15 de marzo de 2017
EL RUBRO MAS GOLPEADO
Textiles patagónicas en vías de extinción
En 2016, la producción sufrió una fuerte caída debido a la contracción del consumo interno, al incremento de las importaciones y a la baja rentabilidad de la región respecto de otros centros productivos
La crisis en el rubro textil, que afecta a todo el territorio nacional, tiene uno de sus puntos más críticos en la Patagonia argentina. Chubut y Neuquén van a la cabeza de las provincias sureñas que más han sufrido el impacto, con empresas que suspendieron empleados, echaron trabajadores, o directamente cerraron sus puertas. Los casos más emblemáticos son los de Guilford y Textil Neuquén, dos firmas que tomaron la drástica decisión de cesar con sus actividades y dejar sin empleo a cientos de personas.
Las razones de la caída en el sector son numerosas. Por un lado, las medidas adoptadas por el Gobierno nacional, como la apertura de importaciones y un marcado ajuste en los salarios, lo que provocó una disminución en el consumo y la depresión del mercado interno; por el otro, la competencia con países limítrofes, con una industria de mayor peso y un tipo de cambio favorable, como el caso chileno, que motivó el éxodo de miles de argentinos, con el objetivo de consumir a un precio menor de lo que antes pagaban en territorio nacional.
Los casos de la región
En Chubut, donde se concentra la mayor parte de las empresas del rubro, la firma Propulsora Patagónica despidió a siete trabajadores a fines de 2016, por el cierre de la Sección Hilandería y Enconado. Por su parte, la planta Sedamil cerró un acuerdo con el gremio a partir del cual suspendió a 107 trabajadores, con un salario del 75 %, por el término de 30 días, para evitar tomar medidas de mayor impacto. Guilford, situada en Comodoro Riva-davia, es el caso más extremo de la región, ya que decidió cerrar sus puertas y dejó a más de 270 trabajadores en la calle.
En Neuquén, por su par-te, la única empresa textil de la Provincia decidió cerrar sus puertas de forma repentina y sin previo aviso a sus 36 trabajadoras. Pese a tener un vínculo comercial con el Es-tado provincial, y aunque no haya ha-bido explicación por parte de sus due-ños, se cree que se habría tratado de una maniobra de los empresarios para evitar el costo de mantenimiento del personal de planta y derivar la producción a talleres no regularizados.
Las razones son similares en todos los casos. La falta de rentabilidad en el negocio textil es notoria y resulta dificultoso, para las fábricas, afrontar los costos de funcionamiento. Las consecuencias de las decisiones políticas en la esfera nacional no parecen tener soluciones en el ámbito regional. Desde los oficialismos provinciales, aseguran estar sujetos a los lineamientos que bajan desde Nación. Al reunirse con el mi-nistro de la Producción, Francis-co Cabrera, Mario Das Neves in-dicó que “el planteo más importante que le hicimos con respecto al sector textil fue lo referido a la situación espe-cífica de la hilandería y la apertura de importaciones”.
Desde el Gobierno nacional, por su parte, no ha habido gestos que vislumbraran una marcha atrás en el asunto. El jefe de Gabinete, Mar-cos Peña, se expresó al respecto: “Hay quienes plantean que hay una "apertura de importaciones" que perjudica la producción nacional. Esto no es cierto. No hay una apertura indiscriminada, sino estratégica: el 80 % de los bienes que ingresan corresponde a bienes indispensables para la producción”.
Pese a las buenas intenciones y los paliativos que, desde diferentes sectores empresarios y políticos, se han in-tentando elaborar, las cifras indican un caída incesante en la producción y venta del sector. Las proyecciones van en el mismo sentido, por lo que resulta difícil pensar en un re-punte a corto plazo.
Si bien la industria textil no es la más fuerte del mercado, ostenta una lar-ga tradición en Argentina y, en los últimos años, adquirió notoriedad en el entramado productivo local. Su sostenimiento dependerá del modelo de país que se pretenda llevar adelante y de las decisiones que sean tomadas, ya sea para fortalecerla o para profundizar su crisis.
Sergio Cardenas: “Puede llegar a ser terminal”
El delegado del gremio de trabajadores textiles de Chubut se refirió a la crisis que atraviesa el sector. “Tiene que llevarse a cabo cuanto antes una rectificatoria de la política económica de este gobierno que, de continuar así, se va a llevar puestos a varios sectores productivos industriales en el país”. En tal sentido, so-bre su rubro, aseguró: “La industria textil está atravesando su peor momento desde la década del noventa. La apertura económica indiscriminada y el levantamiento de las DJAI están haciendo estragos en la in-dustria textil”. Asimismo, Cárdenas ex-presó que el sector “realmente está pa-sando por un momento muy malo que puede llegar a ser terminal en los próximos meses, si no rectifica su accionar el Gobierno nacional”.
Raúl Godoy: “Que se sostenga a la fábrica”
El diputado Godoy se refirió a la situación de la empresa Textil Neuquén y afirmó: “Es muy importante dejar en claro que hay una crisis en la industria textil. Eso es innegable. Hay muchas fábricas que están cerrando y es parte de una crisis a nivel nacional, pero el caso de Textil Neuquén es sumamente particular, porque se trata de una fábrica que fue montada con crédito del Esta-do, y toda la producción estaba destinada a la indumentaria de toda la Provincia”. Al ser consultado sobre el motivo del cierre, Godoy dijo que “creo que tenían mejores negocios para hacer ahora”, al tiempo que aseguró que “nuestro reclamo es que se sostenga a la fábrica, porque es la única textil de Neuquén, tiene tradición y mano de obra calificada”. Desde su espacio, el Legislador presentó “un proyecto de ley para que el Estado garantice que se retorne la maquinaria a su lugar, que se ponga en pie la unidad productiva y que la mantenga el Estado”.
Marina Catilao: “No vamos a abandonar la lucha”
Marina Catilao, trabajadora de la empresa Textil Neuquén, que a principio de año cerró sus puertas, dialogó con La Tecla Patagonia. “Decidimos que nos vamos a poner a producir como plan de resistencia, porque no vamos a abandonar la lucha. Sabemos que el Gobierno tiene que dar una respuesta pero, mientras tanto, tenemos que subsistir”, sostuvo.
Catilao aseguró que, en febrero, mantuvieron una reunión con el ministro de Producción, José Brillo, y expresó: “El Ministro dice que hay una propuesta para las obreras textiles, pero primero tenemos que abandonar la planta. Las primeras que estamos abiertas al diálogo y a escuchar una propuesta somos nosotras, pero evidentemente los tiempos del Gobierno no son los mismos que los de las trabajadoras”.
Julio Ibañez: “La Patagonia se ve muy afectada por la baja rentabilidad”
El director de la consultora E&M Patagonia manifestó: “La matriz del sector textil en Argentina tiene sus propias complejidades. Empresas del Parque Industrial de Trelew tienen unidades de producción en todo el país. La forma de distribución genera una serie de gastos y altos costos”.
Al buscar razones, Ibáñez apuntó a “la apertura de importaciones indiscriminada de productos terminados”, aunque aseguró que “el sector textil ya viene con una serie de problemas históricos estructurales”, al tiempo que aseguró que la región patagónica “se ve muy afectada por la baja rentabilidad”.
Gabriela Dufour: “El panorama es muy desalentador y preocupante”
La Tecla Patagonia dialogó con la diputada provincial, Gabriela Dufour, que se pronunció al respecto de la crisis que atraviesa el sector en su Provincia. “La cosa es realmente muy preocupante. Si bien los cierres se dieron en los últimos meses, tampoco hay un panorama alentador para el resto de las empresas”, expresó Dufour. En tal sentido, se refirió a las causas de la caída, y aseguró que “muchas de las empresas sostenían las confecciones con la prohibición de in-greso de mercaderías que venían de China, y todo este panorama se dio vuelta, cambió”. Consultada acerca del accionar del Gobierno provincial, la Diputada ma-nifestó: “En el caso de Guilford, la intervención fue, en principio, intentando que les garantizaran las indemnizaciones. Hoy ya no los están asistiendo. Había un programa muy bueno, otorgándole a quien estaba a cargo de esa empresa un crédito para capital de trabajo, y él se comprometía al sostenimiento porque todavía estaba en condiciones de producir y ex-portar. El Banco de Chubut y el Gobierno provincial le negó sistemáticamente esos créditos, y generó que esta persona tomara la decisión de cerrar”. Sobre el futuro del rubro, la Legisladora dijo que “el panorama es muy desalentador y preocupante. El año pasado siguió cayendo el empleo en el parque industrial en el sector textil. Lo peor es que no hay ninguna política provincial ni nacional que permita el sostenimiento de estas empresas”.
Un proyecto vetado por el Ejecutivo
La Diputada presentó, en octubre de 2016, un proyecto para modificar el “Fondo anticíclico laboral”. El empleador percibiría, por cada trabajador, una suma mensual por el 50 % del salario mínimo vital y móvil. “Se podía reducir ese costo laboral hasta tanto se hicieran otras medidas”, explicó Dufour. Das Neves lo vetó.