14 de noviembre de 2024
INFORME
Fin del Plan LanAR: Milei pasa la motosierra otra vez en el sector ovino
El ajuste pone en jaque el sustento de varias actividades y la producción ovina es una de ellas. El fin de los programas que paleaban las dificultades del sector preocupa, y la producción corre riesgo de continuidad. Qué dicen los productores y dirigentes rurales de la región sur
El programa que beneficiaba a productores laneros de la región llegó a su fin, y la noticia fue anunciada por el ministerio de Economía de la Nación, de donde se desprendía el beneficio monetario que era regulado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
El Programa de Compensación Económica para Pequeños y Medianos Productores de Lana Ovina de la Región Patagónica (Programa Lan.AR) fue suspendido por decisión del gobierno nacional, y cosecho cientos de repudios en el sector, pero además dejó un escenario de extrema preocupación para los productores de la zona.
Los beneficiarios tenían que estar inscriptos en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA) del Senasa, y debían contar con un stock de ganado ovino de hasta 5.000 cabezas. En sus inicios, el programa fue pensado para estimular la producción y también potenciar el desarrollo de las economías provinciales, pero ahora el gobierno decidió reforzar sus medidas de ajuste y motosierra para el sector, sumado ya a la derogación de la Ley Ovina en agosto como consecuencia de la aprobación de la Ley Bases.
Una de las principales demandas que venía a suplir el programa LanAr era la falta de una diferencia en el tipo de cambio, como si tienen otras actividades al momento de exportar. Esta compensación abarcaba hasta 2,4 millones de pesos para cada producto, para poder palear gastos de sueldo, casa, comida, gas, etc.
De esta manera, con las incidencias climáticas que se sufrieron entre el mes de junio y julio, con la derogación de la Ley Ovina en agosto, y ahora la suspensión del Programa LanAR, la actividad ovina en la región sur se encuentra amenazada y corre riesgo el sustento de la producción. La derogación de la Ley Ovina fue consecuencia de la aprobación de la Ley Bases que, incluida el fin de la ley, junto con tantas otras, y se suspendió el fideicomiso que administraba los fondos de la ley, sancionada en 2001 y extendida en 2021. La ley se solventaba con el fondo para la Recuperación de la Actividad Ovina, que manejaba 3.000 millones de pesos por año, y las autoridades del gobierno nacional sostienen que no hubo transparencia en el uso de ese dinero que se destinaba a los productores de la zona.
Los productores ganaderos de la zona, además de la preocupación que genera la situación económica y la nula ayuda de parte del gobierno, sostienen que no hay un correcto control de plagas en la región y que hay especies que están siendo invasivas para las especies ganaderas, como el caso de los pumas, zorros, y guanacos, y que esto lleva a la baja de cantidad de productores en actividad.
Esta sumatoria de cosas hace que los productores de la región vean en riesgo su fuente de trabajo, y entre las alternativas se comienza a pensar en la conversión de vaca por oveja para poder sustentarse, pero el territorio y los recursos no son amenos tampoco para la producción de esos animales, y el panorama que enfrentan es de incertidumbre y preocupación
Osvaldo Lujan – Presidente Federación de Sociedades Rurales de Chubut
"En Patagonia hacemos un gran esfuerzo por seguir produciendo contra políticas económicas inadecuadas"
La Tecla Patagonia dialogó con el productor y dirigente rural de Chubut, Osvaldo Lujan, sobre como afecta esta medida a la actividad y expresó que desde que asumió el presidente Javier Milei “reclamamos por el pago del plan lanar 2 que era algo aprobado por una gestión de gobierno y por lo cual se debía cumplir con su pago” y sostuvo que esta iniciativa “le daba al productor patagónico la posibilidad de recuperar parte de lo que se le había sacado por la brecha cambiaria que en algunos momentos supero el 100% del precio”.
En el caso de Chubut, Lujan manifestó que la lana representa la principal producción y que el 98% de lo producido es exportado, por lo tanto “dependemos no solo del precio internacional sino también por el precio al cual este dólar se paga”. Lujan relata que el plan “beneficiaba a los pequeños productores de toda la Patagonia y eran 1600 millones de pesos lo cual no representaban más de 2.000.000 de dólares. La Patagonia en estos últimos 4 años dejo de tener ingresos por esta brecha cambiaría por 300.000.000 de dólares”.
Consultado por la derogación de la Ley Ovina, Lujan aseguró que “fue un ejemplo de administración en Patagonia donde participaban el sector público y privado en la aprobación de los proyectos que se presentaban, no era un fondo fiduciario más, se presentaban proyectos, se analizaban en una mesa donde cada provincia tenía una unidad ejecutora provincial integrado por los productores, Senasa, Inta y el Ministerio de Producción de cada provincia, los créditos se otorgaban y se devolvían, la plata desde nación iba directamente al proveedor de los insumos que el productor compraba dentro del proyecto”.
Por último, apuntó contra el gobierno nacional por “eliminar cajas sin control”, y agregó que “no todo es igual, en Patagonia hacemos un gran esfuerzo por seguir produciendo contra políticas económicas inadecuadas, contra el incremento exponencial de predadores y guanacos, fundaciones, etc.” concluyó.
Luis Belliu – Productor ganadero Maquinchao
"Es como decir cierren la tranquera y dedíquense a otra cosa"
El productor de Maquinchao, e integrante de la Sociedad Rural local, Luis Belliu, también conversó con LTP y detalló la situación en particular de la provincia de Río Negro y de Maquinchao. Belliu explicó que desde la Secretaría de Producción local, de la cual fue parte hasta diciembre, trabajaban en la carga de formularios que requería el plan LanAR.
Además el productor rionegrino consultado por el impacto de esta suspensión en la región manifestó que “en principio el valor de la oveja esquilable había sido notorio en la modificación del cambio del monto, y cubría un porcentaje de la oveja que se esquilaba, más allá de que alguno a veces llegaba justo para pagar la esquila, también el dinero era utilizado para comprar insumos veterinarios, para comprar mercancía” y sostuvo que “en la economía regional tenía un impacto de manera directa, más que nada en los pueblos”.
También se refirió a la múltiple complicación que se presenta con la Ley Ovina ya derogada, y Belliu fue parte además de quienes gestionaban en la localidad los proyectos y toda la logística administrativa para que los productores puedan tener su documentación en regla, y así acceder a los créditos que se otorgaban con el fondo fiduciario de la ley. En esta línea, aseguró que “el productor con la Ley Ovina proyectaba algo que no podía hacer o no había hecho en el tiempo que estuvo en el campo, un corral, un galpón, hacer unos potreros o alguna otra cosa” y agregó que “la Ley Ovina le daba un valor agregado a toda la parte operativa, permitiendo mejoras en instalaciones, infraestructura, etc.”.
Consultado por posibles alternativas a estas bajas de parte de Nación Belliu manifestó que se encuentran frente a un panorama difícil y que el mensaje del gobierno “es como decir cierren la tranquera y dedíquense a otra cosa, el ovino hoy no tiene banca en ningún lugar, no tiene su dólar diferenciado, vende a dólar oficial y compra a dólar blue, se encareció toda la cuestión operativa”, y sostuvo que parece que “fuesen unidades productivas privadas, es como bueno cada uno vera como hacer sus cosas”.
Por último, señaló que en la Patagonia “están empezando a cerrar los establecimientos, están vendiendo, y ya no es rentable como lo era en algún momento con las ovejas porque la lana tiene un valor que está planchado hace varios años, y si no se maneja a un nivel alto, pasa a ser de subsistencia” y concluyó que “el panorama es desolador”.