10 de septiembre de 2024
NEUQUEN
Insólito: el líder narco que cobraba un sueldo del Estado mientras estaba preso
El líder de una banda narco del oeste neuquino, Juan Carlos Santana, finalmente dejó de ser empleado público después de años cobrando un sueldo del Estado, aun estando en la cárcel. Quién es Santana y que trabajos hacía en el gobierno anterior
Llegó a su fin el insólito caso neuquino en el que un empleado público terminó en la cárcel por liderar una banda narco, pero a pesar de eso cobraba su salario mientras cumplía la condena.
Se trata de Juan Carlos Santana, un hombre de 59 años que era líder de una banda narco que operaba en el oeste de la provincia, y al mismo tiempo era chofer en el ministerio de Desarrollo Social de la provincia mientras Abel Di Luca era el encargado de esa cartera.
Santana también era reconocido dentro de los punteros de Omar Gutiérrez, y habría tenido un rol importante en esa zona de la provincia para que el ex gobernador coseche los votos necesarios que lo llevaron a ocupar ese cargo en el 2015.
Cabe mencionar que Santana era uno de los hombres de Di Luca, quien también está acusado de asociación ilícita y defraudación al Estado en la polémica causa de los planes sociales. Mientras que el líder narco ya cumplió la condena de 4 años por robo calificado y extorsión, pero durante toda su condena no dejó nunca de percibir su salario como empleado estatal.
Según publicó el diario LM Neuquén, el propio Omar Gutiérrez estaba al tanto de que Santana era quien se encargaba de los votos en la zona oeste, orquestado por Di Luca, y también sabía que estaba involucrado en negocios narco.
El actual gobierno conducido por Rolo Figueroa le puso fin al vínculo de Santana con el Gobierno, y mediante la firma del Decreto 1097/2024 oficializó la remoción del mismo, ya que sus antecedentes son incompatibles con la función pública.
El gobierno neuquino también informó el cese del contrato de Julio César Blanco, también trabajador del ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral, y que fue condenado por la Justicia por ser autor penalmente responsable del delito de confabulación para la comercialización de estupefacientes, un delito con pena de tres años de prisión de ejecución condicional.