4 de junio de 2017
NEUQUéN
Elías Sapag: “Crecimos con la obligación de gobernar”
El titular de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas habló sobre cómo fue crecer y hacer política en una de las familias históricas de Neuquén. La relación con sus hermanos, primos y la nueva generación
Lo conocen como el gringo, un apodo particular para un descendiente de libaneses. Algunos dicen que es el más loco de la familia, quizás por su forma frontal de decir las cosas. Segunda generación, asegura que fueron educados con la obligación de ser parte del Gobierno y “conducirlo al mejor destino”. Elías Sapag eligió un lugar técnico pero estratégico. Dedicó su vida a la situación de los ríos y el agua de la Provincia desde la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas. Apuesta hoy por Chihuido, lo cree la piedra angular de un plan programático a futuro de nuevas presas a lo largo de la cuenca del Río Neuquén, que no sólo controle y mejore los niveles del agua, sino que además genere energía renovable.
-¿Cómo es crecer dentro de la familia Sapag?
-La familia me genera una admiración increíble. Eran carniceros, comerciantes de ramos generales, no se diferenciaban de la población del momento de Neuquén, trataban de ganarle a la vida y a la pobreza. La admiración está en el coraje que tuvieron a la hora de enfrentarse a las adversidades de una provincia -territorio nacional- que era postergada por el Gobierno. Cuando el Movimiento se formó, Felipe ya había sido intendente, y Amado también, en medio de la proscripción del peronismo. ¿Cuál era su plan de gobierno? La justicia social. El sentido común que tenían de la justicia social era lo mismo que habían hecho con su familia, trabajar para sacarlos de la miseria. Evolucionar dentro de este contexto. Ninguno de nosotros, de los que están o estuvieron en política, fuimos bendecidos. Tuvimos que hacer nuestro camino. Cada uno, con su carácter, se hizo su lugar. Incluso Luz, que siempre reclamó en una familia árabe por el lugar de la mujer, por la cultura propia de nuestros mayores, supo hacer su camino. Hay una impronta en cada uno y tuvimos que forjar el camino. Nadie nos bendijo.
-Parece haber un mandato familiar en los Sapag de ser funcionarios públicos de la provincia de Neuquén, como tratando de devolver lo que la Provincia les dio...
-Eso es parte de la educación que tuvimos. Nos criamos en una mesa de familia en la que se discutía de política, de lo social, lo empresarial y del petróleo. Siempre estuvo el debate en la mesa de la comida. Nos criamos en un entorno que nos obligaba a ser parte de un Gobierno para conducirlo hacia un destino que, según nosotros creíamos, era el mejor para la provincia de Neuquén. No nos creemos dueños de la verdad, pero sí tenemos esa impronta y esa responsabilidad de dejar algo a futuro. Hoy bien puedo decir que la generación que nos sucede, la de mis hijos, no tiene esa impronta. No las tienen ni mis hijos, ni los de Pipe, ni los de Jorge; de Luis, hay alguno; y la de Luz es Lucila, la senadora. No vemos esto. ¿Por qué? Quizás hayan sufrido demasiado los embates públicos. Son terribles, todos los hemos recibido. Estamos en el juego de la política y, nos guste o no, es así. Mi papá decía: ‘Hijo, si usted se mete en política mande la honra a los perros’. Hemos tenido la suficiente responsabilidad y admiración por lo que hicieron nuestros padres, a pesar de que ha habido diferencias, hasta enfrentamientos públicos, pero eso nunca nos quitó la impronta. Y queremos que los que vengan, los Gutiérrez que vengan, los Figueroa que vengan, los Nicola que vengan, y todos los que vengan, también tengan ese compromiso con esta tierra y con la doctrina de la justicia social, que tengan sensibilidad con el que menos tiene y planifiquen a futuro.
-Siendo tantos entre tus hermanos y tus primos, ¿había competencia entre ustedes?
-Cada uno tenía sus ideas dentro de la familia, tenía sus ambiciones, y cada uno fue armando este esquema. Algunos nos juntamos. En definitiva, hoy estamos todos en el mismo barco, porque nos dimos cuenta, con la edad, que le tiene que tocar a otro. Debe contar con nuestro soporte, tenemos que estar acompañando. Yo lo hago desde el AIC.
-En lo personal, vos parecés haber decidido dedicarte a una función más técnica dentro de tu área de conocimiento...
-Fui ministro de Sobisch. Cuando asumió, yo era un hombre del interior, trabajé para su candidatura, y luego asumí en su gestión. Pero es verdad que siempre estuve des-de un punto de vista funcional. Cuando asumí en la Autoridad de Cuencas, la administré, conocí las presas, la necesidad e importancia del agua, y me involucré desde un punto de vista científico. Entendí que no podía hablar a mis pares si no era desde el punto de vista profesional, y debía adquirir ese conocimiento. Pero desde la política, acompañé a Omar Gutiérrez, acompañé a mi hermano, y acompañé a todos. Toda la vida junto al MPN, porque es el que me permite hacer esta ciencia y dejarle todo un programa que empiece por Chihuido.
Chihuido I
“Al centro de la Provincia, esta obra le da otra perspectiva”
-¿Por qué es tan importante Chihuido I para la Provincia?
-Ya es importante que alguien quiera financiar Chihuido. Ahora deben ponerse de acuerdo las empresas. El Banco Chino financiaría con tasas similares o superadores del crédito ruso y, en esas condiciones, podría darse el contrato de obra para empezar los trabajos. Nación tiene que entender que Chihuido es una obra de seguridad. Va a defender al alto valle de Río Negro y Neuquén de la intempestiva y violenta acción del río Neuquén. Cuando se desprenden lluvias y nieves extraordinarias, como ocurrió en el 2006 y 2008, vienen con una violencia que deja a la región en un estado crítico. Los probables daños de es-to, sin considerar las vidas de los ciudadanos ni los hidrocarburos, está valuada en 10 mil millones de dólares en daños a infraestructura de las ciudades. Esto ya ocurrió y hay una chance de que pueda volver a ocurrir. Tenemos que hacer represas en el río Neuquén para gobernarlo. A la vez, el riego del alto valle necesita agua que con la sequía no tiene. Chihuido sería ese tanque. Aparte, vamos a generar energía renovable. Y las ciudades afectadas por la emprendimiento van a tener una mejor calidad de vida; se es-pera que, durante cinco años, se generen 2.500 empleos directos y otros 2.500 indirectos. Al centro de la Provincia, esta obra le da otra perspectiva.
Contaminación
“Tenemos que hacer que funcionen bien las plantas de tratamiento”
-¿En qué estado se encuentra el agua de Neuquén?
-Nosotros partimos en dos el análisis. Por un lado, la norma ICA es norma internacional, que se compone de nueve índices que da la calidad del agua de los ríos y de la cuenca. Estos índices dicen que nuestros ríos están bien. Para las plantas de tratamiento de agua potable, estamos bien, pero no para el uso recreativo, donde la seguridad es cinco veces más exigente, porque el contacto es directo, sin tratamiento. En los últimos años, vemos un deterioro del agua. Hay balnearios, no sólo los habilitados, que o no se recuperan, o van incrementándose. En la medida que no corrijamos la situación de las plantas de tratamiento, como se está haciendo en Tronador, Plottier o Centenario, va a llegar un momento en que esa agua no será utilizable.
-¿Cómo se hace para que después se sanee el río?
-El río tiene un poder de autodepuración. Las condiciones están, pero no tenemos que creer que se recupera solo, si no dejamos de tirar efluentes sin tratar. Lo más importante son las plantas de tratamiento. Tenemos que hacer que funcionen y que funcionen bien.
-¿Por qué creés que, en los últimos años, la situación ambiental y de los ríos se comenzó a utilizar como un tema político?
-Por supuesto que se utiliza como una cuestión política. Hay un partido que lleva la bandera de los ríos limpios. Pero puedo decir que una sola vez vinieron a ver a la Autoridad de Cuencas. En marzo del año pasado, los que me denunciaron en la Justicia jamás vinieron a querer escucharnos y nunca fueron a la biblioteca de la Legislatura, donde estaban todos los documentos.
Alerta hídrica y ambiental
“La alerta que propuso la Legislatura me parece prudente porque es Hídrica y Ambiental. La hídrica es porque venimos hace diez años por debajo de la media que deben tener nuestros ríos, tanto el Limay como el Neuquén. Así podemos actuar en función de las necesidades: las ciudades, el riego para la fruticultura, la recreación y la energía. El extremo ha sido este año 2016/2017, don-de se ha dado el río Neuquén más seco de los últimos cien años. Todo aquello que se legisle para mejorar la situación hídrica me parece bien. Hablo de construir presas”.
NOTA COMPLETA EN EDICIÓN #338