María Valenzuela viajó a Ushuaia para comenzar su tratamiento odontológico
Hace un mes, la actriz contó en sus redes que por una mala praxis que recibió en su boca, no puede comer. En las últimas horas, partió rumbo al sur para tratar de recuperar su buen estado de salud.
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Después de denunciar que sufrió mala praxis en su boca y que eso le trajo muchos problemas de salud, María Valenzuela partió rumbo al sur para iniciar un tratamiento odontológico que la ayude solucionar su problema con la alimentación.
"Hace tres años inicié un tratamiento con un odontólogo para colocarme implantes. Con el tiempo, me surgió un dolor tan grande que no me permite comer. El odontólogo se llama Manuel; por razones legales no puedo decir su apellido", explicó la actriz en un video que publicó en sus redes sociales a principios de marzo.
Horas antes de aterrizar en Ushuaia, Valenzuela dialogó con Socios del Espectáculo y aseguró que, además de recibir la atención del profesional, también aprovechará para descansar. "Él podría haber venido acá, pero para hacerlo prefiere que yo esté allá, que me saque el estrés de esta ciudad, porque tengo que estar tranquila para poder asimilar bien todo lo que me ponga. Me voy a hacer de todo: ya me tiene preparado masaje, peluquería, pedicuría. Todo el recauchutaje que no no me puedo hacer acá", expresó.
Luego, se refirió a los duros meses que pasó tras realizarse el tratamiento anterior. "La pasé muy mal estos tres años y no podía hacer nada porque estaba la pandemia, no había ningún odontólogo que atendiera, así que estuve encerrada comiendo papilla, angustiándome, masticando cada pedacito de pollo 15 minutos hasta que me podía el hartazgo, la angustia, y largaba la comida. No quería saber nada más", relató. "Unos meses después de hacerme el tratamiento mojé una medialuna, mordí y sentí un crack y se me quebró acá", recordó.
Por otro lado, también se mostró desilusionada por la falta de apoyo que recibió por parte de sus colegas y amigos del espectáculo. "¿Tuviste el apoyo que esperabas?", le preguntó el notero. "No! ¿De la gente que yo esperaba? ¿De mis colegas? No. Tengo más de 50 años de profesión. Colegas que yo esperaba un mensaje en Instagram o un llamado porque tienen mi teléfono… Nothing", soltó María. Y agregó: "Hubo algunos que sí, pero los que yo más pensaba, nadie. Compañeras de las últimas cosas que he hecho, nada. Con los dedos de la mano las contamos".