La Tecla Patagonia
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Por Alejandro De Angelis
Una de las cosas que pregonó el Presidente Alberto Fernández al asumir su cargo fue el de finalizar con llamada grieta, que se evidenció en las últimas elecciones con una polarización entre dos grandes sectores políticos, antagónicos y en permanente conflicto. Podría decirse que la dinámica del mundo, al menos en ese sentido, le dio una mano, ya que la pandemia trajo consigo, más allá de todas las limitaciones y perjuicios, la posibilidad de una unidad del arco político en pos de atender la emergencia.
En los primeros quince días desde que el Gobierno decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el país, el cese de las divisiones políticas fue notorio. Hubo un mensaje de unidad y un absoluto acompañamiento tanto para el mandatario nacional como para los distintos Gobernadores al frente de las provincias. Así sucedió en la Patagonia, con una oposición replegada y suscribiendo cada decisión tomada por los Ejecutivos, que fue en línea con la postura de la Rosada.
Con el pasar de los días y la toma de decisiones, las diferencias comenzaron a recrudecer. Así mismo, comenzó a crecer la demanda de las distintas figuras opositoras de las provincias, de ser convocadas a una mesa conjunta con los oficialismos para la discusión de las medidas adoptadas en el marco de la pandemia.
Allí, en la Patagonia se replicó un modelo que se vio a nivel nacional. Hubo tres grandes grupos, dictaminados entre los que acompañaban cada medida de los Ejecutivos, es decir aquellos oficialistas o aliados, un segundo grupo de acompañamiento y críticas, en el que se ubican en la región los dirigentes de la UCR, y un tercer grupo más combativo, conformado principalmente por referentes del PRO y una parte del radicalismo afín a la conducción del expresidente Mauricio Macri.
Solo por ahora
Respecto de la dinámica del diálogo político, el consultor patagónico Mariano Vila, consideró en comunicación con La Tecla Patagonia que “el Gobierno nacional encontró una oportunidad para poder fortalecer su relación, a cambio de nada en principio, con los Gobernadores. Es decir, ante el escenario de la pandemia estaban obligados a ponerse de acuerdo en puntos comunes”.
En esa línea, Vila analizó que “Fernández aunque asumió el liderazgo de la crisis en la toma de decisiones, dos o tres semanas después federalizó las responsabilidades, en la decisión de los Gobernadores para definir qué sectores van a estar expuestos”. Asimismo, el analista agregó: “Fernández sigue liderando pero abrió el juego a otros actores, para hacerlos coparticipables de las responsabilidades”.
Respecto puntualmente del plano legislativo, el consultor rionegrino Pablo Gustavo Díaz consideró que “la oposición, fundamentalmente legislativa, se siente desdibujada. No sabe cómo entrar en la conversación que tiene el pueblo con el Gobierno. Y es lógico, porque en momentos de crisis como éstos el poder ejecutivo siempre adquiere mayor protagonismo dada la urgencia de las medidas que debe tomar”.
En ese último punto coincidió Vila al asegurar que “a la oposición se le achicó la agenda”, y agregó: “hay pocos temas donde pueda marcarle la cancha al Gobierno sin quedar expuestos o sin quedar como oportunistas o políticamente perdidos”.
Sobre el futuro de la grieta, ambos consultores se mostraron escépticos de un escenario de gran unidad. “Hoy la emergencia sanitaria está tapando las consecuencias económicas pero en algún momento eso hará bastante ruido y ahí la oposición tendrá de nuevo un esquema de construcción de discurso que hoy parecer haber desaparecido”, advirtió Vila y agregó: “hay una apertura de la oposición porque entendió cuál era el momento”.
Por su parte, Díaz aseguró que “la desaparición de la grieta fue más una expresión de deseos que un hecho real”, al tiempo que consideró que “en el caso de las oposiciones ejecutivas, como por ejemplo la de Omar Gutiérrez o Arabela Carreras, aun siendo de partidos diferentes al de Alberto Fernández, su rol ejecutivo los lleva a desarrollar actitudes colaborativas y cooperativas entre sí”.
Escenarios distintos
En Santa Cruz se logró un control rápido de la situación y hoy la discusión pasa por la cuestión económica. Allí el Gobierno vio la posibilidad de instalar una agenda que incluye el endeudamiento, mientras que la oposición decidió volver a la confrontación y denunciar la ilegalidad del mismo.
En Neuquén, el control administrado de la cuarentena dejó poco espacio para las diferencias. Las principales disputas rigen en torno al petróleo y, fundamentalmente, Vaca Muerta. Allí la oposición pide más acción del Gobernador Gutiérrez, que hace equilibrio entre su buena relación con Nación y las necesidades de respuesta en materia energética.
En Chubut, la administración del aislamiento fue el gran foco de disputa. Gobierno y oposición debatieron por las medidas de control, y a ello se sumó la postura de Nación, denunciando excesos en materia de seguridad. Río Negro, afectada por los contagios, vio su crisis en el sistema de salud. Por allí se generaron las mayores críticas opositoras.
NEUQUEN: Gutiérrez se alinea con el oficialismo y desconcierta a opositores
Desde el inicio de la gestión de Alberto Fernández, el Gobernador Omar Gutiérrez se mostró cercano al Presidente. Con la llegada de la pandemia, pese a pertenecer a distintos espacios políticos. El Frente de Todos en la provincia, quedó mediando entre ser oposición del MPN y apoyar el proyecto nacional.
“La relación en esta situación es buena, porque nosotros hemos tomado la decisión de poner el hombro y llegar a la mayor cantidad de acuerdos posibles para viabilizar las leyes que son necesarias para conducir esta situación de emergencia sanitaria”, aseguró el vicepresidente de la Legislatura e integrante del Frente de Todos, Mariano Mansilla. Asimismo destacó que “el Gobierno de la Provincia aceptó integrar un Comité de Emergencia con representantes de la oposición”, al tiempo que admitió “diferencias” hacia adentro del espacio, aunque aseguró que “hemos cerrado filas en torno a que la situación está por encima de cualquier grieta o división dentro de la sociedad”.
Por su parte, el diputado nacional neuquino Francisco Sánchez (Juntos por el Cambio), contó que “con el resto de los diputados de la provincia tenemos buen diálogo, una misma preocupación con distinta mirada”. Sin embargo, consideró que “a nivel municipal hay una gran improvisación pero gran capacidad de escucha” mientras que “a nivel provincial a las limitaciones de llevar adelante una gestión moderna y eficiente, se le suma la falta de empatía y escucha, con lo que es muy difícil conversar, salvo algunos casos particulares, pero no por diseño”.
SANTA CRUZ: Perdura el viejo modelo: grieta sin tregua a pesar de la crisis
En Santa Cruz, se replica el mapa nacional. El kirchnerismo gobierna y la oposición se aglutina para sumar una voz contraria. “Hay funcionarios con los que sí podemos tener alguna relación, por ejemplo con el Ministro de Economía, que respondió a todas nuestras dudas. Después con otros funcionarios que viven en la negativa de querer dar la información como corresponde, como pasa en el área de Salud”, asegura el diputado radical Daniel Roquel.
Respecto del funcionamiento de la Legislatura, Roquel consideró que “se busca desvirtuar el trabajo que venimos haciendo. Ellos tienen veinte legisladores y presentaron quince proyectos y nosotros somos cuatro y presentamos nueve. Estamos algunos con muchas ganas de trabajar y hay a otros que no les interesa, hacen una pantomima para decir que están trabajando pero cuando les hablamos de descontar en sueldos se hacen los distraídos y miran para otro lado”.
La oficialista Rocío García, por su parte, aseguró que la relación “con algunos es mejor”, aunque enfatizó: “A nivel provincial sigue siendo así: (Eduardo) Costa, (Roxana) Reyes y (Nadia) Ricci tratando de sacar rédito político”. Por último, agregó: “la preocupación hace que solo se vea un objetivo común que es evitar la propagación del virus”.
RIO NEGRO: Arabela se abroquela con los suyos y la oposición se diluye
Río Negro es la provincia que más incremento de casos ha registrado en las últimas semanas. Dicha situación exigió medidas con mayor celeridad, y algunas críticas respecto del manejo de la crisis.
“Ante mi propuesta de que el Comité de Crisis abarque también la cuestión económica y convoque a cámaras del sector privado, la Gobernadora me llamó por teléfono y me dijo que no le parecía, que creía y quería que la Legislatura esté representada en la figura del vicegobernador”, contó Juan Martín, diputado del PRO en Río Negro. En tal sentido, destacó que “hay un diálogo permanente con Alejandro Palmieri y la Gobernadora cada vez que tengo la posibilidad, la verdad es que ahora la preocupación es muy grande”.
La diputada nacional de Juntos por el Cambio, quien también preside a la Unión Cívica Radical en la provincia, aseguró que “a nivel provincial siento que ni nos quieren escuchar. Es más, creen que molestamos, a pesar de que hemos intentado ser propositivos y ayudar”. Asimismo consideró que “es momento de aunar esfuerzos y convocar a los mejores profesionales y a todas las representaciones políticas y sectoriales para enriquecer la toma de decisiones”.
“Nos pusimos a disposición de la Gobernadora desde el primer día, en una actitud constructiva frente a la situación y lamentamos no haber sido escuchados”, dijo Matzen y resaltó que ante la insistencia “la respuesta fue la misma, mantenerse en su propio círculo de colaboradores y no abrirse, como si lo hace por ejemplo el Gobierno Nacional”. Por último, manifestó su postura de volverse a poner disposición y sentenció: “en esta instancia, no se trata de un partido político o de una oposición mejor o peor, se trata nada más y nada menos que de la vida de los rionegrinos”.
CHUBUT: Arcioni, encerrado solo en su propio laberinto
El caso de Chubut es paradigmático ya que, a pesar de que Mariano Arcioni se alinea con el Presidente, en el plano provincial la disputa con el Frente de Todos es notoria. Asimismo, el manejo de la seguridad fue materia de debate y llegó al plano federal, algo que generó rispidez y reavivó la grieta chubutense. El peronismo critica pero con cautela.
“En nuestro caso no vemos que haya habido un acercamiento entre los poderes, al contrario, hay un ninguneo permanente de parte del Ejecutivo hacia el legislativo, no generando las condiciones mínimas para que se pueda sesionar. Esto en alguna medida hace sentir cómodo al Ejecutivo porque tiene menos controles, menos críticas y menos observaciones”, aseguró el legislador provincial de Juntos por el Cambio, Manuel Pagliaroni.
“La relación ha sido muy escasa. Yo he tenido una sola conversación por videoconferencia con los otros presidentes de bloque y el vicegobernador, en la cual frente a cada sugerencia encontrábamos un rechazo absoluto y una justificación de lo que estaban haciendo, no aceptando ninguna crítica constructiva, así que esto imposibilita que se lleva adelante una relación madura”, sostuvo el diputado.
En esa línea, Pagliaroni agregó que “lo mismo pasa con los Intendentes. Los que no son del mismo espacio político que el Gobernador, frente a una crítica lo primero que hacen es ponerse a la defensiva y redoblar la apuesta en lugar de escuchar y eventualmente modificar alguna acción de parte del Gobierno”.