La Tecla Patagonia
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En el presente tuvieron lugar la entrega de los Premios César en Francia, los galardones al séptimo arte similares y de igual importancia que los Óscar (Estados Unidos) o Goya (España). Entre los nominados, Roman Polanski obtuvo doce menciones pero ganó como Mejor director; Mejor guión adaptado y Mejor vestuario por su obra J’acusse.
Sin embargo, la noche dorada para los artistas del universo audiovisual se vio empañada por una protesta feminista contra el cineasta que tiene en su haber más de una denuncia por abuso sexual. Además, las actrices presentes en la velada, se levantaron de sus sillas y desaparecieron cuando enunciaron a los ganadores.
Las activistas francesas bautizaron a la jornada como Los Cesar de la vergüenza y una actriz que apoya esta moción, Adele Haenel, protagonista de Retrato de una mujer en llamas afirmó “reconocer a Polanski es escupirle en la cara a todas las víctimas. Es decir que violar a las mujeres no es tan malo”.
El cineasta polémico y su equipo de trabajo renunciaron a la invitación porque ya estaban anunciadas las acciones de repudio, así se evitarían mayores tensiones.
Cabe mencionar que el cineasta fue denunciado y condenado por violar a una menor durante 1975. En ese momento se exilió de Estados Unidos y nunca regresó. También fue denunciado en su lugar de residencia actual por artistas francesas que alertaron sobre sus conductas impropias.