23 de diciembre de 2024
REGION
Frutícolas de Río Negro y Neuquén piden por medidas urgentes ante la crisis del sector
La Federación de Productores planteó al Gobierno Nacional y a las provincias la necesidad de declarar la emergencia económica, reducir impuestos y otorgar financiamiento preferencial para afrontar el aumento de costos y la caída de los mercados. Advierten que, sin respuestas, el colapso de la actividad es inminente
La Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén demandó al Gobierno Nacional y a las administraciones provinciales de ambas provincias la implementación de medidas concretas que permitan afrontar la profunda crisis que afecta al sector. En una serie de reuniones, incluyendo un encuentro la semana pasada con el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Sergio Iraeta, el presidente de la Federación, Sebastián Hernández, expuso los problemas estructurales y coyunturales que enfrentan los productores.
La situación es crítica debido a factores externos, como la devaluación del real brasileño, que afecta al principal mercado de exportación, y la desaceleración comercial en países como Bolivia y Paraguay. A esto se suman problemas internos, como la recesión económica y el aumento de costos en insumos, energía y combustibles, lo que ha erosionado la rentabilidad del sector. Hernández subrayó que los precios que reciben los productores por sus frutas no han acompañado el alza de los costos, generando una situación insostenible.
Entre las principales demandas, la Federación planteó la necesidad de declarar la emergencia económica agropecuaria, lo que permitiría diferir las obligaciones tributarias y otorgar alivios financieros a los productores. También solicitaron una reducción de impuestos al combustible y a la energía, así como la incorporación de agroquímicos y fertilizantes en el régimen de beneficios impositivos previsto por la Ley N° 27.227, para reducir el impacto de los costos de producción. Otro punto central es el acceso a líneas de crédito con tasas preferenciales que faciliten la financiación del capital de trabajo y la infraestructura necesaria para garantizar la continuidad de la actividad.
Hernández advirtió que, sin respuestas inmediatas, el sector podría enfrentar un colapso con consecuencias devastadoras para las economías regionales. Según el dirigente, el sobrestock de peras en los frigoríficos, junto a un consumo interno estancado y dificultades en los mercados externos, ha puesto en jaque a la actividad. Además, los recientes eventos climáticos adversos, como heladas y granizadas, han aumentado la incertidumbre sobre la calidad y cantidad de la producción de la próxima cosecha.
El secretario Iraeta aseguró que el Gobierno evaluará las demandas presentadas, pero no anunció medidas concretas, lo que incrementó la preocupación entre los productores. Por su parte, la Federación avanza en la elaboración de un informe técnico que detallará la cantidad de hectáreas cultivadas y los costos de producción, con el objetivo de reforzar su solicitud de apoyo financiero ante los gobiernos de Río Negro y Neuquén.