29 de agosto de 2024
CHUBUT
Cómo funciona el sistema de adscripciones, el pequeño gran curro de muchos estatales
Es una práctica que en muchos casos se tornó viciosa y permite que un empleado preste servicios en un espacio diferente a su lugar de origen, sin perder su situación de revista o nivel escalafonario. Los números en la Provincia son alarmantes e incluso hay adscriptos en otras provincias. El Ejecutivo inició un censo para conocer cada caso
“Es muy difícil echar a un ñoqui en la actualidad. Es una barbaridad que el que cobra y no trabaja cueste echarlo”, dijo el gobernador de Chubut, Ignacio Torres al anunciar la puesta en marcha del Censo de Empleados Públicos. La medida responde a la necesidad de relevar la cantidad de empleados que tiene el Estado, dónde trabajar y qué servicios prestan.
“No tenemos por qué pagarle a una persona para que trabaje en la Legislatura de Córdoba. Vamos a terminar con las adscripciones a mansalva”, añadió Torres.
En la provincia de Chubut los números de adscripciones son bastante altos y encienden las luces de alarma ya que la práctica fomenta que finalmente no se terminen prestado los servicios para los cuales el Estado (es decir los contribuyentes) paga el sueldo. En general son por cuestiones políticas, de intereses personales y no responden a la necesidad real de una prestación.
El otro gran problema que suma es que el se va “de prestado” muchas veces es reemplazado por otro agente lo que implica una doble erogación. El Ministerio de Educación y la Policía del Chubut son las dependencias públicas con más adscripciones.
La figura de la adscripción tiene un contenido preciso consistente en la prestación de servicios y tareas por el agente en lugar distinto al de su destino originario, en forma transitoria, sin modificar su situación de revista o nivel escalafonario alcanzado.
En la práctica administrativa provincial, el traslado en principio implica el pase a otra dependencia, con la consecuencia de que el sueldo se paga en esta última y el agente deja de pertenecer a la repartición originaria, mientras que en la adscripción ocurre lo contrario. El empleado sigue preservando sus “beneficios laborales” del lugar de origen, aunque lleve años sin cumplir tareas allí.
La falta de regulación específica y los escasos controles han hecho de esta práctica el pequeño gran curro de muchos estatales. No es un problema exclusivo de Chubut, sino que ocurre en todas las administraciones provinciales e incluso en el Estado nacional.
Ahora los estatales chubutenses deberán realizar el Censo 2024 de manera online. El mismo abarcará a toda la administración pública, se estima que unos 45 mil agentes estarán alcanzados por la iniciativa.
El relevamiento alcanza a todos los agentes dependientes del gobierno provincial; así como también a aquellos que prestan sus servicios adscriptos en otros niveles de gobierno u organizaciones (Municipios, Legislatura y organismos nacionales, entre otros), contratados, becarios, pasantes y personal que percibe horas cátedras.
Conforme el Decreto 899/2024 la realización del censo es obligatoria y tiene carácter de declaración jurada.
En la historia reciente provincial hubo algunos intentos – aunque aislados- para tener un mayor control sobre esta práctica. Por ejemplo, el exministro de Seguridad, Federico Massoni, dispuso mediante una resolución del año 2018 que los policías adscriptos a alguna otra dependencia oficial no tuvieran ascensos durante el tiempo que no cumplan funciones en la fuerza ni accedieran al plus por “dedicación exclusiva”.
Mientras que, en el año 2013, el entonces gobernador Martín Buzzi firmó el fin de las adscripciones en el ámbito de la Administración Pública provincial, que en ese entonces sumaron unos mil casos que debieron volver a su lugar de origen.