también entra en colisión con el planteo más cercano en la provincia de Buenos Aires del propio Gobernador. No parece haber lugar para canciones muy nuevas. De hecho, la propia Cámpora le ha dedicado una canción a la idea de Kicillof de las canciones nuevas. 

Creo que Cristina apuesta a la consolidación de ser visualizada como la opositora a Javier Milei para tratar de concentrar a las principales fuerzas hacia el año 2025, pero ya en el cuadrante centro-izquierda o progresista, para enfrentar a la derecha del Gobierno. Habrá que ver cómo sale esa apuesta, pero me parece que va a ser a expensas de algunos apoyos que no van a estar, fundamentalmente provinciales y de otras fuerzas que ya no se sienten tan contenidas.





LAS NUEVAS CANCIONES
Kicillof, con pies de plomo en la larga marcha hacia el 2027 

El silencio de Axel Kicillof ante las intenciones de Cristina Fernández de presidir el PJ nacional marcan una nueva fase en el vínculo que sostiene con la expresidenta. Mientras algunos creen que ella lo opaca en su proyección presidencial -y de conductor-, el Gobernador busca hacer su propio camino con señales de independización cada vez más evidentes. 

Es sabido que en el entorno de Axel Kicillof abundan los dirigentes de peso enemistados con La Cámpora y con vocación de entonar las nuevas melodías. Incluso, el camporismo le recrimina al Gobernador que ordene principalmente a los que llaman “los cuatro vengadores”: Carlos Bianco, Andrés Larroque, Jorge Ferraresi y Mario Secco. Desde la Gobernación los dejan hacer su juego, pero reiteran que ellos proponen la unidad tanto para el PJ bonaerense como el nacional. 

El enojo de La Matanza con Cristina todavía sigue a flor de piel ya que consideraron “incorrecto” que pisara suelo matancero sin avisar ni al intendente Fernando Espinoza, ni a la vicegobernadora Verónica Magario. Tal situación también se pone en la balanza a la hora de pensar en nuevas formas para la conducción del peronismo.

Durante la semana pasada desde La Patria es el Otro realizaron un encuentro en La Plata para ratificar el rumbo en apoyo a Kicillof en la previa al acto en Berisso el 17 de octubre. Junto a los intendentes Fabián Cagliardi, Mario Secco, Julio Alak y Jorge Ferraresi, además de movimientos sociales y organizaciones sindicales preparan el evento en el que esperan unas 20 mil personas.

“Será una actividad masiva en los marcos en los que se realizaron los plenarios de Florencio Varela y de Mar Chiquita”, dijeron a La Tecla desde la organización del evento que conmemorará el nacimiento del peronismo. Asimismo, remarcaron que estará “el sector político que asume que el liderazgo de Axel para fortalecerlo hacia su proyección nacional como alternativa a Milei”. 

Del mismo modo, cerca de Kicillof no se cansan se reiterar que la interna no debe llevarlos a olvidarse de la gestión ni tampoco que el principal enemigo es el presidente Javier Milei.



PERONISMO NO K
“Hay que sentarse en una mesa y no sólo hablar por Twitter”

El intendente Julio Zamora dialogó con La Tecla sobre la situación del peronismo nacional y brindó su perspectiva tras el posicionamiento de Cristina Fernández. En la misma sintonía que Fernando Gray y Juan Zabaleta, abogó por un proceso profundo de debate que contenga a amplios sectores.

“El de Cristinas es un mensaje que no es malo, pero hoy no hay actores que puedan garantizar ese consenso amplio que pretende, como un horizonte próximo de confluencia con otras fuerzas”, indicó. Además, dijo que se precisa “un proceso más madurado, discutido, puertas adentro, obviamente, con todos los referentes que no nos sentimos representados por esta pelea”. 

Luego sostuvo que “hay que cuidar a la expresidenta. Tendría que ser una mujer, con su experiencia, de referencia, de consulta, de todos no sólo de un sector pequeño de nuestro espacio”. Asimismo, lanzó: “Tiene que decidir si es una referente que representa a todo el espacio o interviene, como está interviniendo hoy, en una facción de nuestro espacio, que son La Cámpora y algunos otros  referentes más”.

Más adelante, manifestó que “la designación de Cristina o de otro dirigente tiene que surgir de un proceso de debate”. En esa línea, Zamora reiteró que “todos los referentes, sobre todo quienes tienen algún peso y lugar institucional en la Argentina, como intendentes, gobernadores, legisladores, todos aquellos que tienen algún respaldo popular, tienen que tener una voz en este espacio”. 

“Cuando un enunciado se hace por Twitter es muy difícil construir desde ahí y obligar a cada uno de los dirigentes a que tomemos posición. No se puede conducir así. La conducción es un arte, hay que dialogar, hay que sentarse en una mesa y no sólo hablar por Twitter, eso no tiene un buen final”, afirmó.

En cuanto a la figura de Ricardo Quintela, resaltó: “La verdad es que no lo conozco, pero ya me cae simpático porque algunos le dicen que se baje. La verdad es que  creo que tiene todo el derecho a participar en una elección abierta, democrática, con igualdad de condiciones, como siempre lo pedimos”.

Finalmente, Zamora consideró que “para nosotros es inoportuno el llamado a elecciones, eso se tendría que posponer para que podamos debatir sinceramente las cuestiones que plantea la misma Cristina en la carta que deben ser antes, no después, de la elección de un líder”.





¿LISTAS SEPARADAS?
Se abre la posibilidad de tener dos peronismos fuertes frente a frente

En el kirchnerismo duro y más enojado con Kicillof hay quienes anticipan que, en un caso de unidad, al Gobernador sólo le darían un lugar para alguien de su equipo en la lista de diputados nacionales, y ven como posible a Carlos Bianco. A la vez, sentencian que el mandatario debería olvidarse de colar a su gente en las nóminas para bancas en la Legislatura. Precisamente lo contrario a lo que aspira el kicillofismo, desde donde se empieza a ver cada vez como más posible la competencia entre dos espacios peronistas el año próximo. 

“Axel no necesariamente tiene que presentar una lista de diputados nacionales. En lo que nosotros debemos concentrarnos es en el fortalecimiento territorial de la Provincia, tener buenas listas en cada una de las secciones electorales y en los distritos”, subrayó un dirigente activo en la composición de las nuevas canciones que propone el mandatario bonaerense. 
Con la pelea en escala ascendente, la división de aguas entre el kirchnerismo y los sectores que ahora se encolumnan detrás de Kicillof parece inevitable, aunque siempre sobrevuelen las sospechas de que, a pesar de gestos casi cotidianos de diferenciamiento, el Gobernador nunca terminará de dar el paso de la emancipación definitiva.

En este contexto ya no se habla tanto de “unidad hasta que duela”, más bien gana terreno la hipótesis de que el peronismo bonaerense compita separado en 2025. Y no precisamente en unas PASO que diriman quien conduce y quien acompaña desde la derrota, sino en dos frentes electorales diferentes que se medirán por los porotos en la elección general. Algo de eso anticipó días pasados en una reunión Jorge Ferraresi. No es el único del sector alineado a calle 6 que ve ese escenario.

El riesgo es perder, claro, pero también se ponen sobre la mesa beneficios y perjuicios de la ruptura. Con una lógica bastante simple, en el kicillofismo afirman que, si la lapicera la tiene Cristina y por delegación Máximo (como ha sucedido hasta acá), poco obtendrían de las listas legislativas y la ganancia será mucho mayor si van por separado. Logrando solos dos legisladores por sección electoral seguramente obtengan más que si se someten a quedar subyugados al humor del cristinismo. Todo está por verse en medio de una disputa demasiado adelantada, pero el laboratorio electoral ya trabaja a tiempo completo. 









 

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