30 de junio de 2017
SANTA CRUZ
Renunció Pietragalla a la Secretaría de Derechos Humanos
El hombre de La Cámpora y actual candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, presentó su dimisión al cargo luego de poco más de un año y medio de ocuparlo. Repasamos la entrevista hecha por La Tecla Patagonia al ahora exsecretario de DDHH
Horacio Pietragalla, hombre de La Cámpora y actual candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires por la lista de Unidad Ciudadana que encabeza Cristina Kirchner, presentó su dimisión al cargo de Secretario de Derechos Humanos, luego de poco más de un año y medio de ocuparlo. Aún no se conoce quién será su reemplazante.
Entrevista concedida por Pietragalla a La Tecla Patagonia para la edición 329 de la revista:
Horacio Pietragalla Corti es el nieto recuperado Nº 75. Sus padres fueron asesinados a manos de las Fuerzas Armadas en 1976. Es parte de Abuelas de Plaza de Mayo, fue Diputado nacional, es miembro de La Cámpora –donde condujo la Secretaría de DDHH de la Agrupación- y fue Presidente del Archivo Nacional de la Memoria, hasta que asumió Mauricio Macri, y decretó su salida en 2016. Allí, asumió la Secretaría de Derechos Humanos de Santa Cruz. Desde que recuperó su identidad, en 2003, su militancia política fue en ascenso, convirtiéndose en un referente del área en la Argentina.
- ¿Cómo fue que se acercó a Abuelas para conocer su identidad?
- Recuperé mi identidad en el año 2003. Tuve la suerte de ir a una escuela donde me tocaron docentes que eran compañeros, con compromiso, y siempre nos contaron lo que había pasado en la Dictadura. Conocimiento de la historia tenía por eso. Después, en la adolescencia, físicamente era muy diferente a mi padres, y en una época en que todos fantasean en algún momento con ser adoptados, vos te encontrás con el relato de cuando naciste, y todo eso se va. Pero como no había un relato y no me cerraban los parecidos físicos, a mi se me generaron dudas que se fueron acrecentando en la medida en que iba creciendo en edad, y recién en el año 2002 me acerqué a Abuelas, y en el 2003 pude recuperar mi identidad.
- Su historia del acceso a la verdad fue particular porque fue en 2003; es decir, cuando Néstor Kirchner recién asumía…
- Yo justo vi el cambio. A los 15 días de recuperar mi identidad, me puse a trabajar a la par con ellas. Claramente era una Asociación chica, con poco personal, con poca posibilidad de gestionar ideas que se tenían, porque no había recursos económicos. Si bien había entrado un proyecto que financiaba la Unión Euro-pea, no tenía el respaldo de un Gobierno para la búsqueda de los nietos. Se hacía más difícil. Sobre la llegada de Néstor, en lo personal, hubo muchos nietos que habían recuperado la identidad años anteriores, y me decían ‘qué suerte que tuvieron ustedes’, porque fue un proceso que fuimos haciendo a la par del que impulsó el propio Estado. Recuperar la memoria, las leyes de impunidad, poder juzgar a los genocidas, eran todos pedidos históricos de los organismos que se iban llevando adelante, así que se nos hizo más fácil a los que recuperamos la identidad después del 2003 que a los que la habían recuperado con anterioridad.
- ¿Como fue su paso por la militancia?
- Yo me involucré muy fuerte en Abuelas. En la cuestión política partidaria no tanto, porque estaba haciendo mi proceso personal. No quería que mi decisión estuviera tomada por descubrir la historia de mis viejos, porque eran militantes, sino que yo la quería tomar despojado de cualquier mochila. Yo siempre los tomo como referencia para nunca tomar un desvío, pero no como una mochila que implique un karma. Al contrario.
- Más allá del cambio de Gobierno, ¿cree que hubo un aprendizaje de la sociedad en torno a la importancia de la Democracia y el respeto por los Derechos Humanos?
- A veces la sociedad puede ir y venir, es muy influenciable. Lamentablemente, los medios de comunicación tienen mucho poder para instalar y tapar, pero hay un piso diferente, no sólo en la sociedad, sino en las conducciones políticas. Se vio en la reacción, cuando quisieron cambiar el 24 de marzo, de los Intendentes y Gobernadores de todo el país. Hay un piso diferente en materia de Derechos Humanos de la mano de la Memoria, la Verdad y la Justicia. El fin de la impunidad y el avance de los juicios trajo la verdad. No es un funcionario de turno que dijo que son delitos de lesa humanidad, sino que lo dijo la Justicia, y están siendo condenados.
- ¿Cómo halló a la Secretaría de Derechos Humanos en Santa Cruz al asumir el cargo?
- Había mucho trabajo de los trabajadores, pero poco trabajo organizado. No tenían ejes temáticos de trabajo y estaba desfinanciada. Hoy, a poco más de un año de asumir, se le está dando mucho volumen haciendo hincapié en los ejes.
Por ejemplo, un eje fundamental de la Secretaría es el tema de la violencia institucional. Estamos capacitando en ese sentido, cambiamos la ley interna de la policía, conjuntamente con el Ministerio de Gobierno y la Secretaría de Seguridad. Había una reglamentación de las fuerzas internas que era de 1974. La pudimos cambiar dándole más poder a la conducción civil, más amoldada a las normas constitucionales y más apoyada en la Convención Internacional de los Derechos Humanos. También estamos avanzando en un área de diversidad que no estaba fomentada. Concientizando y trabajando, porque creemos firmemente que la migración es un derecho y, en ese sentido, estamos trabajando con mucha fuerza sobre los derechos de las personas migrantes. Esta Provincia tiene mucha migración y creemos que es un derecho humano y universal.
Su relación con Néstor
“Lamentablemente, a Néstor nunca lo tuve como conductor político”
- ¿Cómo fue su relación con Néstor Kirchner?
- A Néstor lo conocí cuando él nos recibió junto a un grupo de nietos en el año 2003. Esa fue la primera vez que lo vi. Yo, en ese momento, estaba con la cabeza en la mano, haciendo un proceso para recuperar mi historia, recuperando los restos de mi viejo, y elaborando el divorcio mental que empecé a hacer con las personas que me criaron, porque tenían
responsabilidades. Entonces, no tomaba conciencia de lo que estábamos haciendo, juntándonos con un Presidente. El, a partir de ahí, cada vez que me veía, me hacía chistes. Era una relación ocasional. Siempre tuvo buen vínculo con los organismos, con la mayoría de los hijos, pero lamentablemente nunca lo tuve como conductor político.
- ¿Y con Cristina?
- Yo soy parte de La Cámpora. A Cristina Fernández la conocí junto con Néstor, pero después seguí viéndola durante su mandato como Presidenta, con algunas cuestiones de los Organismos por las que nos convocaba. Empecé a tener una relación más fluida por mi compromiso, tanto del lado de los organismos como de la política. Después, yo asumí como Secretario de Derechos Humanos de La Cámpora, y ahí tuve un mayor vínculo con todos.
Tensión social
"La Gobernadora fue muy clara y no quiere represión"
¿Cómo ve la situación general de tensión social que se vive en la Provincia?
- Hoy Santa Cruz está complicada presupuestariamente. Tenemos un Gobierno nacional que es muy hostil con la Provincia. No hay que olvidarse de que Alicia lleva un apellido importante y no están siendo muy bondadosos. Eso asfixia. Hay protestas. Tenemos un Estado democrático donde puede haber protestas, pero no hay represión. A veces, algunos sectores de izquierda llaman represión a una respuesta de agua desde adentro de un edificio público al que le están rompiendo to-dos los vidrios. Yo siempre estoy presente donde hay represión para garantizar que no haya abuso de autoridad. En eso, la Gobernadora fue muy clara, y no quiere represión. A veces, se intenta disipar a los manifestantes para cuidar el espacio público, pero represión acá en la Provincia no hay.