Clases sí o no: la interna del PRO nacional que se replicó en Río Negro
El espacio rionegrino mostró con claridad las dos facciones en pugna, que sirven como modelo de la discusión del partido en todo el país. La suspensión de la presencialidad dictaminada por el Gobierno fue la gota que rebalsó el vaso
Por estas horas en el PRO de Río Negro se vive una fuerte interna entre el sector que apoya la candidatura de Anibal Tortoriello a diputado nacional, y la facción que se encolumna detrás del dirigente de Roca Nicolás Suárez Colman. Sin embargo, el enfrentamiento esta vez lo protagonizaron quienes lideran a dichas líneas, y se dio en torno al anuncio de suspensión de las clases presenciales en Bariloche hecha por el Gobierno provincial.
El enfrentamiento sirve como modelo de lo que sucede en el partido a nivel nacional, donde Horacio Rodríguez Larreta representa un ala más conciliadora, y Mauricio Macri es quien prefiere la confrontación. Con la suspensión de clases en CABA, muchos vieron al alcalde porteño "incómodo" con la postura de ir a la Justicia, y lo atribuyeron más a una rendición de cuentas hacia adentro de su espacio.
En Río Negro, la posición más dura la encarnó esta vez el diputado provincial rionegrino Juan Martín, que criticó con dureza la decisión de las autoridades sanitarias provinciales. "Es lamentable que la situación epidemiológica haya llevado a la suspensión de las clases", dijo y pidió a la ministra de Educación Mercedes Jara Trachia "saber cómo se va a garantizar el aprendizaje, recuperar el tiempo perdido y volver a vincular a los chicos que quedaron fuera del sistema educativo".
La contracara fue el otro referente del PRO, Sergio Wisky, quien pese a ser funcionario del Gobierno porteño adoptó una postura en favor de la decisión de Arabela Carreras. "Acompañamos a Arabela Carreras en las medidas propuestas en el manejo de la situación critica sanitaria en San Carlos de Bariloche y zona". El uso del plural quedó librado a todo tipo de interpretaciones.
Si bien ambas corrientes ya habían marcado sus diferencias, la falta de uniformidad ante un tema sensible como la continuidad de los chicos en las aulas terminó por resquebrajar cualquier tipo de consenso hacia adentro del PRO provincial. El Gobierno, por su parte, ganó un apoyo opositor ante una decisión "antipática" para cualquiera.