Tras los incendios en Epuyén que arrasaron con miles de hectáreas, incluidas viviendas e instituciones educativas, la disputa entre el gobierno de Chubut, conducido por Nacho Torres, y un grupo de personas a la que el propio mandatario trata de "seudomapuches", se acrecentó notablemente.
La aparición del líder de la RAM, Facundo Jones Huala, fue otro factor que tensionó la situación, ya que estuvo involucrado veces anteriores en situaciones de enfrentamientos y violencia.
Lo cierto es que el incendio en Epuyén destrozó una gran parte de la zona en muy poco tiempo, y que tras hacerse las primeras pericias el Gobernador confirmó lo que había adelantado días antes, que se trataba de un fuego originado de manera intencional, dejando de lado la teoría inicial de que había sido producto de un accidente doméstico.
Torres señaló que "se encontraron vidrios y otros elementos combustibles", y que "de acuerdo con los peritajes el incendio fue producto de la violencia que ejercen los delincuentes de siempre", apuntando específicamente contra un grupo que el mismo define como gente que "se disfrazan de pueblos originarios para cometer delitos".
En la misma línea, la controversia se generó contra toda la comunidad mapuche de la provincia y varias de ellas mostraron su repudio a las palabras de Torres. De todos modos, el Gobernador convocó a las comunidades a una reunión, y algunos referentes de distintas comunidades asistieron, pero también hubo momentos de tensión por las acusaciones cruzadas.
Torres aprovechó la situación para expresar que está trabajando en un proyecto de ley de "reiterancia", para que quienes cometan un delito no "entren y salgan", haciendo hincapié en el caso de Jones Huala.