La paz de los cementerios, el precio a pagar por tan descalibrado ajuste
El gobierno que encabeza Javier Milei avanza con su plan de ajuste y todavía no conoce techo. Al mismo tiempo, el equilibrio fiscal comienza a caldear un malestar social que podría sorprender al oficialismo.
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Tan brutal ajuste y recorte comienza a sorprender a los propios, a tal punto que diversos funcionarios que acompañaron hasta la puerta de entrada al Gobierno comenzaron a bajarse. Lo cierto es que, hasta el momento se estima que la cifra de despedidos en ministerios, secretarías y distintas dependencias y áreas descentralizadas del Estado ronda los 15 mil.
Al mismo tiempo, el paso de la motosierra azotó a las provincias con el recorte indiscriminado de los fondos coparticipables. Siendo la provincia de Buenos Aires una de las más afectadas, en donde el conflicto político del Presidente con el Gobernador se lleva puesto a los sectores productivos, provocando un grave deterioro en la economía bonaerense.
Se espera que la decisión derive en nuevas presentaciones judiciales, ya hay distritos que en otras oportunidades llegaron a la Corte Suprema de Justicia. Mientras tanto, en la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof no respondió de manera oficial y evalúa los pasos a seguir ante un nuevo foco de conflicto.
En este sentido, entre despidos, aumentos y un severo daño al poder adquisitivo de la población es que Javier Milei pone en juego su estatus. Tal como lo demuestran los últimos sondeos de opinión pública, levemente la imagen positiva del Presidente viene en detrimento a causa de tanto ahorque a la economía y conflictividad sin descanso, tanto con artistas como con figuras políticas de todo el arco político.
Por último, en esta línea es que el Monseñor Oscar Ojea, obispo y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, instó a Milei a encontrar un equilibrio que dé un respiro a la población, a sabiendas de que la Iglesia es termómetro del malestar social.
“La paz, además de ser un don, es una tarea. La paz se construye. No es un producto industrial, es artesanal. Se construye con el trabajo de cada día, con la vida de cada día, la cercanía, la entrega y se construye con la solidaridad”, señaló el Ojea.